lunes, 20 de diciembre de 2021

Desde la perspectiva de un emigrante.

No es lo mismo ser emigrante que inmigrante, aunque una misma persona puede cumplir con ambos requisitos una vez que se traslade de su lugar de origen, llegando a un nuevo destino para establecerse en dicho lugar.

Aspecto – ya tratado en el artículo anterior[1] - que para cualquier persona que tome la decisión de emigrar, no necesariamente su perfil (entiéndase aquellas características y rasgos que son intrínsecos a un individuo y que sirven para diferenciarse de otras; se omiten las cualidades y características físicas, enfocándose en las características que no son visibles) habrá de ser el mismo, que cuando se convierte en inmigrante, ni tampoco todos los emigrantes tienen un mismo perfil. Pasemos a su análisis.

En nuestra región – América latina – el comportamiento en cuanto a las características sociodemográficas de los emigrantes varía entre regiones (América central destacándose los países pertenecientes al Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala), Suramérica y países del Caribe) identificando ciertas variables como son: la edad, la escolaridad, el sexo, el estado civil, el ingreso y la ocupación de los mismos, datos que suelen generarse comúnmente por controles que realizan los países donde arriban o por investigaciones que realizan determinadas instituciones (ONG), e inclusive medios periodísticos.

Comencemos con algunas de las características en cuanto a escolaridad: estudios secundarios incompletos o un nivel educativo aún menor, inclusive analfabetos, lo que no resta profesionales de alto nivel; en lo referente a sexo, predomina el masculino en una edad que ronda 18 a 40 años, mujeres algo aproximado (porcentaje más bajo), aunque recientemente se suman adolescentes de ambos sexos (recién nacidos, niños, jóvenes de16 a18 años, aunque en menor cuantía, estos últimos)

En lo referente a sus ingresos suelen ser bajos comparado con los salarios promedios de los países a donde se dirigen y que en la mayoría de los casos son apoyados por los familiares, que se encargan de asumir los costos que implica viaje, por tierra y/o mar, aire o bien la combinación de los tres, además de albergue, alimentación, pago a las personas que los trasladan, etc.

En cuanto a ocupación, predominan las personas procedentes de los servicios, tanto formal, como informal, de la construcción, el campo, prevaleciendo “el que hace de todo, con tal de ganarse la vida”, es decir inexpertos, sin vínculo laboral alguno, aunque sus deseos y sueños sean “tocar el cielo por asalto”[2]

Perfil que puede repetirse inclusive cuando una persona emigra – dentro de su propio país en vías de desarrollo o del tercer mundo – del campo a la ciudad y en particular la capital, o provincias o departamentos donde se centran instituciones estatales o privadas que repercuten grandemente en la economía, que es donde se encuentran más y mejores trabajos remunerados, mayor número de oportunidades en cuanto a superación y “desarrollo” en general.

Para la persona que emigra de un país desarrollado a otro – llamados del primer mundo – sus características o perfil, sufre un giro significativo en cuanto a la edad media, el estado civil y la escolaridad (35 años aproximadamente, mayoritariamente solteros (55,5%), y con estudios superiores (72,9%)[3].

En relación al sexo emigran más las mujeres, con un 68%, frente al 31,4% que corresponde a los hombres), con una característica muy peculiar y es que visitan sus países de procedencia con cierta frecuencia, a diferencia de los latinos, que acostumbran a radicar para convertirse en inmigrantes.

¿Qué encuentra el emigrante, cuando cambia su rol a inmigrante? Motivo de análisis en un próximo artículo.

[1] “Algunos términos referentes a la migración y su comportamiento.”

[2] Frase mencionada en los poemas de Friedrich Hölderlin (1770-1843), donde se recupera la figura de los titanes, seres que combatieron a los dioses del Olimpo en la llamada Titanomaquia

[3] Muestra tomada de una encuesta realizada en una universidad española, año 2020.

No hay comentarios:

Publicar un comentario