lunes, 26 de junio de 2023

La pérdida de lo autentico.

Recuerdo hace mucho tiempo cuando una compañera de trabajo que ocupaba la responsabilidad de ser asistente de la dirección tecleaba las actas del consejo técnico de la escuela – máquina de escribir alemana, supongo en ese entonces de la República democrática alemana (RDA) o Alemania del Este[1] - cuyo ruido resultaba ensordecedor y que para borrar un error existía como una especie de papelito que al teclear sobre el, “borraba” la letra.

Años después surgió la máquina de escribir eléctrica – menos ruido, más rápido la escritura…, -hasta que sencillamente desapareció, hoy en día deben ser piezas de museo o quién sabe; años después ¿20, 30?,surgen las computadoras con un cajón de fondo, desaparece este último y hoy son por así decirlo un sencillo portafolio.

Por supuesto la tecnología no se detiene, cuya tendencia en general es a que los procesos industriales y la vida en general sea mucho más rápida, vinculado a un factor simultáneo de la necesidad de menos empleados, por ende, más desempleo, lo cual no es nuevo y si desea revise las llamadas revoluciones industriales a lo largo de la historia (actualmente en la cuarta)[2]

Hago un alto para hablar o mencionar al boom de noticias – no puedo dejar de mencionar ya que sino dejaría de estar en la “moda”- alrededor del llamado Chat GPT, lo cual constituye un modelo de lenguaje, cuyo objetivo es generar texto de manera autónoma y coherente, donde basta una “insinuación” de texto a partir del cual se generan oraciones y párrafos coherentes.

Cientos, miles de artículos que repercuten y cuestionan en el campo de la educación, sobre todo en lo negativo: el fraude y los docentes una vez más “desarmados, aplastados” donde la tecnología, lo que se adecúa para el mundo laboral, después les corresponde a los docentes sin dejar de menospreciar la brecha tecnológica.

Mencionaba hace un instante - dos o tres párrafos anteriores - que con la tecnología la vivimos más rápidos, por ejemplo: «…  enciende la luz de la cocina; apaga el radio; ¿qué hora es?; revise la llanta de su carro, ya que debe estar ponchado…; y en el peor de los casos, no nos hablamos entre sí, cuya vista se centra en lo que nos muestra y orienta una pantalla» ¡Increíble, pero cierto!

Y para una muestra concreta, ¿por qué dejamos de ser auténticos, creativos?, entiéndase «carácter original y genuino de una cosa, que no es falsa; capacidad de crear​ nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales», una compañera había utilizado la aplicación Chat GPT – la cual en lo personal he utilizado poco – donde me mostraba el resultado de un trabajo conjuntamente con sus estudiantes y que le diera mi opinión.

No se la di – por error o por tratar de no ser poco ético – pero lo que había logrado en pocos segundos, me mostraba un trabajo muy elemental, pero a la vez complejo para estudiantes de apenas 11 – 12 años acompañado de ilustraciones (que el propio programa “acompañaba”), desequilibrio entre textos e imágenes, etc.

¿A quién calificó a los estudiantes o a Chat GPT?; ¿Investigaron los estudiantes, la realidad de la información?; ¿comprendían lo que “alguien” le había escrito?; aprender y aplicar para los estudiantes, no resulta tan sencillo, como cuando orientas «apaga la luz», por suerte y la diferencia está es que somos humanos, pensamos, tenemos sentimientos, reímos y lloramos, amamos a nuestros padres, abuelos inclusive a nuestros propios docentes.

Por favor, no perdamos nuestro raciocinio: «Razón, facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad»



[1] La cual “desaparece” – realmente una fusión (23 de agosto de 1990) entre las dos Alemanias existentes en ese entonces – quedando la actual República Federal de Alemania

[2] Primera Revolución Industrial (siglos XVIII-XIX); Segunda Revolución Industrial (segunda mitad del siglo XIX-1914); Tercera Revolución Industrial (mediados del siglo XX) y Cuarta Revolución Industrial (siglo XXI)

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