lunes, 7 de abril de 2025

Aprovechando o desaprovechando.

El tiempo – una de las unidades del Sistema Internacional (S.I.)[1] – puede medirse en segundos (s), minutos (min), horas (h), días, meses, años, las cuales unas suelen ser utilizadas en el deporte, por ejemplo, la carrera de 100 metros planos, que en el caso de los maratones en horas, minutos y segundos; pero que, al cambiar las circunstancias, como es el caso de estar apurados a la espera que pase el bus y este demore, lo que pudiera parecer minutos de espera, se convierten en horas de desesperación.

Que por lo visto pareciéramos ‘jugar’ con el factor subjetividad, entiéndase «sentimientos personales como la intuición, y no en la observación o razonamiento, y que puede ser influenciado por ideas previas», así como con la relatividad con relación al tiempo, siendo el caso donde «dos acontecimientos que parecen simultáneos desde la perspectiva de alguien, no lo sean desde la perspectiva de otra persona»,

Si retomamos lo del bus – para tratar de ‘aterrizar’ lo expresado por Einstein[2] - una persona que viaja sentado en su interior, visualiza a una persona que camina por la calle considerando que la misma se mueve más lenta, se traslada más despacio (más tiempo); por el contrario, la persona que camina por la acera o banqueta, observa a la persona que va en el bus la cual se mueve mucho más rápido (menos tiempo), en resumen: ‘dos observadores en movimiento perciben el transcurrir del tiempo a un ritmo diferente’.

Pero a veces para uno mismo, el tiempo nos puede resultar lento (entrando a jugar el factor subjetividad), cuando estamos a la espera de una respuesta, por ejemplo: ¿Ya habrá parido?, ¿será nieto o nieta?, observados el reloj una y otra vez «… ‘pasan ¿horas?’…».

Ya estando en el centro de trabajo – cuando tienes un elevado número de responsabilidades – organización del curso escolar: inscripción de asignaturas, seguimiento al llenado de grupos, la asignación de docentes al mismo, notificación a estos últimos del comportamiento de la matrícula, preparación de listados; comunicación con el resto de las facultades referente al comportamiento en cada carrera, etc.; Todo ello conlleva a días de mucho estrés, largas jornadas de trabajo, pero que siendo responsable de tu accionar, y donde deseas que todo salga a la perfección, el tiempo se te va a la velocidad de un ‘rayo[3]’, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia y el aprovechamiento óptimo del tiempo.

Pero si hubiese un giro de 180 grados, donde te ‘sobra tiempo’ al cambiar las circunstancias (desempleo, jubilación, etc.), entiéndase menos volumen de trabajo, de responsabilidades, donde la labor como profesional se reduce en un 80 % y por ende los días, las horas, los segundos se convierten en ‘años’ cuando realmente eres una persona muy capaz, ¿comenzarías a desaprovechar el tiempo? Mmmmm…

Tengo dudas si realmente valdría la pena analizar los motivos (subjetivos u objetivos) que motivaron el cambio, pero lo que si resulta viable es la búsqueda de nuevas opciones, basado en la propia experiencia, creatividad, ingeniosidad, la necesidad de tocar puertas y NO CANSARSE.

En lo personal una cualidad necesaria –considerada una habilidad blanda – es la PERSEVERANCIA, donde no importan cuántos obstáculos encuentres, ¿molinos de viento?, (cuando sencillamente formaban parte de la imaginación de Don Quijote de la Mancha)

Posiblemente tengas un potencial por descubrir, ¿nuevas tecnologías?, hecho que implicará una necesaria inversión en superación; y que decir cuando por alguna razón u otras muchas actividades que por el factor tiempo, no te eran posible: ¿Escribir, leer, descansar, viajar? ¡Piénsalo!, eso sí, aprovecha el tiempo.



[1] El Sistema Internacional de Unidades o sistema internacional (SI) es un sistema constituido por siete unidades básicas: metro, kilogramo, segundo, kelvin, amperio, mol y candela, que definen las correspondientes magnitudes físicas fundamentales y que han sido elegidas por convención.

[2] Albert Einstein fue un físico alemán de origen judío, nacionalizado después suizo, austriaco y estadounidense. Se le considera el científico más importante, conocido y popular del siglo XX.​​ Autor de la llamada Teoría de la relatividad.

[3] 140000 km/s