Antes que en la escuela nos enseñen los llamados colores primarios, cuando venimos al mundo – cuando se puede –, se colocan encima del bebé (algo así como especie esferas de diferentes colores, siendo uno de ellos el rojo[1]), que sin conocer a esa edad que el mismo suele utilizarse para señalar peligro, advertencia (comúnmente en señales de tránsito a modo de ejemplo), pero sí posiblemente el que más llama la atención.
Pero además de ser adquiridos los
colores a través de los juguetes, lo más común es que los percibamos cuando
comenzamos a ver la magia de la naturaleza a través de las flores, el cielo, el
color del agua, el fuego, los cuales resultan atractivos a simple vista.
¿Colores primarios? Los colores
primarios[2]
son aquellos que no se pueden obtener mediante la mezcla de ningún color, es
decir, son colores absolutos con características plenamente diferenciadas entre
sí, por ejemplo: el azul, verde y rojo.
Ya una mezcla de dos colores
primarios en iguales proporciones pasará a la clasificación de colores
secundarios[3],
por ejemplo: Azul y verde = cian; Azul y rojo = magenta; y Verde y rojo =
amarillo.
¿Y en el caso particular del
blanco? Resulta de la mezcla de tres colores primarios: rojo, verde y azul, de
aquí que se clasifique como color terciario.
Hasta aquí pareciera ser una clase
de ¿pre -kinder o kinder? Donde estamos enseñando los colores y su
clasificación, que más allá del aprendizaje o recordatorio para los que tenemos
algunos años, el mensaje es la necesidad que a través de los colores – sin distinción
de clasificación (primario, secundario o terciario) – los mismos nos conlleven
al disfrute y a la necesidad conservar la naturaleza misma.
Algo así como ver la vida a
través de un prisma, donde a partir de una luz blanca la cual se descompone en
colores básicos como el rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta, lo cual
solemos encontrar en el arcoíris.
¿Por qué la naturaleza? La
naturaleza contribuye en gran medida a protegernos y sustentar nuestra vida
diaria, jugando un papel esencial porque nos proporciona aire limpio y agua
potable, ropa, alimentos y materias primas que utilizamos para el cuido de
nuestra propia salud, además de protegernos.
Qué más agradable que una visita
a una zona rural, al campo, llenos de árboles, ríos que irrumpen entre los
surcos de las montañas, aves que trinan y que, en muchos casos, éstos por su
belleza (árboles, montañas, flores, y aves) suelen ser identificadas como parte
de nuestros símbolos patrios.
No podemos obviar colores exuberantes
que suelen ser modas, otros antagónicos como el blanco y el negro, pero también
muy llamativos para el vestir.
No dudo, que la vida es un mundo de colores, pero si bien conocemos la frase «para gusto, colores», acepte y conviva con los que más le agrade, tratando con ello de que su vida y las personas que le rodeen sean felices.
[1]
El rojo es un color energético, vital, símbolo de poder y pasión. En la cultura
china representa la buena suerte, el progreso y la belleza. En el budismo es el
color de la sabiduría, fortuna y virtud. En la India simboliza pureza y
riqueza.
[2]
Se plantean tres clasificaciones: 1. RGB, llamado también “síntesis aditiva del
color”; el CMYK y el tradicional o RYB que, en todos los casos, como primarios
el azul, verde y rojo.
[3]
Para el sistema RGB
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