lunes, 29 de julio de 2019

La necesidad de ser cultos


Tradicionalmente, atribuimos la codiciada categoría de "persona culta" a las que, además de haber cursado una carrera superior, dedican la mayor parte de su tiempo a la lectura. O a quienes están al día de lo que ocurre entre nosotros y en el resto del mundo. O a las que se desenvuelven con cierta soltura en la historia, la ciencia, la filosofía, la economía o la literatura y las demás manifestaciones artísticas.

No es fácil, por tanto, ser una persona culta. Pero, ¿no hay otras acepciones para este término de cultura? Maslow, científico de la psicología y experto en la investigación de las conductas humanas, describió y catalogó hace ya varias décadas las necesidades de las personas y las clasificó en "básicas" y de "crecimiento".

Dentro de las necesidades básicas (las que hemos de satisfacer para poder aspirar a un mínimo desarrollo como seres humanos y a un cierto equilibrio personal), situaba la de ser personas cultas. Pero no especificaba qué nivel de cultura es el que consideraba básico. En términos abstractos, puede decirse que el desarrollo cultural de las personas se concreta en la adaptación inteligente al medio en que viven, para poder así interpretarlo y transformarlo según sus necesidades y deseos. 

Pero es este es un proceso que no puede producirse individualmente: se requiere la comunicación entre los individuos y los grupos, que comparten saberes, actitudes, experiencia, emociones,...; Para participar en este proceso, dinámico por naturaleza, cada persona ha de saber comunicarse, y poseer los códigos necesarios para interpretar el pensamiento, las vivencias y los "descubrimientos" de los demás.

Por eso, hemos de aprender y perfeccionar continuamente esos lenguajes, mediante la lectura, la conversación, la interpretación de las bellas artes, de las imágenes audiovisuales, del uso correcto de las redes sociales. El acceso a la cultura es un proceso personal, de transformación interior. Nuestra cultura individual inicial nos la proporciona la propia vida, las experiencias que hemos ido acumulando. Sin duda, hay mucho de cierto en el rotundo aserto popular de que "la mejor universidad es la propia vida". Pero sabemos que no es suficiente. 

Si bien la vida nos permite acumular experiencias y conocimientos insustituibles, nuestro objetivo de una existencia equilibrada y plena nos exige acercarnos a vidas ajenas y distintas a la nuestra, a otros contextos culturales, económicos y geográficos. Cuando extraemos lo positivo de nuestras vivencias, cuando nos interesamos por cómo disfrutan o padecen los demás, nos situamos ante el mundo de una forma más abierta y receptiva, que nos permitirá sacar más rendimiento a nuestra vida.

Y comprender mejor cuáles son las circunstancias que la condicionan. La cultura, en suma, no se limita exclusivamente al mundo de los conocimientos académicos, ni a lo que está escrito en los libros. Cultivar muchos de estos apartados nos hará, probablemente, personas más sanas, equilibradas y ricas en conocimientos, además de más libres e independientes. 

Nos permitirá, además, una percepción del mundo más rica y más personal. Y nos convertirá en individuos más libres, menos manipulables y menos atados a prejuicios, tópicos o supersticiones. Todo ello, sin olvidar que nos abre un infinito abanico de posibilidades para cubrir a plena satisfacción nuestro tiempo libre. 

¿Está de acuerdo conmigo? Espero que sí.

lunes, 22 de julio de 2019

¿Papá jugando a su edad?

Ser adulto implica muchas cosas: madurez, responsabilidad, seriedad, el control de los sentimientos, la ejemplaridad de nuestra conducta, aunque en la realidad ocurren hechos que lejos de convertirnos en personas equilibradas y dichosas nos conducen en ocasiones a frustraciones y a soslayar, por impropias de nuestra edad y de nuestro estatus de padres, propuestas que nos proporcionarían mucha satisfacción, a pesar de las criticas que podríamos recibir de nuestros propios hijos. 

¿Ejemplo? Jugar baloncesto, pelota, en general un deporte que pudiera valorarse como propio para jóvenes aunque no seamos tan rápido en trasladarnos de home a primera base o meter tantas canastas.  Para muchos ser padre representa el concepto enseñado sobre la vida. Contiene lo que hemos grabado de nuestros padres, abuelos y otras figuras de autoridad. 

Cuando actuamos desde esta posición, la manera de ver la vida y nuestro pensamiento, debe ser para muchos repetir esta conducta. 

Se es padre cuando opinamos, aconsejamos, protegemos y actuamos según la tradición, y siempre que operamos con poder y seguridad. También cuando formulamos juicios, analizamos la información, reflexionamos, tomamos decisiones, calculamos las posibilidades y actuamos con pragmatismo y según el criterio de la oportunidad. 

Pero lo anterior no quita, ni resta que evidenciemos con algunos “añitos arriba”, la vivencia intensa de las emociones, la intuición, la creatividad, la impulsividad y la curiosidad, entiéndase permitirnos sentir y aceptar el miedo, no prohibirnos la rabia, asumir la tristeza y la alegría en todas sus formas. El único límite será el respeto a los otros y a nuestro equilibrio personal.

Desarrollar la intuición, ese sexto sentido que parece tener tan poco que ver con la racionalidad. Ese olfato para captar los matices, para interpretar las situaciones y diseñar conductas; Dar rienda suelta a la creatividad, apartándonos de los cánones, de lo aprendido, de lo que nos lleva por carriles preestablecidos. Dibujar, pintar, modelar, cantar, tejer, tocar un instrumento, cultivar plantas o árboles, coleccionar, escribir;  acceder a otros conocimientos, a opiniones y culturas diferentes; 

Desde hace siglos (erróneamente) se ha considerado que cuando somos adulto nos corresponde comportarnos exclusivamente como padre y adulto, arrinconando, o mejor, enterrando, al niño que llevamos dentro. ¿Acaso no tenemos derecho a ser espontáneos, sinceros, alegres? Una vida emocional equilibrada y dentro de ella la reivindicación de en el momento propicio comportarnos como menores, aunque para ello debamos desoír algunas convenciones sociales, y nuestro (lamentablemente, muy desarrollado) sentido del ridículo. 


Ahora bien, antes hemos de concedernos a nosotros mismos el permiso de ser como sentimos. En suma, de ser felices, y disfrutar la vida, y de entenderla según nuestros propios criterios, recordando que sólo se vive una vez, y que nos merecemos la oportunidad de que este breve tránsito que es la existencia se parezca lo más posible a lo que nosotros entendemos que debe ser. 

No desperdiciemos momentos para pasarlo bien. Hoy puede ser un gran día, no esperemos a mañana. ¿De acuerdo conmigo mis compañeros de edad?

lunes, 15 de julio de 2019

¿Favorece la indisciplina al desarrollo de la clase?

Posiblemente, no solo los y las docentes que son habituales lectores de esta columna, sino también padres y madres de familia, dirán al unísono un rotundo: ¡NO! 

Para profundizar analicemos algunas definiciones de la palabra Disciplina: 1. “Constituye la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien”. 2. “Comportamiento en el cual el alumno se rige a través de leyes del respeto hacia el profesor y con y para los compañeros del aula”. 3. “La disciplina es la entrega de lealtad a ciertas condiciones impuestas por algo o alguien”. 

¿Y en el caso de indisciplina, su concepto? Se considera la deslealtad o irrespeto a ciertas condiciones impuestas por algo o alguien. En una de las definiciones anteriores mencionamos “… algo o alguien” ¿Quiénes pueden ser éstos? 

Dos actores imprescindibles como una unidad en la enseñanza: educando – educador. El primero, quien deberá cumplir las normas establecidas por la institución, a través de un reglamento académico, exigidas por el segundo: el docente. ¿Lo anterior conduce a que siempre el docente tenga la razón? 

No necesariamente, ¿qué sucedería si: la clase que se imparte resulta meramente expositiva, rayando en la monotonía?, ¿si llega molesto – por algún factor externo, ajeno al estudiantado - al aula e intenten dar en una clase, lo que corresponde a un mes de clase?; ¿Qué no proporcione el descanso entre las dos horas clases?, ¿Qué se llegue impuntualmente a clases? ¿Y en el caso del estudiante? 

Cuando abusa de la confianza del docente inclinándose hacia comportamientos inadecuados tales como: escuchar música, chatear, estar más pendiente de lo que sucede fuera del aula, mal sentado afectando el mobiliario, mientras se imparte la clase; fuera de clase, cuando no cumple con su deber, estudiar, que puede evidenciarse a través de no cumplimiento de la entrega de trabajos, no participar en clase, asistir a clases, etc. Todo lo anterior es indisciplina, producto de una falta de comunicación extraordinaria entre ambas partes por un lado y por otra parte un problema serio, grave que es la falta de autoridad del docente para mantener la disciplina. 

 La autoridad del docente tanto en lo que enseña, como en el aula para mantener la disciplina y el orden en un grupo son puntos clave para una buena educación, si la autoridad falla, en cualquiera de las dos partes se pierde el control de grupo y es cuando la educación peligra. ¿Consecuencias posibles? 

Falta de respeto entre ambas partes y que finalmente “la cuerda puede romperse por la parte mas débil” un estudiante que no aprende, que no aplica lo aprendido, que no se pudo disciplinar, ser consecuente con sus deberes de estudiante, y finalmente quedar aplazado. 

Es muy importante darnos cuenta que en manos de los que somos docentes, tenemos una riqueza muy grande que son los jóvenes, que trabajamos con personas, no con seres inanimados y que de nosotros depende en gran medida el que logren desear ser educados.  
Es probable que alguno de ellos llegue a dedicarse también a la enseñanza y educación en un futuro y le sirvan nuestras habilidades y conocimientos transmitidos, siempre y cuando sean correctas, hacia su persona para que llegue a ser un gran educador. ¿Tiene ejemplo usted profesor de ex estudiantes, que posteriormente han sido colegas suyos?

lunes, 8 de julio de 2019

La calidad en las instituciones educativas (parte 2 y final)


La semana anterior, abordamos la problemática – apoyándonos en algunos elementos a nivel básico y pre universitario o bachillerato -, entre la enseñanza pública y privada, que podían incidir en la calidad del graduado, no siendo categórico, ya que muchos jóvenes son excelentes en logros, por ejemplos concursos nacionales e internacionales, independientemente de la naturaleza de la institución.

Y que la decisión de donde estudiar la definen los padres o tutores, teniendo como limitante el factor económico. ¿Difiere en este comportamiento las instituciones universitarias?
Enseñanza universitaria (de 4 a 7 años de estudio)
Factores
Públicas
Privadas
Ingreso
Se realizan pruebas de ingreso lo cual excluye a los estudiantes al menos en las carreras que solicitan
Suelen realizarse preferentemente en el campo de los idiomas
Burocracia
Alta
Menos, pero no escapa
Matrícula

Elevada (proceden de todo el país)
Limitada por la infraestructura
Número de estudiantes por salón de clase con mayor énfasis en 1er año
Sobresaturados (50-60)

Adecuados (entre 15-30)

La cantidad suele reducirse de forma gradual en la medida que ascienden a años superiores
Estructura de las instalaciones
Adecuada, cuentan con recursos – locales especializados - en función de las carreras que se imparten
Suelen invertir de forma “cautelosa”, unas se arriesgan más que otras en función de la oferta académica y la competencia
Tecnología
Herramientas tecnológicas limitadas al menos en cuanto a laboratorios de computación y número de computadoras; no todos los estudiantes cuentan con celulares y computadoras portátiles
Herramientas tecnológicas (cada estudiante cuenta al menos con alguna tableta, celular, computadora personal)
Profesorado
Calificado
Calificado
Remuneración
Definido por el estado, con la presencia de escalafones según el grado académico y años de trabajo
Difiere en cuanto al grado académico, no se establece escalafón, ni existe variación en cuanto a los años de trabajo
Planta docente
Alta en número dada matrícula, personal contratado a tiempo completo o medio tiempo
Reducida, siendo proporcional en función de la matrícula (personal contratado preferentemente bajo la modalidad de  servicios profesionales) Los docentes pueden impartir varia asignaturas correspondientes a una misma disciplina
Capacitación
La existencia de un escalafón promueve que el docente vea como una necesidad su superación, y lo que implica
Suelen brindar capacitaciones internas (posgrados, maestrías) dándoles facilidades de pago al docente. La participación se ve limitada, por el personal, al laborar en otras instituciones educativas o centro de trabajos según la naturaleza de la carrera
Divulgación de la oferta académica (marketing)

Mucho mayor

Estos factores - y otros, que hemos excluido por problemas de espacio – donde una vez más el poder adquisitivo de la familia determinarán a dónde va el estudiante, si es que aspira a cursar una carrera universitaria, ¿y en cuanto a la calidad del graduado? Lo determinará el propio estudiante con su esfuerzo extraordinario, con sus notas y Menciones honoríficas CUM LAUDE - SUMMAN CUM LAUDE; ¿y en el caso del centro? 

Dependerá como “oscile”, tomando las mejores experiencias de los diferentes rubros antes mencionados, para bien de la propia institución.

Sostener la calidad institucional es compleja, pero no puede perderse de vista a pesar de los problemas sociales, económicos y otros que puedan existir, y que pudieran permear como tal los aportes de los y las jóvenes graduados a la sociedad.

¿Está de acuerdo usted, con lo aquí expresado?

lunes, 1 de julio de 2019

La calidad en las instituciones educativas (parte 1)


Siendo estudiante – siempre en instituciones públicas – resultaba muy complejo, difícil, medir, conocer o al menos tener un criterio propio de si realmente los centros privados superaba en formación, aprendizaje a los públicos. Solo un cambio de rol, me permitiría reflexionar al respecto: profesor.

Obviamente – para ser más justo – necesitaba trabajar “desde adentro” ambos ambiente: el público y el privado. Y por cierto cuando saco cuentas - de mi vida como educador- laboré casi, casi el 50% en uno u otro tipo de categoría, a lo anterior se suman varios años en el propio Ministerio de Educación en el ámbito curricular en la enseñanza media; paralelo a esto impartir clases y posteriormente en el área administrativa vinculado siempre a planes de estudio de diversas carreras, por ende a nivel universitario.

Con este posible aval -además de haber laborado a través de consultorías las Secretarías o Ministerios de Educación en varios países centroamericanos - lo me permitió en el largo camino encontrar algunos elementos comunes, pero también dispares, que bien favorecían o debilitaban la calidad de la educación.
Enseñanza media (7mo – 11no grado)
Factores
Públicas
Privadas
Burocracia
Alta
Menos, pero no escapa
Número de estudiantes por salón de clase
Sobresaturados (50-70)
Adecuados (entre 15-20)
Estructura de las instalaciones
A pesar de los esfuerzos de los directivos, la masividad hace que se deterioren rápidamente
Pertinentes, mucho más cuidadas
Tecnología
Herramientas tecnológicas limitadas al menos en cuanto a laboratorios de computación y número de computadoras; cuentan con celulares y computadoras portátiles donadas por proyectos
Herramientas tecnológicas (cada estudiante cuenta al menos con alguna tableta, celular, computadora personal)
Profesorado
Calificado parcialmente dado que imparten varias disciplinas donde no necesariamente están suficiente preparados para ellos
Mejor calificado
Remuneración
Más baja (definido por el estado, con la presencia de escalafones)
Más alta
Planta docente
Muy alta en número dada matrícula supernumeraria, personal contratado a tiempo completo o medio tiempo
Proporcional en función de la matrícula con que cuenta el centro (personal contratado a tiempo completo o medio tiempo)
Capacitación
Masivas, una vez al mes donde los docentes asisten a la propia de su especialidad y no necesariamente a las que imparte
La institución se preocupa por la capacitación de los mismos; se realizan en períodos que no suelen afectar sus clases


En este cuadro – algunos posiblemente de acuerdo, otros no – podría dar respuesta a porque muchos de los especialistas del ministerio, padres de familia, se esfuerzan laboral y económicamente para enviarlo a instituciones privadas y no públicas, lo que evidentemente genera una amplia brecha entre uno y otro tipo de centro. ¿Me equivoco? Necesito de su opinión. Continuaremos…