Aplicable al método científico[1]
donde se establece una hipótesis[2],
cuyo resultado nos conduce a una reafirmación de la misma, que de funcionar se
obtiene una solución, mientras que si no es verdadera – entiéndase resultado
erróneo – se intenta una alternativa diferente.
Luego por lo visto “errar
es de humanos y rectificar es de sabios”[3],
aunque a título personal intercalaría entre rectificar humanos y es el vocablo “…
a tiempo…” sobre todo o prácticamente en todos los campos como la salud,
arquitectura, ingeniería… y educación.
Cuando cometemos un error
“Acción que no sigue lo que es correcto,
acertado o verdadero”, el daño causado, no es cuestionable que, para
cualquier persona, molesta, “duele”,
de aquí la necesidad de tratar de hacer lo acertado con un margen de
probabilidades de error de un ¿0 – 5 %?
Excluiré de este artículo, equivocaciones que suelen ser comunes,
pero a la vez riesgosas, imprudentes, por ejemplo, cuando un vehículo trata de
aventajar a otro o en el caso de un peatón no respetar las señales del tránsito,
redireccionando mi escritura a los gustos y gastos.
Lo más familiar resulta, que al mencionar la palabra gusto, pensemos en el sentido corporal
mediante el cual son percibidos y reconocidos los sabores (dulce, salado,
amargo y agrio) donde ingerir algo de nuestro agrado, conlleva a una satisfacción
o placer personal.
Gustos, que acompaño con la palabra preferencia – entiéndase, muestra
un interés concreto por una opción que conecta con una afinidad personal o con
la subjetividad –, ya que me pueden gustar los helados, sin embargo, prefiero
el de ¿chocolate?, de aquí la posibilidad que el error se reduzca casi al mínimo en una buena degustación y por ende
en un gasto innecesario, cuyo resultado del “ensayo” es el esperado Nota
recordatoria: “… se hace para determinar
si una cosa funciona o resulta como se desea”
Hasta aquí parece que todo ha sido un SÍ, ¿aprendí algo? Tal
vez términos, sus significados, pero todo cambia cuando de nuestras preferencias
PERSONALES, asumimos los gustos y preferencias de los demás, donde la
posibilidad ensayo – error pudiera resultar aún mucho más discrepante,
alejándonos de acertar o NO.
Analicemos el caso del tan cuestionado celular – recurso tecnológico,
que de no estar claro para que se usa, resulta un factor “disonante” en el
ámbito familiar e inclusive educacional - ¿cuál comprar?
Que de realizar el gasto – para padres, lo cual requiere de un tremendo esfuerzo e inclusive limitaciones – preocúpese además de establecer reglamentos y normas para el uso adecuado del mismo, obteniendo ¡logros en el ensayo y reduciendo el margen de error!
[1] El
método no está dirigido a la resolución "ciega" de un problema, sino
a la identificación de la explicación o causa correcta de un proceso mediante
un ensayo.
[2] Enunciado
no verificado, que se intenta confirmar o refutar.
[3] José Antonio Zarzalejos Nieto (1954 -)
periodista y escritor español.
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