lunes, 10 de agosto de 2020

Una versión moderna…”Los cuatro…”

Los puntos suspensivos (…) representados por tres puntos alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura son llamados así porque su uso es dejar en suspenso – entiéndase aquello que mantiene la expectativa sobre una resolución o el estado de tensión en una determinada situación – que en el ámbito del arte, busca la expectación impaciente del espectador o lector por el desarrollo de una acción.

Leído lo anterior surge la interrogante ¿Los cuatro qué? ¿Jinetes del apocalipsis?, ¿los cuatro fantásticos?

¿Son ellos o somos ellos, la representación del caballo negro (el hambre); el caballo rojo (la guerra); el caballo bayo (la muerte) y el caballo blanco (la esperanza)? La respuesta es un no relativo, lo cual aclararemos más adelante.

¿Y en el caso de los cuatro fantásticos? Llamado así a un equipo ficticio de superhéroes presentes en pasquines o comic, películas, series televisivas cuyas características fundamentales eran la existencia de poderes mágicos, tales como: poder estirar su cuerpo en longitudes y formas increíbles; hacerse invisible y proyectar poderosos campos de fuerza; generar llamas, rodearse de ellas, y volar y finalmente poseer fuerza y resistencia sobrehumana.

¿Son ellos o somos ellos? La respuesta una vez más es un no relativo, lo pasamos a aclarar en este momento, partiendo que lo común es nuestra edad – con muchos años de experiencia, muchos – e impartimos docencia.

¿Por qué la relatividad del no? Me atrevería a asegurar que combinamos características de cada uno de los jinetes o fantásticos; ¿hambre? De capacitarnos, superarnos; ¿guerra? Cuando nos corresponde batallar contra los estudiantes, para que cumplan con sus deberes más allá del aprendizaje de las disciplinas que imparte cada cual (dos en el campo de las ciencias puras: matemática, uno en el campo de las ciencias sociales y el cuarto en el áreas de las ciencias naturales); ¿muerte? La de los jóvenes que por no estudiar, aprender, aplicar, asistir a clase, sencillamente “fallecen”, es decir quedan aplazados y repiten la asignatura.

Profesionales exitosos
¿Y en el caso de la esperanza? Los cuatro, cabalgamos en este corcel blanco, en cada clase formando a jóvenes (hoy en día profesionales muchos de ellos en los diferentes ámbitos laborales: docencia, medicina, intelectuales, abogados, empresarios, etc.) que al encontrárnoslo en la calle, en las redes sociales, en la institución misma previos a graduarse, siendo nuestra esperanza que sean buenos ciudadanos.

¿Y de fantásticos, tenemos algo de poderes mágicos? No estiramos nuestro cuerpo, pero si nuestras mentes cuando aplicamos las mejores estrategias de aprendizajes y uso de las herramientas TIC; sí, cuando atendemos a cada estudiante – uno por uno – con mucha paciencia; sí, cuando nos hacemos “invisibles” velando porque los estudiantes logren demostrar lo aprendido; sí, cuando “ardemos” al escuchar justificaciones injustificadas de nuestros pupilos; y ¿poseer fuerza y resistencia sobrehumana? Sí, y diría que de sobra, cuando son más de 40 años, casi 50, insistiendo, luchando, formando bajo los principios morales y éticos a varias generaciones.

¿Por qué asevero que mis tres compañeros, son excelentes “jinetes-fantásticos”? Muchas veces me correspondió acompañarlos en clase, evaluarlos íntegramente siendo su desempeño de MEJOR DOCENTE en un período académico del área de estudios generales a nivel institucional.

¡Gracias muchachos! Somos un buen equipo.

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