Años recientes surgieron nuevos enfoques, nuevas
técnicas de enseñanza que permitieron una mayor participación individual y
colectiva del estudiante, una mayor presencia en el accionar de la misma,
ligado a un mayor compromiso de éste último que implica disciplina,
responsabilidad, compromiso, dedicación, creatividad y…manejo de recursos
tecnológicos.
En una clase (aula, laboratorio, visita de campo) el docente se dirige a los estudiantes informa, imparte contenidos, orienta, visualiza, controla el comportamiento de sus pupilos…hasta aquí todo bien…pero “obligado” ante una pandemia, incorpora a su desempeño el rol de actor/actriz ya que debe auto modificar su proceder ante una webcam y audífonos de una computadora u ordenador, donde me atrevería a plantear que en un inicio constituyó un gran reto, pero que vino siendo superado a través del ensayo – error.
A lo anterior se suman algunos elementos vitales para
los cuales no necesariamente fueron capacitados: poner a prueba el mirar a la
cámara y no a la pantalla; el sonido de su voz y escucha mediante auriculares esencialmente
conectados al equipo y de ser posible que aíslen ruidos externos; una adecuada entrada
de luz (solar o artificial) que no genere sombras desde el rostro hasta el
torso. ¿Maquillaje? Colores neutros que evitan reflejos, que en el caso del
sexo femenino lo común de cada día, en los hombres al menos evitar el rostro
grasiento con el uso de toallas húmedas.
Tener en cuenta en su “nuevo set o estudio de
filmación casero” un fondo – a su espalda – que no genere “distracción”, lo
ideal, un fondo verde (sábana) que permite la superposición de imágenes, tales
como biblioteca, paisajes; en el vestuario se recomienda la que utiliza en sus
clases presenciales - al menos de la cintura hacia arriba -, pero priorizando
colores neutros (azules, verdes suaves grises, y no grandes rayas, cuadros o
rojos); debajo pantalón o falda no de tela gruesa dado su posición de sentado y
en cuanto a zapatos deben ser lo más cómodos posibles (tenis, de sport, hasta
chinelas)
No puede olvidar mantener el local a la temperatura
que le sea lo más agradable posible, además de establecer ciertas normas que
eviten interrupciones de otras personas que habiten en la casa, no vendría mal
un cartel que exprese: ¡SILENCIO, ESTAMOS AL AIRE!
Hasta aquí pudiera mencionar que lo antes descrito es solamente
un trabajo previo, “extra” en cuanto a recursos básicos que fueron necesario
ante la virtualidad de la clase, acciones que perfectamente habrán de generar
gastos en equipos tecnológicos (computadora y/o celular de gama media o alta,
otros como tabletas donde estos últimos podrían requerir de trípodes),
conexiones a Internet, la necesidad de una mayor velocidad en su terminal o
equipo, protectores de corriente o estabilizadores.
No queda duda alguna que “nuevos escalones en recursos
tecnológicos”, comprometen al docente en tiempos actuales (a corto, mediano y largo
plazo); en cuanto a preparativos de recursos pedagógicos previo, hablaremos en
otra ocasión.