
Otras aplicaciones inclusive en el teléfono inteligente te
permiten traducir un idioma extranjero al idioma elegido, solo basta con
alinear el texto que desea traducir en el cuadro en pantalla y aparecerá una
traducción en tiempo real; que decir cuando apunta la cámara hacia los zapatos,
ropa u otros productos, y podrás conocer el lugar donde comprarlos y el colmo
¿o beneficio? (para los que se preocupan por la dieta) es que diriges la cámara
de lo que vas a cenar y te indica cuantas calorías consumirás. Increíble, pero
cierto.
Posiblemente así fue de controversial con la Revolución Industrial,
proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la
segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña, extendiéndose a gran
parte de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y
1840. Este accionar genera la sustitución del trabajo manual y la tracción
animal por maquinarias para la fabricación industrial y para el transporte de
mercancías y pasajeros (ejemplo: el avión, el tren, el auto) Hoy (siglo XXI) ya
todo ello es obsoleta tecnológicamente.
En las aulas de clases – lo que en el campo de la educación
hace décadas se denominó educación a distancia, un encuentro presencial docente
– estudiante, con la entrega de materiales complementarios, evaluaciones – la
tecnología hoy nos permite trasladar fronteras con la denominada educación
virtual entiéndase donde el estudiante aprende principalmente on-line o a
través de internet.
Cambian los roles: El profesor:
pasa de jugar el papel de proveedor del conocimiento a un rol de tutor,
facilitador, asesor, motivador y consultor del aprendizaje. Debe ser el
facilitador del aprendizaje, aprovechando para ello no sólo su interacción presencial,
sino también la virtual; el estudiante por su parte será autónomo para su
aprendizaje. Avanzará a su propio ritmo, crecerá con su propio aprendizaje,
aspecto éste último, que indiscutiblemente constituye el “Talón de Aquiles”
¿Aprender a su propio ritmo en la modalidad regular, cuándo no es una sola
asignatura o curso en un mismo día, cuando inclusive puede ser – dependiendo de
la plataformas actuales que se utilice por la institución educativa – ni el
rostro al docente, ni a tus compañeros de clases puedas observar? ¿Dónde y cómo
cerrar filas alrededor de la parte afectiva del docente hacia el estudiante?
¿Será válido como un factor transicional que las
instituciones educativas incluyendo la superior, gradúen la enseñanza virtual a
través de los diferentes niveles?, ¿Está la empresa – al menos en américa
latina - preparada para aceptar a un estudiante graduado de licenciatura, donde
prácticamente egresó en “modo virtual”?

Me encanta la comparación con la revolución industrial, sin duda las nuevas generaciones tienen menos competencias en el ámbito de relaciones interpersonales, pero compensan acaso con el dominio de tecnología?
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