lunes, 31 de octubre de 2022

Tan difícil, pero al final… se obtiene lo esperado.

En un artículo anterior[1] - tal vez a modo de introducción – valoramos la complejidad de la sociedad en cuanto al aislamiento de las personas (niños, jóvenes, adultos) ante el comportamiento individual de escudarse en un recurso tecnológico que supera ampliamente el entretenimiento infructuoso ante la comunicación, para lo cual posiblemente fue concebido inicialmente: Lo básico, conversar y ser escuchado, habiendo evolucionado a través del intercambio de textos (que incluye variantes tales como: mensajes de voz, oraciones llenas de ideas entrecortadas, nuevo vocablos no aceptados por la RAE y que solo los entienden los usuarios acorde al argot empleado), imágenes, videos, etc.

Todo este comportamiento atenta significativamente a la conducta del individuo que se “separa” en el mejor de los casos de la familia y en el peor de los casos si los miembros de la familia también se encuentran ensimismada en el empleo de ¿un celular?, en un momento tan crucial como puede ser sentarse a almorzar, donde para colmo la mamá le envía a uno de sus hijos el siguiente mensaje “… hijo, puedes traer de la cocina dos cubiertos que se me quedaron, ¿porfi?”

La respuesta del menor, no es tan elocuente, ni inmediata, sencillamente su rostro se encuentra direccionado hacia el teclado luminoso donde con sus dedos pulgares presiona una y otra vez siendo testigo de ello el sonar de las vibraciones táctiles, para responder a la solicitante: “…mamá no puedo, déjame de terminar esto”

¿Resultado? Cero solidaridades, apoyo, colaboración, diría de una tecnología que se encarga de dividir, cayendo en el campo de la antítesis[2].

Obviamente soluciones tecnológicas existen para contrarrestar el individualismo, así como la obsesión que raya en el vicio y corresponde a los juegos o actividades lúdicas[3] que compromete al logro de lo que se desee alcanzar (diferentes niveles, recompensas, etc.) guiadas y orientadas por el docente para temas específicos que requieren de una organización previa, además de una adecuada planificación plasmado en el plan clase o planeamiento didáctico.

Otra herramienta válida resulta el estudio de idiomas[4] que, si bien la participación es individual, te permite competir con otros usuarios, lo cual estimula su aprendizaje, además del valor añadido de aprender aplicando, traducir textos – oraciones pequeñas – donde de cometer errores estos te son señalados; repetir oraciones del idioma los cuales te son evaluados.

Si debo aclarar que muchas de estas aplicaciones en función de un aprendizaje: consolidación de contenidos, un nuevo idioma y otros, unos son gratuitos y otros pagados, con la limitante que si deseas pasar a un nivel superior la propia aplicación te reorienta a la que has de pagar, quedando en manos bien de la institución hacer la compra o del usuario.

No queda duda y es un hecho la realidad de la tecnología y lo que se puede lograr con ella, para bien de un adecuado aprendizaje, sumando voluntades, acciones y decisiones consensuadas y compartidas.

El individualismo, sus logros no han de ser tan relevantes – a pesar de determinadas experiencias donde se resalta a la persona, “edulcorándola” cuando realmente detrás de todo ello muchos han sido los “anónimos” que pusieron su granito de arena-, luego ¿lo real?: ¡El trabajo en equipo!


[1] Algo necesario que debe retomar mucha fuerza: el trabajo en equipo. Parte II.

[2] La palabra antítesis se origina del griego αντίθεσις o antíthesis que significa “contraposición” u “oposición”, y está compuesta por las raíces anti-, que expresa “contra”, y thesis, que significa “colocación o posicionamiento”.

[3] Ejemplo: Kahoot

[4] Ejemplo: Duolingo

lunes, 24 de octubre de 2022

Cuando comprendes lo que lees

Pude haber nombrado al artículo comprensión lectora, pero para no ir al grano se me ocurrió dicho título, que de buscar el significado de «comprender» se entiende como «Percibir y tener una idea clara de lo que se dice, se hace o sucede o descubrir el sentido profundo de algo» / «Considerar explicable, justo o razonable un hecho, un sentimiento, etc., o tener buena voluntad hacia algo o alguien».

Válida ambas acepciones que de vincularlas a leer -Ser capaz de leer, interpretar o comprender-, podemos sintetizar que de poseer la capacidad de entender lo que se lee tanto en referencia al significado de las palabras que forman un texto, y el sentido dentro y fuera del argumento total, la lectura será comprensiva o sencillamente hay una comprensión lectora.

Acción que constituye un factor imprescindible para poder leer y entender lo que nuestros ojos visualizan palabras, textos escritos para interpretarlos mentalmente o traducirlos en sonidos, y cuya responsabilidad “cae” en la espalda de aquellos docentes que imparten la disciplina de español, que hoy en boga se identifica como comunicación y lenguaje (suele considerarse una unidad usualmente dentro de los programas), nombre que resulta mucho más elocuente de lo que se persigue con la misma y no solo Español.

Si hago un alto aquí, usted se preguntará ¿para qué tanta verborrea? Explico, no se impaciente.

Si usted es de las personas que me sigue a través de mis artículos, podría sacar algunos rasgos de mi vida personal, por ejemplo: docente, muchos años ejerciendo la profesión (ya jubilado), le gusta escribir (obvio), le gusta leer «condición sine qua non»[1], de donde posiblemente “agarro la musa”[2], además de tratar de mejorar mi escritura.

Artículos que evidencia experiencias vividas generalmente asociadas a valores, más algunos tips[3] de mi familia, lo que suele identificarse como «leer entre líneas»[4]

Producto de mis escritos -promovidos en las redes sociales, medios periodísticos impresos o digitales, -ello me ha permitido establecer relaciones con docentes mayormente, que opinan, dan me gusta, lo comparten, prioritariamente en modo virtual, pero que también agradecen cuando parte de mi trabajo (libros electrónicos, webinares, material de ayuda, etc.) se los hago llegar.

Más de uno me ha cuestionado que ¿por qué regalo mi trabajo? La respuesta sencilla: ¡Espero que le sea útil para quiénes lo necesitan! Sin embargo, buscar la palabra que sintetizara  lo que he señalado entre signos de admiración, me costó mucho trabajo, mucho, les soy sincero, hasta considerar haber dado con ella.

Acaso aquellos que dedicamos nuestras vidas y posiblemente abandonemos la parte familiar, tratando que nuestros discípulos aprendan y comprendan, pero que además sean buenos ciudadanos, que dedicamos horas, horas, en preparar nuestras clases, incorporando el uso de la tecnología que antes era uno o varios libros como referencia, en este momento lo anterior más el dominio -en la mayoría de los casos un tanto autodidacta- de programas, aplicaciones, informaciones múltiples pertenecientes al campo de la informática y todo eso se realiza GRATIS, donde no existe una correspondencia entre el número de horas trabajadas y las que empleamos previa preparación para ello.

La palabra se llama BONDAD, «una persona con bondad, posee una inclinación natural a hacer el bien», significado que me enorgullece, porque formo parte de un ejercito de millones de habitantes bondadosos/as que ejercen esta profesión tan digna que se llama profesor, maestro, docente.

¡Felicidades colegas!


[1] Expresión latina que significa ‘sin la cual no’ y se aplica a una condición que necesariamente ha de cumplirse o es indispensable para que suceda o se cumpla algo.

[2] Inspiración que siente el artista y que estimula o favorece la creación o la composición de obras de arte; esta inspiración suele representarse personificada.

[3] Tip es un término inglés que puede traducirse como “consejo” o “sugerencia”. Los tips, por lo tanto, son recomendaciones que se hacen respecto a un tema.

[4] Descubrir un sentido oculto, una segunda intención o una alusión velada, en lo que se ha dicho o escrito.

lunes, 17 de octubre de 2022

«Siempre ante lo nuevo, habrá resistencia… pero…»

No queda duda que para los jóvenes la tecnología le resulta mucho más motivadora en varios sentidos, por ejemplo, jugar; escuchar música; apreciación de videos; comunicarse (¿o mal comunicarse?), donde ocupan mucho de su tiempo, mucho, que tal vez los docentes quisiéramos que nos atendieran más para el estudio, que no para el ¡desgaste del tiempo!

Pero son jóvenes, hay que entenderlos, pero la Educación ha de ser una prioridad siendo necesario para ello tratar de contrarrestar y desviar la atención hacia las clases y que felizmente han sido elaborado un sinnúmero de aplicaciones para ello[1]

A lo anterior se suman un sinnúmero de estrategias de enseñanza-aprendizaje que buscan reforzar con ello la comprensión y aplicación del estudiantado, además de promover una mayor participación (individual y colectiva), creatividad, en los jóvenes esencialmente, alejando con ello el tradicionalismo que aún perdura lamentablemente: el docente habla y los estudiantes escuchan[2].

¿Recuerdan cuando un docente decía «para mañana se leen del libro de la página X hasta la Y o los tres primeros capítulos»? Nota: ¿Todavía se hace esto?

Casualmente como nos estamos refiriendo a las acciones de hablar -Articular sonidos y palabras [una persona] para expresarse o comunicarse-, y escuchar -Prestar atención a lo que uno oye-, abordaré una herramienta que articula la posibilidad de ambas, y es el audiolibro[3].

El audiolibro es un medio de comunicación útil cuando la lectura directa no es posible.

¿Qué otras ventajas, tiene?

o   Permite conservar materiales que de otra manera podrían deteriorarse y perderse.

o   Fomenta la lectura y promociona el contenido más que el formato escrito.

o   Permite llevar a cabo otras actividades mientras se los ejecuta: conducir ¡CON MUCHO CUIDADO!, caminar, tomar sol, cocinar, etc.

Siendo utilizado ¿para? Escuchar un cuento, una conferencia, un curso, un artículo, un ensayo, un diálogo, etc.

¿Y además de las ventajas, que otras utilidades pudieran asociarse[4]?

o   Niños y jóvenes, muy familiarizados con los medios audiovisuales y que necesitan un mayor estímulo para prestar atención.

o   Personas sin hábito de lectura.

o   Personas ocupadas, con falta de tiempo para leer.

o   Nos acercan de una manera más vívida y personal la información de los libros, facilitando así su recuerdo.

¡Interesante!, Pero si retomo su definición (audiolibro) «Medio de comunicación útil cuando la lectura directa no es posible», me atrevería a retocar la planteando: «Modalidad de escucha asincrónica para el reforzamiento del aprendizaje»

Herramienta que deberá ir acompañada de orientaciones por parte del docente, de forma tal que permita en el estudiantado una mayor atención versus distracción; a lo anterior se suma que la escucha – entiéndase número de páginas-, deberá de ser gradual con la variante que sea el propio lector quien programe su tiempo (más, menos) con una fecha límite establecido por el docente.

Sincrónica

Asincrónica

Observaciones

El/la docente deberá presentar la obra la cual será analizada mediante el uso del audiolibro.

Deberá proporcionar el link para que el mismo sea descargado.

Enviar las instrucciones pertinentes vía chat u otra herramienta de comunicación.

 Instrucción que puede abarcar:

La presentación del libro

Autor (remembranza sobre el mismo)

Fecha de publicación

Lista de cotejo que comprenda etapas para la escucha del libro y calendario.

 Solicitar opiniones (individuales o colectiva) referente a un cuestionario pre elaborado y enviado que permita evaluar al estudiante sistemáticamente.

Por la extensión de la modalidad – en función de la extensión del texto seleccionado - el docente deberá tener en cuenta con la antelación necesaria debidamente articulada con los contenidos para lo cual ha sido empleado el documento.

El docente deberá evaluar a sus estudiantes reenviando resultados.

Sugerencia: emplear la técnica del Portafolio.

[1] Aplicaciones para juegos como el caso de Kahoot

[2] Tradicionalismo aproximadamente de unos 900 años.

[3] Es necesario que esta modalidad es un tanto incipiente en América Latina sin embargo en Europa se cuentan con plataformas tales como: Audible, empresa de Amazon donde puedes acceder a miles de audiolibros y podcast. Desde 2020, esta empresa ha entrado en España con un gran catálogo de títulos, de hecho, actualmente cuentan con un catálogo de más de 90.000 títulos, de los cuales más de 7.000 de ellos están en español.

[4] Nota: el autor del artículo ha limitado otras utilidades, centrando la atención en la “lectura-escuchada”; otras utilidades, por ejemplo: Personas con dificultades en la visión o incapacitadas para entender signos como en el caso de los disléxicos; Personas que no están todavía alfabetizadas, como un paso para aumentar la capacidad de atención y la concentración; Personas estudiantes de idiomas como el español o el inglés o cualquier otra lengua, a las que les convenga escuchar textos leídos en esos idiomas como ejercitación.

lunes, 10 de octubre de 2022

¡No todo se puede dar en… la boca!

El título del artículo, diría algo así como una semejanza es que para conseguir algo se requiere de un aspecto tan importante como es el ser autodidacta[1], considerado por algunos como un modelo de aprendizaje configurado por uno mismo para nutrirse de toda la información que está a su alcance, siendo empujado por el interés personal, y apoyado en el esfuerzo y la dedicación.

El o la autodidacta es una persona creativa, capaz de salirse del aprendizaje clásico o tradicional y construir caminos propios sobre un conocimiento que cautiva especialmente su interés; como hemos mencionado se requiere de un gran esfuerzo, pero además práctica, constancia a través del tiempo y ser autocritico para poder visualizar los propios errores (lo que denomino ensayo-error), convirtiéndolos en experiencias y nuevos puntos de inicio.

En mi caso personal, suelo, pedir apoyo para solucionar problemas usualmente en el campo de la tecnología que por supuesto es muy amplio y en particular en el uso de programas o aplicaciones que forman parte de Microsoft Office[2], sobre todo aquellas más ligadas a la educación, que creo que no se escapa alguna.

Otro instrumento al cual le dedico mucho tiempo, un tanto racional, es a lo que debe contener mi celular, tableta, computadora y que en especial se vinculen una con otra, entiéndase para citar un caso la programación de mis actividades diseñadas en el calendario y que me notifiquen.

Que al parecer es una comodidad, como un factor propositivo, pero tratando al máximo evitar la dependencia casi ¿opiómana?, y por otra parte ejercitar la memoria como medida anti- alzhéimer.

Hasta aquí parece que todo me sale bien y descubro autodidactamente lo que necesito, sin embargo, no es real, a veces cuesta y solicito ayuda a amigos, compañeros (Nota: preguntando se llega a Roma), que en ocasiones por la premura algo así de que hasta que no lo solucione, no me detengo– retomo con un mayor detenimiento haciendo uso de la lógica-investigativa.

Todo este análisis, para mis años de existencia acumulado, en el uso de la tecnología, pudiera resultar contradictorio a las generaciones actuales de jóvenes ¿X, Y, Z, Milenium?, que son ávidos en el uso de dichos recursos, donde la diferencia ha de estar en la ausencia de obligaciones que tenemos los adultos por una parte y en el peor de los casos cuando el uso es para comunicarse o realmente mal comunicarse plegado por horrores ortográficos, carencia de redacción, lenguajes propios que rayan en el misticismo, y no acercarse como debiera ser mucho más al estudio, al aprendizaje.

La posible solución de que nuestros estudiantes sean aún mucho más autodidactas en los estudios –lo cual debe ser un elemento o factor a valorar con ellos/as, por parte de los docentes– a través de la investigación, previa orientación planificada y esencialmente para la solución de problemas tangibles vinculados a la realidad apoyándose para ello en contenidos de las diferentes asignaturas, actividades lúdicas, APLICABLES, y que puedan llevarse a cabo tanto en el plano individual o colectivo.

Obviamente el resultado de los solicitado habrá de ser evaluado: ¿cómo llegaron a ese resultado?, ¿dificultades presentadas?, ¿pudo tenerse más de una solución?, ¿por qué la diferencia con otros proyectos semejantes?

Y ya a punto de concluir mi cuartilla, ligado al autodidactismo, considero una pieza clave complementaria, la perseverancia. ¡Insista, si se cae, levántese, seguro que lo podrá lograr!


[1] El origen etimológico remite al francés autodidacte, sobre el griego autodídaktos, el cual postula los elementos autos, que pauta uno mismo, y dídaktos, en alusión a lo enseñado, siendo éste la forma en pasado participio de didaskein, que en este caso apunta a enseñar.

[2] Suite ofimática de aplicaciones para computadoras de escritorio, servidores y servicios para los sistemas operativos Microsoft Windows, Mac OS X, iOS, Android y Linux.

lunes, 3 de octubre de 2022

La moda y las tecnologías nos cambian.

Hay quien considera que la moda cumple con un ciclo en cuanto a vestuario en general que retorna aproximadamente cada 50 años aproximadamente y para ello les cito una pieza varonil (actualmente muy extensiva a las féminas) como es el caso de las boinas, prenda para la cabeza caracterizándose por no poseer ni visera, ni ala u orejeras.

Su tamaño es reducido, cubre el cuero cabelludo, creando una pequeña cámara de unos dos centímetros entre su superficie interior y el cuero cabelludo. Se ciñe al cráneo por su borde ribeteado, o bien gracias a una "banda derecha semirrígida".

Bien utilizada en el invierno o en el verano dependiendo del tipo de tela y su grosor, siendo su variedad diversa dada su procedencia de diferentes países en su mayoría en Europa (España, Inglaterra, Irlanda, Escocia, entre otras)

En particular en España, en el País Vasco y Navarra la boina, constituye una prenda de larga tradición en una cultura tradicionalista[1].

Igual ha de suceder con un sinnúmero de piezas que forman parte de las vestimentas o vestuario para ambos sexos; que decir de los pantalones jeans (vaqueros, blue jeans) actualmente un tanto deteriorados (tela hecha jirones) unos con más hoyos, tipo socavones[2], pero en fin para gusto colores.

Todo lo anterior para vestir o cubrir el cuerpo –o al menos parte de el–, sin embargo, podemos añadir a nuestra “masa corporal” el uso de accesorios, como pueden ser las prendas a lo que se suma incorporando el uso de la tecnología (que sería un craso error omitir) como son los audífonos alámbricos o no que nos permiten escuchar música esencialmente, recibir o contestar llamadas lo cual constituye un arma de doble filo, más allá de los avances de la ciencia, pero que nos extrapola de los peligros inminentes cuando caminas, conduces al “sumergirte en una burbuja anti-entorno”

Que decir del celular, convertido hoy en día en un objeto ¿o apéndice cotidiano? que forma parte de nuestras vidas, en un bolsillo, en la mesita de noche, en la mochila, en el baño. Objeto que nos comunica o mal nos comunica sobre todo cuando escribimos en lenguajes tan diversos que violenta al pobre abecedario que sigue perdiendo letras (ll, ch)[3], donde se sustituyen letras por otras, aún no descubierto por la RAE, pero que a veces ésta última asume y la reconoce producto de la presión social.

Instrumento digital que aún no acaba de calar en la Educación en las clases, como se desea y se necesita, pero ahí está.

Obviamente este análisis podría extenderse más en cuanto a moda y tecnología, siendo ambos productos de consumo, luego… y para muestra varios botones:

·         Camisetas con temperatura graduable para ciclistas, guantes conectados a baterías o prendas que controlan constantes vitales[4].

·         Relojes digitales o Smart wacht con sensores que miden o identifican oxígeno en la sangre, masa corporal, electrocardiograma, presión arterial, etc.

·         Ropa que se ilumina con corriente eléctrica generada con tintas sobre sustratos flexibles en las prendas; o las mallas o prendas inteligentes que, gracias a la implantación de sensores, detectan los síntomas de fatiga de nuestra espalda y modifican su posición para evitar lesiones lumbares.

Se me acaba la cuartilla, lo siento. Pero, no bajen el telón la función en cuanto a modas y tecnología ¡deben continuar!


[1] En una pequeña escultura que se remonta a la Edad del Bronce, procedente de Cerdeña (Isla de Italia), aparece un hombre con boina: es el origen de la boina, el precedente más antiguo de esta prenda que tiene tras de sí más de 4.000 años de historia. Ya se utilizaba en el siglo XI a.C., en Dinamarca, como se deduce de los restos arqueológicos de Guldhöi. En ellos se pudo observar como uno de los esqueletos exhumados aún conserva puesta en su cabeza la boina con la que falleció.

[2] Hoyos o depresiones de suelo formados como consecuencia de la erosión del agua en la tierra de un determinado lugar.

[3] Se consideran que no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema.

[4] Tomado de Smart Clothing Market Análisis. Universidad de Berkeley