lunes, 20 de marzo de 2023

Un compromiso más amigable

Cuando puse como parte del título «Un compromiso…», lo que se me ocurrió primero fue «La tarea…», sí la tarea, palabra muy común que, a docentes, estudiantes y padres de familia nos resulta inmediatamente familiar, algo así como sin consultar al diccionario – … lo que le mandó el profesor, para hacerlo hoy y entregarlo mañana…

Por lo visto la expresión anterior genera un efecto de tensión, carga, ante la ayuda necesaria que necesita el menor [relación núcleo familiar – hijos (as)/nietos (as)], dado que no necesariamente quiénes le pueden ayudar conozcan el contenido de la susodicha tarea o tiempo, aunque tenga dominio de lo primero.

Pero, ¿tarea? No me aguanto…. ¡al diccionario!: Labor o trabajo que realiza alguien/Trabajo que debe hacerse en tiempo limitado. ¡Bingo, lo encontré!, es más ¡acerté!, «… que debe hacerse en tiempo limitado»; la problemática de todo lo antes expuesto, lo cual hemos analizado como ‘carga’, cuando realmente se convierte en un hábito, es que previo a la culminación de la clase diría que por inercia[1] – las palabras ¿mágicas? serán: «… para mañana o la próxima sesión la tarea es la siguiente…»

Posiblemente ya algunos estudiantes habrán semi guardados sus cuadernos, unos cruzando los dedos o rogando que no les ponga, ya que viene el fin de semana…y ¡zas! De la página tal a la tal y en el mejor de los casos (en modo tecnología), «…ya les he enviado vía correo o al chat del grupo la tarea».

Pero, ¿qué sucede si se sigue cumpliendo lo que hemos aprendido que, ¡no hay clase sin tarea y no hay tarea sin clase!?; durante siglos con una educación cuasi dogmática – exámenes escritos, docentes conferencistas, que no dejan ni chistar («… abran el libro, copien de la página…, todos en silencio…»). Por supuesto que todo lo que es rutinario, cansa.

Si lo anterior `le añadimos fuego’al menos en los subniveles de enseñanza media, bachillerato o diversificado y universitario – donde por día recibe hasta 6 horas clases, ¿4 asignaturas? = 4 tareas ¡diarias!, donde si cada tarea, su solución oscila de 15 minutos a una hora en la tarde o noche (ya en casa), dedicaría diariamente digamos extracurricularmente unas 2 – 4 horas de su vida, y ¿a la semana?

Esto nos hace pensar que se puede seguir haciendo más de lo mismo, la tradicional tarea, deberá transformarse en un compromiso entiéndase, acuerdo formal al que llegan dos o más partes tras hacer ciertas concesiones cada una de ellas– más amigable, que agrade, que den deseos de llegar a la casa para solucionarlo. ¿Ejemplos? «Para mañana la tarea es…»

Defina que es familia

¿Qué te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra familia?

Mencione las partes del cerebro

La atención constituye una aplicación voluntaria de la actividad mental o de los sentidos a un determinado estímulo u objeto mental o sensible. ¿Podrías citarme dos ejemplos?

Para mañana…

¡Hoy, no pondremos tarea! Pero quisiera que pensaran para la próxima clase – me lo recuerdan por si se me olvida – ¿Qué haría cada uno de ustedes para mejorar la felicidad en su entorno?

Antes

Ahora

Solo profesor(a) le pido que lo considere y luego pregúntele - de aplicarlo - a sus estudiantes, como se sintieron.

Termino: una clase será mejor cuando usted capte a sus estudiantes, los sensibilice, no porque la tarea deje de ser importante, claro que lo es, ya que nos retroalimenta de lo que hacemos, sino porque los hicieron pensar, aplicarlo. La fórmula es esa, no hay de otra.


[1] Inercia: Rutina/Propiedad de los cuerpos de mantener su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza.

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