Luego centrar la atención en una definición y menos
evaluarla, no era nada productivo, más cuando se basa en la memorización -
entiéndase la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla
voluntariamente -, por ejemplo[1]:
quienes escuchan la palabra (actividad verbal) del docente y no toman apuntes,
solo el 5% del estudiantado, lo retiene durante dos semanas, sin embargo el
mismo tiempo de retención, cuando en la clase se desarrollan actividades (participativas)
donde los jóvenes discuten y opinan, la retención es del 50 %.
No queda duda que las Leyes – muchas - que rigen a las
llamadas Ciencias Naturales, que comprenden un conjunto de disciplinas de
carácter científico que se dedican al estudio de la naturaleza, son
importantes, pero que son validadas y se hacen reales al ser demostradas su
aplicación, por ejemplo: si viajas en un automóvil y éste - ante un peatón
imprudente, que aparece de la “nada”, - se detiene bruscamente, tu cuerpo se
inclinará hacia adelante. ¿Motivos? Aplicas la primera Ley de Newton[2]
o Ley de la Inercia, y que no es por menospreciar los aportes de este brillante
científico y menos olvidar su nombre, sino que de no ponerte el cinturón de
seguridad adecuadamente podrías salir despedido por el vidrio delantero, en el
mejor de los casos.
Obviamente profesor, no ponga en práctica esta experiencia
(broma), pero utilice otros ejemplos que demuestre no solo las leyes antes
referidas, sino otras como las Leyes de la termodinámica, de Mendel, de Kepler,
entre otras.
En más de una ocasión he expresado – criterio por supuesto
muy personal – que debieran abolirse del todo las evaluaciones que conlleven a
la memorización; por cierto hace poco escuchaba en un programa televisivo, la
entrevista a un científico – creador de una de las vacunas contra el COVID –
donde hacía referencia a que para la defensa de su doctorado, su “examen” ante
el jurado, su defensa fue oral, al igual que cuando fue estudiante
universitario y posteriormente profesor e investigador: reitero Oral.
Obviamente es muy complejo evaluar de esta forma ante grupos
muy numerosos, donde no caben los estudiantes en el aula (ni física, ni
virtual), pero no yéndonos a los extremos, es aplicable mediante actividades de
control sistemático.
A todo lo anterior sumo, que – ya siendo aplicados, aunque
la experiencia es poca a partir del teletrabajo o clases en línea, considerando
los años de la pandemia y algunos desatinos de que hacer para dar una respuesta
de la no suspensión del período escolar, siendo uno de ellos sostener el mismo
de número de horas clases presenciales, bajo la modalidad remota – las
evaluaciones a través de medio electrónicos como computadoras, ordenadores,
tabletas, celulares, deben cambiar.
Cuando el estudiante dice y hace – considerado como
actividad académica pura – logrando enseñar a otros, se retiene al menos durante
dos semanas el 90 %. ¿Lo aplica usted profesor(a)?, se lo recomiendo.
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