lunes, 6 de julio de 2020

¿Cómo lograr que te presten atención?


Una persona que atiende expresa interés, cuidado, esmero, vigilancia, curiosidad, observación, inclinación, escucha, aplicación, reflexión, meditación, análisis. 

¡Cuántas cosas pueden lograrse, si realmente un docente, un padre o madre de familia lograr captar desde un comienzo a quién se dirige!

Por otro lado quién que presta atención evidencia cortesía, educación, consideración, respeto, amabilidad, urbanidad, delicadeza, miramiento, solicitud, deferencia, obsequio, cumplido, servicial, afecto, cariño, cordial y agasajo. A lo anterior le sumo interesado, vigilante, observador, alerta, avizor, concienzudo, cuidadoso.

La problemática se centra ¿en cómo captar la atención del niño, joven, hasta adulto e inclusive los más adultos? Considero en lo personal, que la posible respuesta estaría en estrategias diferentes, para edades diferentes. Analicemos lo antes señalado.

Iniciemos con los más pequeños ¿pre kínder o preescolar, primaria? Diría que lo esencial las actividades lúdicas - ¿Lúdico? Todo aquello relativo al juego, recreación, ocio, entretenimiento o diversión. El término lúdico se origina del latín ludus que significa “juego”.

En los niños y adolescentes, la práctica de un ejercicio lúdico es indispensable para su crecimiento personal y social, además de ser visto como una alternativa de ocio saludable. Sin embargo, más allá de la recreación, el método lúdico sugiere actividades formativas que estén de acuerdo a la edad de los estudiantes, al contenido del currículo y a los valores educativos que se deseen impartir.

Se ha demostrado que los mismos aumentan de la autoestima, desarrolla creatividad y pensamiento, estimula la socialización, entre otras.

¿Y en el caso particular de la televisión u otro recurso audiovisual? Hay instituciones educativas que apoyan a padres de familias y estudiantes para actividades en el hogar – denominadas trabajo no presencial, al no estar el estudiante frente al estudiante – y que le complementa o apoyan en su estudio.

Al niño o niña al igual que en la escuela tiene un horario propio de la misma, clases, recesos, juegos, alimentación, tendrá que establecerse en casa uno muy semejante, bajo el cuidado de un adulto, siendo importante equilibrar su conducta o comportamiento con el estímulo – aunque no siempre - y sobre todo mucha paciencia.

Similar en el caso de un adulto cuando selecciona en la tele o plataforma digital una serie o novela, los pequeñitos pueden hacer exactamente lo mismo, guiados y apoyados por padres o tutores.

¿Y en el caso de los estudiantes de enseñanza media, pre universitaria y universidad? Con el incremento de la edad los intereses de las personas cambian, se suman un número de roles no presentes en la infancia, como es el caso de más responsabilidad, colaborar en el hogar, cuido de sus hermanos menores, inclusive trabajar (informal o formalmente), que pudieran ser contraproducentes si el o la docente no logra identificarlos a tiempo y conllevar a un fracaso académico. ¿Pero jugar a esa edad? 


Jóvenes capacitándose
¡Por supuesto! Existen hoy en día una amplia diversidad de juegos aplicables a clases (presencial o tele presencial); por cierto, les cuento una anécdota: hace algunos años en una clase de maestría, una de mis actividades iniciales – un poco para romper la levantada temprana de los estudiantes, la pesadez del viaje y la digestión del desayuno – le presentaba varios rostros (en diapositivas) de actores, actrices, músicos y de estos últimos en particular les solicitaba para reconocerlos una canción – “un tanto movidita” – quienes coincidían, les invitaba a bailar y lo hacían, se les premiaba con chocolates y… comenzábamos la clase.

En resumen: creo que alcanzaba captar la atención. Por cierto, ¿lo logra usted profesor, docente, maestra?

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