lunes, 25 de septiembre de 2023

Un consejo nunca está de más.

Hará algunos años atrás hubiese dicho cuando escribo –, en este momento menciono tecleo, lo cual conlleva a la perdida de tratar de descubrir y conocer mi carácter y personalidad a través del estudio y el análisis de la escritura manuscrita[1], como parte de un método investigativo.

Sin embargo, conocerme a mí mismo o auto conocerse resulta complejo – como parte de un proceso que dura años – para lo cual no estamos preparado conscientemente menos cuando somos niños al no tener conocimiento propio esencialmente de nuestros errores, donde posiblemente la única retroalimentación provenga del regaño o llamado de atención de nuestros padres, así como de los profesores.

Ya un poco más crecidito, puede reiterarse lo mismo al no poseer la madurez necesaria, donde nos seguimos equivocando, de aquí el refrán (algo así) como “El ser humano es el único ser vivo capaz de tropezar con la misma piedra varias veces”, por ejemplo: portarse mal en clase al no entregar las tareas, llegadas tardes y en el peor de los casos realizar un fraude mediante la copia u otras modalidades.

De aquí la ardua labor de los padres y la necesaria comunicación con los docentes para que estos hechos y otros no sucedan, al menos para reducir la posibilidad de cometer un error y en el peor de los casos, ser reiterativo, por parte de los hijos.

Al abordar el tema de la Educación sexual en una charla para estudiantes de primer año de diversas carreras, lo que se aprendía en “boca” de los amigos años atrás, donde los más adultos nos explicaban las bondades del sexo, algo así como un reto de no haber tenido relaciones sexuales todavía (casi un pecado) o bien ser auto instruido con alguna revista porno, hoy para los jóvenes resulta mucho más sencillo al “sumergirse” en las redes sociales.

De aquí que exista por una parte el aprendizaje ERRÓNEO de “aprender mucho más rápido” bajo la modalidad virtual y con ello la ausencia del padre o la madre en orientar debidamente una adecuada conducta sexual, vinculado a aspectos emocionales y vinculados con la pareja, como son el respeto, la comprensión, etc.

Luego no quedan dudas – a pesar de abordar este artículo, hablando de un tema tan controversial que en muchas ocasiones raya entre el mito y el tabú – que todos necesitamos consejos, todos, previo a la toma de decisiones, donde las opciones pueden reducirse a un Sí o un NO.

Hace poco una joven de otro país, la cual nos contactamos a partir de mis publicaciones siempre en temas de educación por diversos medios, me solicitaba consejos acerca de estudiar una maestría en el extranjero, dado que se encontraba desempleada (siendo docente) y que veía esa opción de alcanzar un grado superior lo que le permitirá un punto a su favor para laborar en lo que le gustaba: la docencia.

Ello conllevo a abordar temas medulares de su entorno familiar, los pros y los contras, donde uno de los problemas era el tener un hijo (4 años) siendo madre soltera.

Hablamos de planes A, B… y creo que no llegamos al Z, porque a larga de lo conversado se infería analizar los diferentes necesarios a corto y largo plazo, para llegar a la toma de decisión, obviamente una decisión muy personal.

Le puse ejemplos vividos – familiares, pero mucho más en el campo laboral -, que durante muchos años siendo administrativo en la universidad donde laboraba, atendía los problemas de disciplina de los estudiantes, lo que me permitió conocer de primera mano la amplia gama de contratiempos de nuestros jóvenes, los cuales constituyen prácticamente un “ejercito” de personas sedientos de ser aconsejados.

Conversamos tal vez…20 – 25 minutos y le desee, que todo le saliese bien, que era muy complejo, pero que la decisión era suya; a la mañana siguiente recibí un mensaje ¡Gracias por sus consejos, los tendré mucho en cuenta! No le respondí, pero en mi cara sentí el reflejo de una sonrisa.


[1] A través de Grafología podemos llegar a reconocer los rasgos dominantes que determinan nuestro comportamiento; las aptitudes, actitudes y los deseos inconscientes que subyacen a éste.

lunes, 18 de septiembre de 2023

¿Docentes sin empleo?

Conversaba con una compañera – vía red – la cual había emigrado y que en el país actual donde residía más allá de la burocracia (legalización de sus documentos, entre ellos permiso para trabajar, cédula, etc.), costaba conseguir trabajo como docente, y que las propuestas escazas que había conseguido el pago era inferior al que recibía el docente promedio del país.

Obviamente no cuestionaré si bien o mal, quedando claro la posición de ser migrante donde en ocasiones uno acepta lo que la proponga por una necesidad básica: alimentarse y tener donde dormir, la otra cara de la moneda no sería tener nada y sencillamente mendigar.

No exagero cuando digo mendigar, cuando veo a personas en los semáforos (ejemplo común en América Latina), lo cual no escapa en países desarrollados al menos a través de los diferentes medios audiovisuales.

Mi preocupación ante la interrogante del presente artículo, es que los docentes con la debida formación versus el porcentaje de estudiantes fuera del sistema educacional no puedan recibir clases, por diversos motivos siendo el factor primordial (una vez más la pobreza) y uno de ellos, aulas sobresaturadas de estudiantes.

Esto que me conlleva a la búsqueda de cantidades – números, de los que mis ex compañeros matemáticos, se pondrían muy contentos donde se demuestra la importancia y el sentido del uso de la matemática – en lo referente a estudiantes per cápita[1] o proporción alumnos-maestro, para lo cual hemos seleccionado la tabla siguiente correspondiente al nivel de primaria[2]:

Posición

País

Valor

año

1

República Centroamericana

83.41

2016

2

Rwanda

59.51

2018

3

Malawi

56.89

2018

35

Haití

33.41

1998

37

India

32.75

2017

53

El Salvador

26.89

2018

57

México

26.55

2017

102

Chile

17.79

2017

183

Noruega

8.59

2017

 Que si bien hemos realizado una selección como puede apreciarse en la posición, los países con más población se centran el en continente africano; en nuestra región América Latina (AL) una cierta disminución y ya en Europa es significativo el número de estudiantes por docentes, lo que nos da una muestra de la importancia del desarrollo de cada región o continente, que por supuesto debe ir a la par de la inversión que se destina a la Educación.

Muchos docentes pudieran al ver estas estadísticas que no es real, porque desde su punto de vista sabe a cuántos estudiantes HOY le está impartiendo clases y estando en AL, pareciera que ha sido traslada a África.

Por supuesto una “tabla” puede estar permeada por muchos factores: ¿abarcará las zonas rurales donde la relación estudiante/docente tiende a hacer mayor (al menos en AL) ?; ¿habrán cambiado las estadísticas posterior a la pandemia? Y otras tantas interrogantes que sería para llenar varias cuartillas.

Y no solo es ver que se hace en Noruega y en general los llamados países bajos, sino lo que la lógica infiere, en cuanto a con datos en la mano de un país a quienes le correspondan dicha toma de decisiones, construir más escuelas; coordinar con las instituciones formadoras de docentes para captar nuevos estudiantes; elevar la dignificación del docente y con ello rescatar el respeto y prestigio que se merecen; salarios decorosos; establecer mecanismos para la entrega de instrumentos tecnológicos y garantizar conexiones en las redes en espacios educativos; capacitaciones; rescatar a docentes jubilados; reformas educativas….

Sencillamente, ¡Inadmisible docentes sin trabajos y aulas super pobladas!


[1] Indicar la media por persona en una estadística social determinada.

[2] Tomada del Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). https://www.indexmundi.com/es/datos/indicadores/SE.PRM.ENRL.TC.ZS/rankings

lunes, 11 de septiembre de 2023

Una decisión muy compleja.

Recién haber recibido una invitación para participar como ponente en un congreso donde se aborda la problemática de la migración y su impacto en le educación, ello me traslado muchos años atrás dada mi condición de migrante, a los inicios de conocer una nueva cultura, adaptarme (lo cual lleva mucho tiempo lo cual implica respeto, tolerancia, etc.), pero sobre todo la búsqueda de trabajo ya que había una familia que mantener, alimentar, pago de la escuela, donde dormir…, entre otros.

El entorno y la casualidad de la carencia de profesionales de la docencia en el país, me facilitó, prácticamente en menos de una semana dar clases en una escuela secundaria para estudiantes de séptimo grado con la inexperiencia abismal, dado que procedía de una institución universitaria donde impartía clases para los primeros años de la carrera, es decir alumnos con 17 a 18 años para pasar a atender niños/as cuyas edades oscilaban entre 10 y 11 años –, pero había que comer.

El reto no paraba ahí, era necesario buscar más trabajo, ya que la remuneración de uno solo, resultaba imposible para vivir con la más básico de los básico. ¿La solución? Tocar puertas, establecer prioridades: comprar - mediante préstamos bancarios - una computadora (nueva, cuya capacidad de memoria era de 2 MB); una moto de 50 cc para poderme entre los diferentes trabajos, ya que en bus no me daba tiempo.

Llegué a tener simultáneamente donde impartir clases en 5 universidades, dos institutos (de lunes a domingo), consultorías internacionales y comenzar a escribir mis primeros libros para estudiantes de la enseñanza media y bachillerato; sencillamente una vida de loco: mal dormía unas 4 horas diarias.

Pasaron unos 7 años en este trajín, donde pude encontrar trabajo fijo, con un salario razonable, lo cual me permitió “bajar el gas”, en cuanto al ritmo de vida.

Trabajar para una institución a nivel gubernamental y posteriormente pasar al sector privado en una universidad, para lo cual entre las dos pasaron 16 años, donde el factor común eran el dominio de las llamadas habilidades duras al ser directivo en el campo de la educación a lo cual asociaba (estamos hablando de inicios del siglo XXI), sin dejar de superarme constantemente en posgrados, y diplomados.

Que al lograr estabilidad laboral, ello no implicaba dormir a piernas sueltas, aumentando 1 hora más de sueño diariamente -recuerdan que anteriormente eran 4, ahora 5-, debía inclinarme hacia el fortalecimiento de lo que llamo mi escudo personal: las competencias blandas o socio emocionales, tales como dar el ejemplo; puntualidad, respeto, constituir un verdadero equipo, para lograr el trabajo en equipo, comunicación asertiva, estimular y reconocer el trabajo de mis colegas primero de mi equipo más cercano y posteriormente extensible a toda la institución como política, que no resultó sencillo, ya que fue necesario romper con esquemas, y sobre todo evitar seguir haciendo más de los mismo (por parte de los antecesores) lo cual en su momento era un (mal) hábito.

Hasta aquí todo parecía fabuloso, pero “la historia te pasa la cuenta”, tantos años de estrés, pensar que, si tú no estabas tu trabajo se iba a caer abajo todo, conllevó a determinadas enfermedades como hipertenso y sus consecuencias.

¿Inmolarme? No queda dudas que una persona que es educador/a, sin menospreciar otras profesiones, donde en todas cualquiera sea su naturaleza, predomine el sentido de la responsabilidad y amor a lo que

se hace, su desempeño será positivo, pero más cuando se trabaja directamente con educandos, ávidos de conocimiento, donde puedes cambiar ¡conductas!

Es difícil realmente, cuando llega el momento de poner “el pie en el freno” de lo que has hecho prácticamente toda la vida, algo así como “apagarse”, entiéndase pasar de hipercinético a callado-taciturno-solitario, pero en fin la decisión final de darle el espacio a otros, lo determinarán las circunstancias de cada cual. Si yo pudiera, hubiese seguido, ¿y usted?

lunes, 4 de septiembre de 2023

Cuando nos engaña el subconsciente

Previo a profundizar en el título de hoy adentrémonos primero – como preámbulo - de qué es la mente: «se puede definir como el conjunto facultades intelectuales o mentales de una persona» / «es el conjunto de capacidades cognitivas que engloban procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria, imaginación, etc., algunas de las cuales son características del humano y otras son compartidas con otras formas de vida.

En particular dentro de las mentales encontramos el deseo, la sensación de dolor o las creencias, que son instancias, tipos o ejemplos de dichos procesos.

¿Y su vinculación con el subconsciente? Una primera acepción «la parte menos accesible de nuestra mente, donde se encuentran recuerdos e impulsos reprimidos», otra,  «todo aquello que tenemos guardado o almacenado debajo de nuestra propia consciencia, como si estuviera escondido»; de aquí que a las personas  les resulte muy difícil acceder a la información que se tiene almacenada tenemos almacenada en él.

Y, ¿qué guardamos en dicho “almacén”? miedos profundos, deseos reprimidos y experiencias traumáticas que incluso de manera consciente no nos gustaría recordar. Todo este contenido puede dar lugar a que aparezcan determinadas patologías como ciertos trastornos de ansiedad, miedos, fobias, etc.

Que, por supuesto pueden ser expresados inconscientemente, por ejemplo: cuando estamos hablando de un tema y de repente decimos una palabra o frase que no tiene relación con este.

Nuestro subconsciente resulta como un programa de ordenador/computadora que han venido siendo creados con el pasar de los años con las experiencias que hemos ido almacenando y este mismo programa (compuesto de ideas, creencias arraigadas, pensamientos, etc.) provoca que nos inclinemos más hacia una decisión que hacia otra, inclusive está en concordancia con nuestros verdaderos deseos y tomamos las decisiones que realmente queremos.

Investigaciones realizadas hay determinado que el subconsciente es una fuente de creatividad y que ayuda a resolver problemas, incluso aquellos que pareciera que no tuvieran solución.

Hasta aquí pareciera ser una clase de filosofía o psiquiatría o de cultura general.

Por lo que a partir de este momento empiezo a sustentar o particularizar lo referido y ya mencionado en algunos de los párrafos anteriores, como es el deseo.

¿Su definición más sencilla? «Cosa que una persona desea» / «Interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo», del cual se derivan un sinnúmero exponencial acerca de lo que uno desea – aunque a veces de inmediato no se pueda -, ejemplos: «… graduarme de…»; «tener un trabajo acorde a mis expectativas»; «encontrar la pareja ideal»; «viajar»; «tener un hogar propio»: «tener a mis familiares cerca», y pudiéramos continuar tantos en el campo material como emocional.

Pero si el subconsciente «nos traicionara», como fue el ejemplo citado de ‘…decir una palabra o frase que no tiene relación con este’, ¿qué sucedería en el caso de algo que tengas reprimido bien porque tus padres no te lo han permitido, o que siendo adulto/a, no te fue posible cumplirlo?

Aunque la atención ante cualquier `liberación' del deseo reprimido deberá ser atendido ante cualquier hecho moral o de otra naturaleza sobre la base de la adecuada comunicación efectiva y asertiva padre e hijos.

Ya en la adultez donde la persona tiene una madurez propia, lo que no resta que a la hora de dejar de reprimirse pudiese cometer en error, debe pensarlo muy bien, pero si lo desea para que forme parte de un buen recuerdo suyo guárdelo en su 'caja fuerte', la mente.