lunes, 25 de diciembre de 2023

Carta al niño Dios.

Cuando estamos próximos a culminar los 365 del presente año (5 días; 120 horas; 7200 minutos) donde posiblemente estemos visualizando donde ir, con quien ir, con quien quedarse, con quien compartir, con que celebrar, que comprar, que tenemos para consumir, que apreciar en caso de quedarnos en casa ¿película, serie, música?, cómo sentarnos en la mesa a la hora de cenar, cómo ornamentar la casa, ¿pintar?; ¿comprar nuevas cosas para el arbolito?; a quién llamar o ver virtualmente ¿antes o después de las 12 de la noche o a las 12:01 am, teniendo en cuenta los usos horarios?; los regalos ¿ya se compraron?, ¿los empaques?; el balde o cubo de agua, para su contenido tirarlo hacia la calle; la compra de fuegos artificiales; las uvas, la sidra o vino; la maleta lista (vacía) para darle una vuelta a la cuadra como augurio de viajes; ¿qué me falta…?

Por lo visto, un sinfín de preparativos que nos genera un ambiente indiscutiblemente festivo.

Sin embargo, en lo personal, acudo a un conjunto de remembranzas[1], algo así como suelen hacer muchos noticieros en la televisión que realizan – comúnmente el día 1ero del nuevo año – un resumen de los principales hechos acaecidos.

Partiendo de los logros individuales y colectivos (de la familia, de las amistades), un año donde he adquirido más ideas (las musas se han comportado de maravilla), diría que prolífero, para ser concretadas en artículos o podcast que han conllevado a lecturas o escuchas respectivamente que refuercen la formación en el aprendizaje a padres de familia, docentes, directores, personal auxiliar, en lo que implica una palabra tan bella y a la vez compleja, como es la EDUCACIÓN, utilizando para ello recursos digitales tan importantes como las redes sociales, periódicos (digitales o impresos), donde he pretendido que irradie el respeto, mediante palabras, ilustraciones, que a su vez permitan la reflexión y con ello generar al menos ciertos cambios conductuales.

En lo colectivo, como logros, el incremento de la familia en edad, señal que continuamos con buena salud, sobrinas, sobrinos que nos han proporcionado la felicidad al ver sus sonrisas con las buenas notas en sus estudios, lo que me consolida como un buen tío – abuelo (dada mi profesión, como señal de que van por el mejor camino); un año que termina cuidándonos los unos a los otros en la medida de las posibilidades; un mayor acercamiento al menos virtual, saludando y celebrando los cumpleaños de la familia, Y como mencionabamos hace un instante, los pases de grado en la escuela del “nieteral”; el desempeño exitoso de los mayores cada cual en su centro de trabajo, a pesar de los bemoles sociales de cada país donde viven.

Y, ¿en el caso de la carta al niño Dios o a Santa Claus o Reyes magos para el año venidero? Salud, crecer intelectualmente, estudiar, aprender más, más, superarme; lograr más adeptos a lo que trato de transmitir, ya que con ello logro – posiblemente - sensibilizar los sentidos de los mismos, ante la carencia y en el mejor de los casos de la insuficiencia de la información donde “conversemos” sobre temas necesarios, que contraponen a los antivalores, que nos sobresaturan por todas partes. Por supuesto, aunque sea una semilla que prenda y cuya planta florezca, dentro de un mar de problemas sociales, que son reales, dormiré mucho mejor.

Para mi esposa, hija, madre, hermanos, que me sigan acompañando como hasta ahora lo hemos logrado; excelente comunicación, donde ha predominado la verdad, la sensatez, la tolerancia, el respeto, las mejores soluciones a través del consenso y sobre todo el amor.

A todos/as quien lea este artículo o quien lo escuche, les deseo muchas cosas buenas, muchas, que lo que se propongan, lo alcancen. Nota: si forma parte de su traducción, no olvide lanzar su balde o cubo con agua hacia la calle ahuyentado con ello las penas del año que termina y dándole la bienvenida a uno lleno de prosperidad y buenas vibras. ¡Feliz año nuevo!



[1] Imagen o conjunto de imágenes de hechos o situaciones pasados que quedan en la mente.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Derbez contra la torre Pisa

“Trituremos” un poco el porqué del título de hoy, comenzando por Derbez, su nombre real es Eugenio González Derbez[1], actor y comediante mexicano; mientras que, en el caso de Pisa, no necesariamente es haciendo referencia a la llamada Torre de Pisa [2], aunque tal vez por allá…pudiéramos establecer una cierta referencia por su inclinación, ¿en señal de que cae o no cae?, pero que asociamos a los exámenes de Pisa[3], los cuales suelen cuestionar muy seriamente la calidad de la educación bajo determinados parámetros y específicamente en las disciplinas de matemática, lectura y ciencias[4], medible en países del mundo, donde una de las regiones más afectadas – en cuanto a bajos resultados - lo es América Latina[5].

Se aplica a estudiantes con la edad de 15 años que cursan al menos séptimo grado, que supuestamente – cuando menciono supuestamente es una opinión personal – que se acercan al final de su escolaridad, se encuentren preparados para enfrentarse a los retos de la vida adulta.

¿Qué se mide en estas? Capacidad de razonamiento, interpretación, abordar y solucionar problemas, reflexionar, desarrollar conocimientos, potencialidad y participar de manera productiva en la sociedad, con nuevas ideas que den lugar a soluciones originales y efectivas. Hasta aquí excelente.

La problemática se genera cuando nuestras instituciones educativas no están debidamente preparadas – aunque su objetivo esencial sea: permitir a los formuladores de política educativa comparar conocimientos y habilidades de los jóvenes de su país respecto a otros países, comprender fortalezas y debilidades de sus sistemas educativos, y establecer puntos de referencia para mejoras en aprendizajes – identificando factores tan complejos que no ayudan, como son:

·         La rigidez del cumplimiento de programas o contenidos programáticos de las asignaturas, donde es eso lo que debe impartirse (siendo evaluados los profesores por personal directivo autocrático), pero sobre todo con esquemas formales anticuados, obsoletos y la ausencia de dinámicas, metodologías, actividades que puedan desarrollarse en el entorno más adecuado.

·         La carencia de laboratorios en el campo de las ciencias naturales e informática.

·         La no disposición de bibliografía actualizada en bibliotecas en los centros o al menos en la localidad.

·         La amplia heterogeneidad - término usado para denominar a la sociedad como un grupo social compuesto por personas con características diferenciadas, ya sea, de clase social, raza, género – donde prima el atraso escolar, producto de la pobreza y donde muchos niños no tienen acceso a la escuela inclusive.

·         La insuficiencia en la capacitación del profesorado, inclusive para las propias pruebas Pisa

·         Otros tantos…



Pareciera ser que la Torre Pisa, entiéndase la Educación pudiera inclinarse más, pero por suerte en nuestras aulas, ¡contamos con muchos Derbez! 



[1] Nacido en Milpa Alta, Ciudad de México, México; 2 de septiembre de 1961. En el campo de la comedia se destacan: Al derecho y al Derbez (1993), Derbez en cuando, XHDRBZ y La familia P. Luche; También ha participado también en películas tanto mexicanas como estadounidenses, así como en el doblaje ocasional de voces al español de varias películas anglosajonas. Uno de sus últimos films: ¡Radical!

[2] O torre inclinada de Pisa, campanario de la catedral de Pisa, situada en la plaza del Duomo de Pisa, en la ciudad del mismo nombre, municipio de la región italiana de la Toscana y capital de la provincia homónima de Italia. Su altura original era de 60 metros, aunque actualmente mide 56.67 desde la base en el lado más alto y 55.86 m desde la base en su lado más bajo; con un peso de aproximadamente unas 14 500 toneladas y su inclinación es de unos 4°, extendiéndose 3.9 metros de la vertical. Considerada, junto a la catedral de la que forma parte, una de las joyas del arte Románico.

[3] PISA es el acrónimo de “Programme for International Student Achievement” (Programa internacional de evaluación de alumnos), un estudio internacional comparativo de evaluación del rendimiento del alumnado, donde mide el grado en que los jóvenes de 15 años –que se acercan al final de su escolaridad obligatoria– se encuentran preparados para enfrentarse a los retos de la vida adulta.

[4] La evaluación realizada por PISA consiste en una serie de ejercicios que se contestan con papel y lápiz. Las preguntas están agrupadas en unidades. Cada unidad consta de un texto introductorio presentando una situación de la vida real seguido de una o varias preguntas.

El formato de las preguntas puede ser cerrado o abierto. Las preguntas cerradas – calificadas automáticamente - adoptan la forma de respuesta múltiple en las que el alumno ha de escoger una sola de las opciones de respuesta presentadas (normalmente cuatro). Las preguntas abiertas se contestan redactando o calculando la respuesta en un espacio abierto.

[5] En total, 81 países y economías participaron en PISA 2022. De América Latina y el Caribe, participaron 14:  Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

lunes, 11 de diciembre de 2023

Recuerdo que cuando aspiré...

Recuerdo que cuando aspiré a una plaza por oposición para entrar a trabajar en la universidad, me proporcionaban un tema de la especialidad, y tenía que impartir la misma en un tiempo determinado haciendo uso de los recursos tecnológicos de aquel entonces (retroproyector, filminas) ante un tribunal de docentes con altos grados académicos (todos pedagogos), además de responsabilidades administrativas (jefes de departamentos, decano/a), al final pasar a una ronda de preguntas de aspectos de contenidos, metodológicos, etc.

Otra experiencia que no olvido es cuando nos visitaban instancias de la Educación superior a nivel de ministerio, con tal de evaluar a la facultad. Realizaban observaciones de clases – sin avisar obviamente – cuyos visitantes eran de un nivel diría sofisticado (doctores en ciencias pedagógicas), reconocidos nacional e internacionalmente. Salir deficiente o regular en la ejecución de la misma, implicaba un efecto dominó no solo en el departamento, sino también en la facultad, de aquí que había que jugársela todo por el todo, ¿resultado?: 4 en la escala de 5, luego satisfecho. No recuerdo si lo celebré, realmente.

Ver, observar, acompañar el desarrollo de una clase de principio a fin, implica una previa preparación para el acompañante (sílabo de la asignatura, contenidos apoyándose en los textos posibles), cuyo propósito es visualizar de primera mano que sucede dentro del aula, laboratorio, práctica profesional u otras formas de organización de la enseñanza. ¿Qué apreciar? El desempeño del docente, apoyándose en la tecnología de la información y comunicación y lo más importante los estudiantes, como se desenvuelven, aplican, exponen, vinculados a valores: disciplina, puntualidad, entrega de trabajos, respeto, compañerismo y otros muchos.

A los efectos de los directivos de la institución educativa que se aprecien clases, es conocer cómo se desarrolla el proceso docente – educativo, vinculado a logros y deficiencias, establecimiento de planes de capacitación, etc.  

En los diferentes niveles de educación suele ser más complejo, el universitario dada la denominada libertad de cátedra, donde no consideran viable que sean acompañados, porque lo que sucede en el aula, es solo de “su responsabilidad”; sí estoy de acuerdo que se respeten los grados académicos tanto para el que acompañante, que ha de ser superior al del acompañado. Al finalizar la observación será necesario, analizar la clase los pros y los contras, a la par de recomendaciones y verlo al final como un apoyo que permita al evaluado, alcanzar una escala cualitativa y cuantitativa mayor en su labor como docente.

¿Y tras los resultados de las clases observadas? En lo personal, hacía llegar a los diferentes colectivos (vía correo) los logros, los méritos alcanzados, indicando el nombre del docente visitado, hecho que generaba una acción de felicitaciones a lo interno, además de un ambiente de confianza, fraternidad, colectividad y entusiasmo que evidenciaba como detrás de un excelente colectivo de docentes, hay una excelente enseñanza.

Lo anterior me conlleva a modificar la cita siguiente de Sam Walton, que originalmente plantea “Vamos a cuidar a nuestros asociados(as) y ellos cuidarán a nuestros clientes”, por “Cuidemos a nuestros docentes, proporcionándoles las mejores enseñanzas y ellos educarán integralmente a nuestros estudiantes”

¿Lo han visitado a usted profesor/a, cuáles han sido sus resultados?

lunes, 4 de diciembre de 2023

Haces mucho daño cuando…


Hablar de sensibilidad – entiéndase, “Capacidad para percibir sensaciones a través de los sentidos, o para sentir moralmente” / “Capacidad o propensión natural de las personas a emocionarse ante la belleza y los valores estéticos o ante sentimientos como el amor, la ternura o la compasión”, pareciera ser que ambas acepciones se complementan o hilvanan.

Analicemos el siguiente experimento: tomando de una y otra, creo que lo siguiente: “Capacidad para percibir … o sentir moralmente ante sentimientos como el amor, la ternura o la compasión”, hechos que utilizo para arribar a una de las tantas experiencias        que me han sucedido y suceden cuando a uno le corresponde lograr que su trabajo sea exitoso, no en el plano personal, sino sobre todo cuando el impacto que llega o se transmite a padres de familia, estudiantes, inclusive en el entorno mismo de una oficina y cuya conducta de alguien cuando se expresa no genera un buen resultado al contrario, resta o genera un estado de opinión.

Vamos al caso, una persona, cuya responsabilidad era atender a los propios trabajadores, sus colegas, sus compañeros, pero además a las personas que solicitaban trabajo en la institución, ante una aclaración solicitada su respuesta en un tono altisonante[1], ¡lo siento mucho pero ya el período para la plaza cerró hace 5 minutos!”, dos personas que se encontraban en dicho local enmudecieron a la vez que se refugiaban sus rostros tras la pantalla de sus respectivos monitores.

La persona solicitante, tragó en seco, solicitó permiso para retirarse y salir de la oficina cabizbaja ante la posibilidad de buscar no solo un sustento para la familia, sino desempeñarse para lo cual se había preparado a través de sus estudios y con determinada experiencia laboral.

La misma se dirigió a la entrada con paso lento – pero se detuvo por un momento - y dirigiéndose a la recepcionista, solicitó “¿…con quien pudiera conversar con una situación que se me acaba de presentar?”; aun no entiendo inclusive después de tantos años porque me la remitieron, que por supuesto cuando llegó a mi oficina, haciendo a un lado lo que estaba realizando (algunos de ellos muy prioritarios por cierto) ya que la vida por alguna razón u otra me había enseñando la necesidad no solo de atender a las personas “en modo inercia”, ni con respuestas que me pudiera proporcionar la Inteligencia artificial (IA), era escucharla asertivamente a la par de crear un entorno de confianza, brindarle un café, agua, té, buscar privacidad sin que nadie nos molestase y conversar.

Tuvo la confianza en relatarme el problema ocasionado en la oficina de la cual procedía y el trato recibido, que era cierto que no había cumplido con el tiempo límite para aspirar a la plaza, pero que por ende ya no le interesaba… pero necesitaba desahogarse. Unos 15 minutos después concluyó la conversación, le di mi correo a los efectos de que me enviase su CV en función de posibles nuevas plazas, la acompañé a la puerta de la oficina y reiteré mis disculpas.

Unos 10 minutos después – suficientes para prepárame un café – me comuniqué con la persona que había provocado la ofensa, a pesar que no me correspondía a mi área; la conversación en un comienzo se desarrolló en un diálogo algo tenso, pero no era mi estilo, debía atenderla al igual que la persona agraviada – “¿…café, agua, té?” -; después de escucharla … cuyo rostro se encontraba un tanto desencajado, ojos llorosos, argumentándome problemas personales algo serio en el seno familiar…, le plantee que sencillamente era una lección para ambos y que estaba claro que no se repetiría.

Si bien es frustrante para cualquier persona que se le trate mal, posiblemente mucho más traumático en los niños, las personas adultas también merecen ser tratadas de la forma correcta y con mucho respeto.

No excluyo que todos tengamos días “buenos y malos”, pero cuando a una persona se le avasalla[2], siendo adulto ésta última tiene la posibilidad de juzgar, generar un elemento de juicio a quien tiene delante.



[1] Término que se aplica al lenguaje, al estilo o a lo expresado con ellos, y significa 'muy sonoro y elevado, especialmente si va acompañado de afectación.

[2] Tratar a alguien sin respeto ni consideración, sin tener en cuenta su opinión o sus derechos

lunes, 27 de noviembre de 2023

Prioridades y equilibrios

Cuando se ocupan responsabilidades – que, por su naturaleza, cualquiera fuese – la opción de decir sí o no, aunque soy partidario de optar por una respuesta, la decisión final satisfaga en parte (ya que cerrar una puerta, para personas con necesidades, de no ser bien argumentadas generará en ellas frustraciones e incomprensiones e inclusive enemistades sin que se haya establecido una amistad verdadera)

Obviamente ligado a una responsabilidad, encontramos la toma de decisiones, desde la más sencilla como, ¿qué dirección optar cuando una calle se bifurca?, aunque el aprendizaje o el éxito de la decisión vendrá dado por el haber aceptado o equivocado, que, si tomamos la senda equivocada, la probabilidad de volver a repetirse podría reducir a un ¿50 %?, tal vez menos si anoto, apunto, tomo fotos de anuncios, edificios, etc.

Romper tradiciones y tomar decisiones propias y no «…por que así se hacia siempre», no conlleva a una identidad propia, ni el llamado sello personal, que, por supuesto no es borrón y cuenta nueva, porque siempre será necesario tener en cuenta “al menos de lobo un pelo”, entiéndase mejorar lo de su antecesor valorando con mucho detenimiento, lo hecho y lo que necesariamente hay que mejorar, partiendo de escuchar al equipo de trabajo, al cual usted se “suma”

Otra frase o refrán es «escuchar es de sabio» donde TODOS sean escuchados, como un elemento de reflexión y a partir de ello: «… hacer camino al andar (por muy empedrado que se encuentre el mismo)»

Abarcarlo todo para un comienzo en una posición determinada, no es posible, sobre todo para la búsqueda de las mejores soluciones, siendo necesario para ello una adecuada planificación con el establecimiento de prioridades y equilibrios.

¿Prioridad? “Cosa que se considera más importante que otra” Mmmm…, algo así como que camino tomar, que a veces no es tan sencillo, cuando las decisiones - direcciones a tomar son más de dos que por supuesto las variables son muchas: volumen de trabajo, personal con que se cuenta, tiempo para “enderezar” los anteriores fiascos, errores, etc.

Pero algo a lo cual le doy una prioridad esencial, es la comunicación con su equipo, donde deberá atender y conocer de cada cual, desde los técnicos hasta la persona que nos atiende con un exquisito café y por qué no en ese momento celebrarle, agradecerle su atención, sentado las bases que un cargo o responsabilidad no establece diferencias sociales.

Ser afable, comprensible, tolerante, pero también exigente consigo mismo y los demás en el marco del respeto, donde un tú o vos no rebaja a nadie con relación a un usted señor(a) licenciado(a), ¿Por qué no celebrar actividades colectivas, como cumpleaños, donde para que aquellos que no puedan por factores económicos asistir, no se sientan excluidos, ya que “donde comen dos, comen cuatro”; establecer una política de estímulos para los miembros de su colectivo, aunque el reconocimiento material o moral sea apoyado por sus superiores.

Posiblemente – aunque no tenga la fórmula mágica – estas acciones le servirán de catalizador para un mejor trabajo mancomunado[1].

¿Y el equilibrio? Las ganas de hacer las cosas bien, digamos que a la perfección, puede generar en cuanto a prioridades que la familia pase a un segundo plano, y que las excusas sean porque del trabajo sale el resto, un mejor nivel de vida, viajes, cambiar a los hijos a un centro educativo superior en cuanto a condiciones, calidad y otras.

¿Justificación aceptada? Diría que, en parte, porque siempre habrá espacios por pequeños que sean para hacer una llamada, para llegar a recoger a los hijos a la escuela, no para supervisar su conducta, sino para tomar un helado (no programado); robar (perdón tomar sin permiso) una flor de un jardín para entregársela a su compañero(a); compartir una película que, aunque no sea del mejor agrado para uno u otro, no importa, hágalo… y si se durmió a los 10 minutos… estuvieron juntos ese tiempo.



[1] El trabajo mancomunado es un método educativo, que utiliza el docente para que los educandos logren desarrollo integral

lunes, 20 de noviembre de 2023

El colibrí y la hormiga.

Por el título del artículo pareciera ser que a continuación pasaríamos a contarle una fábula- entiéndase,
«una composición literaria narrativa breve, generalmente en prosa o en verso, en la que los personajes principales suelen ser animales o cosas inanimadas que hablan y actúan como seres humanos»-, pero no necesariamente, aunque mis referencias serán a ambos animalitos.

En la mañana con el afán de tomarme un buen café (oscuro, amargo, fuerte), preparo las condiciones como el periódico del día, percibir los rayos solares aun un tanto débiles, muestra de ello a modo de testigo que aun sobre las hojas y flores se aprecian las gotas de rocío.

Me acompaña – ya casi somos amigos al permitirnos y respetar nuestros espacios – donde una pequeña ave de apenas 2-4 gramos, de colores majestuosos en su plumaje (azules saturados, verdes azulados y morados profundos), cuyas alas las baten entre 80 y 200 veces por segundo, ¿si sospecha?, efectivamente estoy hablando del colibrí[1].

Y por lo visto muy trabajadora, inteligente en la búsqueda - dada su aguda visión - de aquellas flores ya aptas para ser libadas, las cuales parece revisar e introducir su largo pico y delgado y con una extensa lengua que le permite chupar su néctar, a la par transportar en su cuello y alas el polen.  

En resumen: Por lo visto a pesar de su pequeñez y ser independiente, garantiza su vida y la de sus críos y paralelamente colabora en la polinización para que el planeta sea más verde.

Ya el astro rey se ha levantado un poco más en búsqueda de su cénit - cuando realmente quien se gira alrededor del mismo es nuestro planeta-, por lo que siento el calor en mis piernas, señal para levantarme y realizar otras actividades domésticas programadas, antes de sentarme a teclear: botar la basura.

Entre la grama y la entrada a la casa observo una extensa fila la cual zigzaguea, pero de forma organizada se trasladan un sinnúmero de pequeñas hormigas, donde las direcciones son dos, unas con pequeños trozos de hojas, que en ocasiones son muy mayores en la relación a su cuerpo – hasta 50 veces su propio peso corporal - y otras que retornan en búsqueda de nuevos alimentos.

Siendo un tanto observador las mismas en ocasiones se detienen en señal de establecer una breve comunicación donde paralelamente segregan feromonas (sustancias químicas aromáticas) las que le permite indicar a las que viene detrás donde se encuentra la fuente de alimento.

Suelen andar en colonias y algo importante que no comparto en cuanto a su comportamiento que son las hormigas hembras las que trabajan de aquí el nombre de obreras – por cierto, en esta especie se establecen clases sociales, con diferentes responsabilidades: reina, que se encarga de poner miles de huevos para asegurar la supervivencia de la colonia; y los zánganos, que le corresponden a los machos, que sólo desempeñan una función: aparearse con la reina –.

Resumen: Trabajo en equipo, laboriosas en función del sustento de cada día y añadiría que no son un buen ejemplo en cuanto a la equidad social, ni modo.

Pero, más allá de mi afán investigativo, el cual debo interrumpir, ¿recuerdan? Botar la basu…, para iniciar el tecleo se me ocurre porque no, con ejemplos al comenzar una clase estableciendo paralelismos de la vida cotidiana, donde aprendemos de nuestro propio entorno, pero a la vez enseñamos a nuestros estudiantes a ser creativos y no comenzar con: «El asunto de la clase de hoy es…»

¡Rompamos, la inercia de lo tradicional!


[1] El colibrí es conocido como chuparrosa, Huitzil (espina preciosa en náhuatl) o picaflor.

lunes, 13 de noviembre de 2023

Tamices y emociones

Posiblemente la palabra tamices, plural de tamiz, hube de escucharla con más frecuencia siendo estudiante de primer año de la carrera de licenciatura química donde la instructora – profesora de laboratorio nos daba las orientaciones pertinentes con relación al desarrollo de la actividad práctica, como forma de organización de la enseñanza, paralela a las conferencias previas que nos permitía aplicar lo teórico.

¿Tamiz[1]?, “Cedazo muy tupido”, que antes de soñar con ir a la universidad, ya tenía referencias cuando mi madre exprimía algún cítrico a través de un colador – en ese momento lejos de conocer la palabra tamiz - que contaba con una malla de aluminio por donde se filtraba el líquido coloreado rico en vitamina C, y que formaba parte del refrigerio/merienda que llevaba cada día a la escuela.

Palabra e instrumento que el destino determino que lo antes aprendido – química, átomos, moléculas, leyes…, etc. – me correspondiera llevarlo a cabo cuando hube de desempeñarme como docente, a través de los diferentes subniveles de educación (media, diversificado/preuniversitario, universidad.

Otro material utilizado como colador lo era el papel de filtro[2], de forma redonda, donde el mismo se introducía en un embudo, con la finalidad de filtrar impurezas insolubles y permitir el paso a la solución a través de sus poros, que, al hablar de poros, los hoyitos solían ser mucho más diminutos, como solía ser el colador.

Si nos trasladamos años atrás – al menos de conocerlo – hay quienes consideran que el mejor café (de grano) es aquel que al prepararlo se filtra a través de una tela o talega/chorreadores, la cual sigue siendo utilizado amplia y tradicionalmente con mayor énfasis en el sector rural.

Pero, otra acepción de tamiz, lo es “Selección que se efectúa entre varias cosas o personas para separar las que se consideran buenas o esenciales para algo de las que no lo son”, que por cierto me viene como anillo al dedo, estableciendo un paralelismo con relación a las redes sociales y lo que plasman o evidencian y que emanan por sus espacios como especie de filtro, donde predominan mayormente sentimientos públicos, que identificamos al alcance de aquel que bien sea un estudioso o un sencillo observador del comportamiento de las personas en las redes.

Seleccionar buenos o malos por supuesto que no me corresponde, ya que es criterio de cada cual que “sube” o que dice, siendo una decisión propia, personal, aunque a veces hay quien escapada(o) de los padres, basta que tenga la opción de auto tomarse una foto y compartir antivalores.

Viendo el lado amable de los buenos, comparto su uso (redes) cuando hay motivos de felicitaciones, tristezas, recuerdos, al constituir una vía o mecanismo de comunicación inmediata, diría que caso en tiempo real donde, aunque la respuesta sea un like (me gusta) o algún Emoji[3], sticker, gif, entre otros, no queda duda que han pasado al “mercado” como una forma de contacto, aunque menos explícita que algunas palabrasque nunca vienen mal aunque nos robe un poco más de tiempo, lo cual abrirían los poros del sentimiento transmitido –  al cual tendremos que acostumbrarnos, no hay de otra.

“…muchas felicidades por tu cumpleaños, que la pases excelente…”😊😊😊



[1] Como sinónimos en el diccionario encontramos: cedazo, colador, filtrador.

[2] Se utiliza para análisis cuantitativos y gravimétricos, así como para la filtración por presión o en vacío. Están hechos 100 % de algodón con αun contenido de -celulosa del> 98 % y se lavan con ácido para hacer los papeles sin cenizas y lograr una alta pureza.

[3] También conocido como emoticono gráfico, es un pictograma, logorama, ideograma o smiley,

lunes, 6 de noviembre de 2023

Una historia curiosa: el número Pi

No queda duda que las matemáticas – como parte de las llamadas ciencias exactas – ha resultado una disciplina aceptada por unos, odiadas por otros (inclusive cuestionadas, que para que sirve), pero que tiene la característica de dejar una huella en nuestras vidas

La misma nos llega a partir de que pisamos la escuela – inclusive aquellos que por causas explicables: la pobreza, entre otras muchas, aprenden a contar enseñados por sus padres para que estos sean apoyados en el negocio de vender – donde su aprendizaje resulta de forma gradual, iniciando generalmente con dibujos que resulten atractivos a los menores de edad vinculados a la naturaleza, canciones, cuentos, etc.

Ya con la crecida (en años), las cosas cambian: reglas (del 1 al 100), el uso de la memoria (fatal); el estudio de procedimientos para la solución de problemas (donde no necesariamente resultan aplicables, ¡error!)

¿Resultados? Bajos o pésimos resultados en el aprendizaje de las matemáticas (aunque un poquito mejor, un poquito, en la disciplina de las letras: español, comunicación y lenguaje, etc.)

Hecho que tradicional y prácticamente divide el mundo universitario en dos: ciencias y letras. «¿Matemática?, ¡No hombre no!», que tal vez, reitero tal vez cuando ya seamos adulto y trabajemos podremos darnos cuenta de la importancia de dominar el arte de las matemáticas: mediciones, ángulos, figuras geométricas y su aplicación en la vida cotidiana, por ejemplo el valor del dinero, la alimentación en cuanto a calorías, medicinas y cantidades que deberemos ingerir, en fin tantas aplicaciones, que no cabrían en n cuartillas.

Al mencionar figuras geométricas, recuerdo el fabuloso Pí (π)[1] el cual nos permitía calcular la cuadratura de un círculo para lo cual utilizábamos una regla y un compás, con la misma área de un círculo.

¿Una definición de esta constante? «La proporción entre la longitud de una circunferencia y su diámetro», cuyo valor es considerado 3.1416…[2]; otra acepción es «La mitad de una circunferencia de radio igual a 1, o 3,14…»

Constante que ha sido estudiada por figuras relevantes como Arquímedes (año 250 a.C.) creando un algoritmo- basado en el teorema de Pitágoras[3]-, pero que no ha dejado de crecer en cuanto a sus decimales en manos de matemáticos chinos, indios y árabes, que emprendían pesados cálculos para llegar hasta el séptimo o noveno dígito.

Que con el desarrollo del cálculo en el siglo XVII por Isaac Newton y Gottfried Leibniz, el físico británico publicó hasta el decimoquinto dígito. La carrera progresó lentamente: a finales del siglo XIX la cifra estaba en 527 dígitos; cantidad que se amplía – con el desarrollo de la informática, siglo XX – destacándose el genio indio Srinivasa Ramanujan, quien llenó cientos de páginas de sus cuadernos con métodos que no fueron redescubiertos hasta décadas después y que aún hoy se utilizan, superando los 17 millones de dígitos de pi[4].

¿Y, ¿para que tantas décimas, se preguntará? Marc Rayman, ingeniero de la NASA, considera que para los cálculos de las misiones espaciales solo se utilizan 15 dígitos, y 40 bastarían para calcular la circunferencia del universo visible con una precisión del tamaño de un átomo de hidrógeno.

Por supuesto más dígitos, más certeza (aproximada) de no equivocarse, si desea calcular la circunferencia del universo visible, luego la investigación continua…

Y, ¿si tiene duda? Pi es utilizado en la geometría y trigonometría como parte integral de cálculo, en análisis matemáticos, en probabilidad; también se usa en la física para algunas ecuaciones fundamentales que permiten entender el universo.

¿Sigue odiando a las matemáticas? Yo, no ¿y tú?



[1] Inventado por el médico y matemático aficionado Edward Goodwin. La ley fijaba de facto un valor de 3,2 para el número pi. Por fortuna, el texto nunca se votó en el Senado (cámara de representantes del estado de Indiana (USA), perdurando solo como uno de los episodios más estrambóticos en la historia del número irracional más popular del mundo.

[2] En la antigua Babilonia se calculó un valor de 3/8, o 3,125, relacionando la longitud de una circunferencia con el perímetro de un hexágono inscrito, según se deduce de una tablilla de barro fechada en torno al año 1.900 a.C. Otro valor estimado aparece en el papiro Rhind, un documento matemático egipcio del año 1650 a.C. que arroja un cálculo de 256/81, en torno a 3,1604. Curiosamente, antes de la propuesta de Indiana tal vez el último valor entero de pi aparece en la Biblia: el Libro Primero de los Reyes, escrito sobre el siglo VI a.C., habla de un mar de metal fundido con una circunferencia de 30 codos y un diámetro de 10 codos, lo que daría un valor de pi igual a 3.

[3] Pitágoras (570 a.C. – 490 a.C.) filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa en el avance de la matemática helénica, la geometría y la aritmética.

[4] El 14 de marzo de 2019 la científica japonesa de Google Emma Haruka Iwao alcanzará los más de 31,4 billones de dígitos, desde el 29 de enero de 2020 el récord está establecido en 50 billones, una marca lograda por el analista de ciberseguridad estadounidense Timothy Mullican.