lunes, 22 de febrero de 2021

Adecuación del sílabo ante la educación virtual o remota.

¡No queda duda para el magisterio que la pandemia “cambio al mundo!” por completo; la modalidad presencial a remota o mal llamada virtual, con una mezcla de modalidades, por ejemplo: blended learning (aprendizaje combinado) con elementos de actividades presenciales y no presenciales o en un lenguaje más actualizado sincrónico y asincrónico, cada cual con un conjunto de actividades o procedimientos que las distinguen o las combinan.

Actividades que deben planificarse adecuadamente y que se concretan en el llamado sílabo (herramienta de planificación del curso que organiza los contenidos y el trabajo que se realizará en el periodo académico – establecido por el ministerio o secretaría de Educación o instituciones privadas - para lograr el aprendizaje que se propone en el periodo académico establecido)

Herramienta también denominada plan de clases, planeamiento didáctico. En resumen: constituye el nivel más concreto de planificación educativa. Se centra específicamente en los procesos de enseñanza – aprendizaje a nivel de aula, por lo que su responsable máximo es el docente.

Sílabo que responde a la microprogramación – entiéndase fase, que contiene la planificación detallada (el programa) de todas las asignaturas que conforman el plan de estudio de la carrera o nivel, año o grado de estudio – en dependencia del subsistema de Educación.

Programa cuyos contenidos seleccionados – por pedagogos, profesionales expertos, vinculados a la disciplina - deberán ser coherentes con el subsistema, por ejemplo: en la enseñanza media y bachillerato o preuniversitario suelen responder a una formación general, mientras que, en el ámbito universitario, un porcentaje responde a asignaturas también de formación general, pasando a una diversificación en años superiores en asignaturas denominadas básicas y específicas.

¿Cómo se estructura un sílabo? Existen diversos formatos establecidos que responden fundamentalmente al enfoque pedagógico establecido (por objetivos, por competencias), no obstante, sea uno u otro método el definido tendrán componentes didácticos comunes del Plan calendario y del sílabo como son: los objetivos o competencias, contenidos, formas de organización de la enseñanza (FOE)[1], Actividades de aprendizaje, Recursos didácticos y la Evaluación de los Aprendizajes.

Hasta aquí diría que lo formal, ¿pero acaso se requiere revisar, diría ante la educación remota el diseño de las actividades de aprendizaje, recursos didácticos y la evaluación de los Aprendizajes? Categóricamente la respuesta es afirmativa: ¡Sí!

El hecho mismo de no tener el estudiante delante presencialmente, sino detrás de una pequeña pantalla, que en ocasiones desconecta su rostro y solo deja activada su foto y abierto el micrófono, realmente “nos mueve el piso, por completo”

Parto de una primera propuesta de división a la hora de planificar las actividades de aprendizaje, recursos didácticos y la evaluación de los Aprendizajes, todas ellas ¿en cuáles sincrónicas y cuáles asincrónicas?

¿Quién duda que habrá que incorporar en los recursos didácticos el uso de tabletas, computadoras u ordenadores y celulares?, incorporando además de las consabidas características internas del recurso, siendo estos el nivel de abstracción del estudiante y sus posibilidades cognoscitivas, las presentaciones, video, el número o cantidad de mensajes, el contenido del mensaje y el tipo de canal (que permita ver, escuchar, manipular).

¿Qué decir de la evaluación, la cual puede verse afectada por un “copy page” en el mejor de los casos o por un fraude?, (por supuesto para los estudiantes deshonestos)

No queda de otra, que deberán revisarse las mismas, con mucha seriedad y profesionalidad, por los colectivos de docentes y pares de las asignaturas. Por lo visto nuevos retos para los docentes y que deberán tener en cuenta las instituciones.

[1] En la enseñanza media o bachillerato tradicional, la diversidad de formas de organización de la enseñanza suele ser menos amplias, centrándose mayormente en el docente como principal comunicador, el cual lleva “el peso de la clase”

lunes, 15 de febrero de 2021

No todos los días son iguales

Creo que para muchos el nombre del presente artículo pudiera resultar más que evidente, 7 días a la semana, que al menos en el idioma español distinguen uno de otro.

¿Significado de día? Tal vez para los más jóvenes que cursan clases de la enseñanza media, la respuesta sería sencilla, no así para los que por sr mayores olvidamos su definición o diferentes acepciones, lo cual les recuerdo: 1. “Tiempo que emplea la Tierra en dar una vuelta sobre sí misma, equivalente a 24 horas, y que se utiliza como unidad de tiempo; se cuenta normalmente desde las doce de la noche hasta veinticuatro horas después”; 2. “Porción del día en la que dura la claridad del Sol sobre el horizonte”

Pero me atrevo a establecer una nueva propuesta de clasificación de los días, siendo éstos: 1. Alegres; 2. Rutinarios y 3. Tristes

Me dirijo a la definición de la palabra alegría y encuentro: “Sentimiento de placer producido normalmente por un suceso favorable que suele manifestarse con un buen estado de ánimo, la satisfacción y la tendencia a la risa o la sonrisa”

¿Rutinario? Sin dirigirme al diccionario, trataría de acertar como “…algo que se repite” y en el caso de Triste, lo relaciono con tristeza identificando lo siguiente: “Sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista, la insatisfacción y la tendencia al llanto”

Por lo visto alegría y triste son dos palabras opuestas (ambas adjetivos) según la universidad de Oxford Languages, que si fuéramos a juzgar ¿Qué nos agrada más? Votaríamos por la alegría, donde se repitiese una y otra vez con el propósito de lograr: la felicidad.

En el caso de la rutina, no lo recomendaría: soy del criterio que si bien debemos ser ordenados y organizados para muchas cosas, que resultan necesaria: ingerir alimentos a una hora X, seguir las orientaciones de los médicos a través de un plan o plasmado en una receta, hacer ejercicios (sin importar la edad), piense que puede hacer mañana que sea diferente con sus hijos, esposas, hermanos/as, amigos/as más cercanos de modo tal que en la balanza alegre-rutinario-triste, el fiel se incline con más frecuencia a que se generen “…sucesos favorables que suelan manifestarse con un buen estado de ánimo, la satisfacción y la tendencia a la risa o la sonrisa”

No quisiéramos nunca, pero existen los días tristes ya que es una realidad diría que amarga, compleja de digerir, de aceptar, que ojalá fuese una pesadilla y que al despertar estuviera allí la persona que era bonachona, entusiasta, regocijaba con su actuar, generaba júbilo en cualquier grupo, propensa siempre a despertar sonrisas , carcajadas…

Sin embargo no estás, pero me siento compensado cuando me refugio en tus fotos y videos compartidos, en saber que tu cuerpo se disolvió en el mar – porque así lo pediste – lugar que te hacía feliz cuando buceabas o pescabas.

Y allí cada vez que vea el mar, allí estarás tú sonriendo, haciéndonos que tratemos de seguir siendo alegres como nos enseñaste. Un abrazo grande.

lunes, 8 de febrero de 2021

Cuando se modifica la naturaleza del… foro

Tal vez al escuchar la palabra foro, inmediatamente podríamos asociarlo al llamado foro romano, entiéndase el foro de la ciudad de Roma, es decir, la zona central, semejante a las plazas centrales en las ciudades actuales, donde se encuentran las instituciones de gobierno, mercado y religión, que a su vez se comunicaba a través de un camino procesional, la Vía Sacra, conectándolo con el Coliseo; posteriormente los foros pasarían a ser los antecesores de las plazas actuales.

Si nos remitimos al diccionario encontraremos justamente una primera definición siendo esta: 1. Plaza central en las ciudades de la antigua Roma donde estaban los principales edificios públicos y se celebraban las reuniones políticas y los juicios

Y una segunda: Lugar donde los tribunales oyen y determinan las causas, en el cual se debatía, discutía, generando contradicciones, disputas entre los participantes.

La vida cambia, la tecnología nos invade y encontramos los llamados foros vía internet o foros electrónicos, considerado un sitio de discusión en línea bajo la modalidad asincrónica donde las personas publican mensajes, analizan, confrontan, intercambian opiniones o información alrededor de un tema, creando de esta forma un hilo de conversación jerárquico – moderadas por un coordinador, quien generalmente introduce el tema, formula la primera pregunta, estimula y guía, sin presionar, otorga la palabra, pide fundamentos, explicaciones y sintetiza lo expuesto antes de cerrar - en los que los usuarios de la web responderán con sus opiniones.

La diferencia entre esta herramienta de comunicación y la mensajería instantánea es que en los foros no hay un "diálogo" en tiempo real, sino nada más se publica una opinión que será leída más tarde por alguien quien puede comentarla o no (de aquí lo asincrónico), por todo lo anterior se les denominan Foros offline donde como hemos comentado se deja un comentario y los visitantes pueden dar su opinión al respecto.

Otra característica es que son privados[1] (al menos los utilizados para clases remotas o virtuales), donde solo tienen acceso los usuarios registrados en uno de los siguientes grupos: administrador, moderador, y miembro(s). Para tener acceso a este tipo de foro, no obstante, el administrador debe aún permitirle la entrada.

La particularidad en el caso de ser utilizado en la academia como herramienta de enseñanza-aprendizaje, denominado foro de aprendizaje, éste también permite el fortalecimiento de la socialización y la retroalimentación.

Otras ventajas del foro como un elemento a considerar como tarea para sus estudiantes, son: La interacción entre pares hace que fluya el aprendizaje, permite que argumenten con fundamento sus respuestas, generando una habilidad cognitiva de orden superior; se obtiene mayor información de un tema y se genera conocimiento con la información que proveen los participantes a través de sus diferentes aportes

Además permite enfocar o analizar un mismo tema desde diferentes ámbitos, con las variadas experiencias o puntos de vista de los participantes, enriqueciendo el proceso enseñanza-aprendizaje; Impulsa a los participantes a desarrollar el pensamiento estructurado, crítico y creativo, cuando plantean sus respuestas o aportes.

Otros aspectos positivos lo son promover el respeto, tolerancia y apertura hacia la opinión de los demás; trabajar en equipos (siendo creados previamente o asignando roles a los estudiantes) que permite de manera más equitativa, justa, evaluar a los/as jóvenes ya que queda el registro de los aportes e interacción de cada miembro del grupo.

¿Se entusiasma profesor(a)? ¡Pruébelo como competencia digital!, lo cual le pondrá a tono con los que los/as estudiantes desean hoy en día con el uso de la tecnología. Es un reto, pero no dudo de su profesionalidad.



[1] Tenemos el Foro Público: El foro público es aquel donde todos pueden participar sin tener que registrarse. Todos pueden leer y enviar mensajes.

lunes, 1 de febrero de 2021

Habrá que cambiar…no hay de otra.

No queda duda que la tecnología sufre cambios con el transcurso del tiempo, por ejemplo: el automóvil, el cual ha recorrido muchas modificaciones desde su origen propulsándose con vapor, petróleo (derivados) y la electricidad

El primer vehículo a vapor (1769) fue el Fardier, creado por Nicolas-Joseph Cugnot; Alrededor de 1870, en Viena, el inventor Siegfried Marcus hizo funcionar el motor de combustión interna a base de gasolina, conocido como el “Primer coche de Marcus”.

Por su parte en el caso del empleo de la electricidad en los automóviles, tenemos que Robert Anderson inventó el que sería el primer y rudimentario vehículo eléctrico entre 1832 y 1839, propulsado por celdas eléctricas no recargables.

Por supuesto todos continuaron evolucionando hasta lo que podemos apreciar en el día de hoy tal vez físicamente o promovidos en comerciales proveniente de Europa y Estados Unidos.

Toda esta introducción me conlleva a reflexionar sobre la duración o modificación del libro de texto ¿físico o digital?

Varios han sido los artículos donde he votado por la continuidad del texto “en modo” físico, hemos mencionado su origen con la creación de la imprenta en 1440, y publicación del primer libro en 1449 por Johannes Gutenberg (por lo que supongo que muchos de los llamados copistas a mano o manuscritas, de forma gradual pasaron al desempleo, talón de Aquiles de los avances tecnológicos); su permanencia y uso con mayor énfasis en Europa, India, Tailandia y China donde los lectores dedican entre 9 y 11 horas a la semana por persona.

Sin embargo a pesar que la literatura latinoamericana es una de las más ricas del mundo, esto no hace que sea la primera opción a la hora de entretenerse en América Latina. Los países donde más se lee son Chile con 5.4 libros al año, México con 5.3 y Argentina con 4.6 seguido de Brasil con 4 libros al año.

Un factor recurrente que casi se convierte en una constante – al menos en América Latina – es el costo de los textos, lo que limita la compra de los mismos, que si bien en la era de hoy lo facilita (el valor de los mismos) sumándose a las bibliotecas virtuales, donde tienes la oportunidad de alquilar el texto digital por un tiempo determinado, siendo exclusivo para el que realiza la inversión (generalmente los padres) tendrás que añadirle el uso de recursos tecnológicos (internet, computadora, tableta, etc.) encareciendo significativamente el acceso a los mismos.

De aquí hechos reales que ponen en tela de juicio el uso del texto digital y genere durabilidad y continuidad del uso físico.

Nada como sentarse tras un rato de ocio, en la lectura de un libro, pero…comencé a dudar cuando tuve la opción de que me compartieran algunos textos digitales, retomando una tableta que tenía (7 pulgadas de diámetro) y utilizarla como lector de libro electrónicos (Ebook Reader)

Poner la pantalla en modo nocturno (o lectura), para evitar el cansancio de los ojos a partir del brillo de la pantalla; ello me evitaba además el tratar de despegar una hoja de la otra para pasarla, sino que con el deslizar suavemente el dedo sobre la pantalla táctil y continuar inmerso en la lectura.

Maravilla, cuando logré también disponer del aumento (zoom) del tamaño de las letras y qué decir de marcar con un toque, en que página quedé, para que en la próxima ocasión ahí estuviera la misma esperándome para continuar “devorando” página tras página.

Me queda claro que el factor económico como brecha, además del tecnológico reduce la posibilidad de que el texto físico desaparezca pero… ya comienzo a dudar.