
¿Qué me ha permitido lo anterior? Primero haber cumplido un
sueño y con ello una vocación incipiente desde casi los 16 años de edad, en un
concurso para escritores de radio y televisión de mi país natal, quedando a
nivel nacional en uno de los tres primeros lugares tras varias pruebas, pero lo
que no llegó fue la carta para presentarme en la institución correspondiente.
¿Frustración? No, tal vez justificado por ser joven y buscar
nuevos horizontes, además de los estudios universitarios, por ejemplo idiomas;
pasaron los años – muchos – donde la experiencia de escribir, siempre siendo
¿aventurero, osado, emprendedor (término desconocido en la década del 90)? me
permitió mis incipientes pininos - se refiere a los primeros pasos que se dan
en alguna actividad, arte o ciencia, considerado un mexicanismo, es decir, una
palabra propia del español de México) facilitados por algo un tanto semejante a
lo que contaba en el segundo párrafo: una convocatoria para formación de
escritores por un organismo a nivel internacional, llegando a ser seleccionado
para representar a mi nueva casa (país) con una representación de 5 personas en
un evento centroamericano.
Hoy décadas después con más tiempo, madurez, experiencia,
condiciones una vida un poco más sosegada, menos estrés, dedicándome en un alto
porcentaje a la escritura (nacida en la antigua Mesopotamia, y en concreto en
el seno de la cultura sumeria, tres o cuatro mil años antes de Cristo, aunque
en el caso particular de la primera gramática de la lengua castellana - y la
primera de una lengua moderna europea -, publicada en 1492 por Antonio de
Nebrija en Salamanca en su obra Grammatica) para lo cual me nutro
fundamentalmente de un conjunto de insumos como son la lectura, la
investigación, audiovisuales, recuerdos y sentimientos.
¿Sentimientos? Entiéndase, estado de ánimo o disposición
emocional hacia una cosa, un hecho o una persona. Vista la definición y el
nombre del artículo de hoy, la respuesta es sí. Hay personas que determinados
hechos muy puntuales en la vida cotidiana (en los cuales me incluyo), nos hacen
muy susceptibles donde fácilmente la respuesta se evidencia en una lágrima en
una sonrisa (una u otra o ambas inclusive), por ejemplo: en el nacimiento de
una hija/nieta; en la graduación de las mismas con el paso de los años, ante un
familiar cercano que logra superar una enfermedad (con una combinación de ser
escuchado por tus dioses y la aplicación de la ciencia), cuando cuentas con una
persona que te ama y te lo demuestra en las buenas y las malas, en la ocasión
que se toman decisiones difíciles y que con extraordinarios esfuerzos ante una
nueva cultura logran vencer los obstáculos y llegan a posicionarse con trabajos
honrados, dada la disciplina y perseverancia con los que nos educaron nuestros padres.

¿Mi intención? Hacerlos reflexionar y de ser posible que se
vean inmersos en uno u otro de los párrafos y tal vez para arrancarles una lágrima,
una sonrisa (o ambas)
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