
El tiempo es infalible y no tiene marcha atrás, ¿tiempo?,
magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos,
magnitud que nos permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado,
un presente y un futuro. Usualmente al equivocarnos hoy (presente) y verlo más
adelante como parte del pasado, analizamos con más cordura los errores y logros
cometidos, algunos por enmendar o mejorar en un futuro mediato o a corto plazo;
que si fuese a largo, la felicidad creo que se alejaría un poco, entendiendo
por felicidad como una medida de bienestar subjetivo (auto percibido) que
influye en las actitudes y el comportamiento de los individuos de aquí que
suela juzgar a este nivel de satisfacción con periodos cortos de tiempo.
¿Fórmula para ser feliz? Realmente no la tengo, sin embargo
me apunto a tratar de lograrlo, en compartir el tiempo y en particular a partir
de la constitución de una familia en dedicarle más espacios a todos sus
integrantes.
Hay hechos a los que solemos dedicar el tiempo de nuestras
vidas: el estudio, el trabajo y la familia, orden que coincide comúnmente
(estoy claro que hay personas que no siguen esta lógica porque trabajan desde
pequeño, no estudian) con el paso de los años, pero que de algún modo tendrán
una familia y es a la que hay que cuidar, atender, priorizar.
Para aquellos que me siguen, en muchos de mis artículos
reniego el uso de recursos tecnológicos para perder el tiempo, en pláticas que
no conducen a nada, sin embargo puede ser utilizado como una herramienta para
“acercar distancias”. Pongamos un ejemplo, su pareja que labora en otro centro,
cuyo desempeño es muy diferente al suyo, ambos muy trabajadores, responsables,
disciplinados, horas extras y que se “divorcian” entre 10 y 12 horas diarias
que si es de lunes a viernes (5 días de la semana) a la que le resto entre 5 y
6 horas de sueño (no necesariamente profundo, por las preocupaciones de lo
pendiente de lo que quedó por hacer o lo que hay que hacer) tendríamos unas 18
horas máximas diaria de no vernos físicamente, réstele en el mejor de los casos
entre 1 – 2 horas de transporte para trasladarse a su centro de trabajo,
¿resultado? 4 horas en “modo pausa” para conversar ¿presencialmente? acerca de
la vida en familia, luego ¿posible solución? Un e-mail: ¡Hola, todo bien por aquí!
o una imagen (emoji) donde le recuerde que usted existe para ellos/as
¿Y en el caso hipotético que sus hijos estudien o trabajen
fuera del país? No le quepa duda que a usted le hace falta atenderlos, y a la
vez ser atendido, porque de no materializarlos sencillamente se perderán minutos
de felicidad mutua.
Un alto necesario: todas estas reflexiones surgen de errores
cometidos, porque soy humano, pero enmendables porque es necesario reunir esos
pequeños espacios de felicidad, que aún estamos a tiempo. ¿Lo planificó usted,
qué hará hoy (presente) que sea diferente al de ayer (pasado), para atender a
su familia mañana (futuro)?
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