No hace mucho una persona – compañero de trabajo, pero tal
vez con una relación de buenos días, buenos días - me preguntaba: ¿cómo una
persona se puede ganar el respeto?, pregunta que me hacían por primera vez, que
me sorprendió realmente y por ende no logré concretar una primera respuesta.

Mi respuesta: creo que hay diversos factores y/o valores que
inciden en que una persona se gane el respeto, el cual debe ir “cosechando”,
sin proponérselo. Para aprender para valorar una respuesta más sólida me remito
a las acepciones acerca de la palabra respeto:
1. Consideración, acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona
o una cosa por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y
que lleva a acatar lo que dice o establece o a no causarle ofensa o perjuicio.
Hagamos un alto, estimado(a) lector(a) ¿Sumisión?, no me
convence para nada, es más discrepo que haya sumisión – Definición de sumiso:
“Acción de someterse, sin cuestionarlos, a la autoridad o la voluntad de otra
persona o a lo que las circunstancias imponen” – para una persona que se
respete a sí mismo. ¿Otra definición? 2. Consideración y valoración especial
que se le tiene a alguien o a algo, al que se le reconoce valor social o
especial, la cual me parece más viable, no a mi persona aclaro.
Mmmm, ésta me agrada más, ya que esa posible valoración
especial, entiéndase la opinión de los que te rodean (cercanos y lejanos) se
logra, cuando eres el ejemplo en todo (o casi todo, porque somos humanos),
entiéndase comunicación verbal creíble, sólida en conocimientos, “sabe de lo
que habla”, convence; hoja de vida o curriculum vitae con vasta experiencia - aunque
no necesariamente implica muchos años - en un mismo rubro o de amplio espectro
en responsabilidades y logros; alto nivel de organización, saber equilibrar la
exigencia con la tolerancia, se preocupa por la vida cotidiana de sus
trabajadores sin distinción de ocupación, de edad y género.

Ecuánime, es decir obra con rectitud, justicia e
imparcialidad (esto último complejo de balancear, más cuando no eres el que
decides finalmente); comparte el tiempo – escaso pero necesario, ante el resto
de sus funciones – con sus compañeros de trabajo de las diferentes áreas,
inclusive de felicitar a una persona por su cumpleaños o el extremo contrario
de dar el pésame ante el fallecimiento de un familiar indirecto, lo cual
mencionaría como detallista; ¿otras cualidades? Una adecuada actitud y aptitud, abierto a
escuchar y sugerir, llegar primero e irse último, lo que determina un horario
de trabajo impreciso, pero necesario.
Posiblemente preocuparse más por todo lo que sucede en su
centro de trabajo y pasar a un segundo plano a su núcleo familiar (craso
error); todo esto y posiblemente lo que puede aprenderse u observarse de otros(as)
lo que permitiría certificar que esa persona es digno de respeto, pero que a su
vez respeta al resto; Algo importante fulano, espero que haya logrado
satisfacer tu interrogante, para lo cual requieres de tiempo y esfuerzo para
darte a respetar.
Para mí el respeto se gana cuando uno es consecuente con lo que predica y trata con consideración a los demás. Además la empatía combinado con lo anterior hacen una buena sintonía.
ResponderEliminarGuillermo Ruiz Anduray
Se cultiva desde el hogar. Si no respetas, nunca lograrás que te respeten.
ResponderEliminar