lunes, 10 de junio de 2024

Mindfulness y el vaso de ostiones.

Estudiando y aprendiendo acerca del Mindfulness, cuya traducción al idioma español, presenta varias acepciones:

o   «Habilidad atencional que permite centrar la mente en el presente»

o   «Prestar atención de una manera especial: intencionadamente, en el momento presente y sin juzgar»[1].

o   «Saber lo que estás experimentando mientras lo estás experimentando»[2].

o   «La capacidad humana universal y básica, que consiste en la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente momento a momento»[3]

Sin embargo, cuando pasamos al contexto de la vida cotidiana y de la práctica, la palabra más utilizada es la de meditación – considerado menos preciso ya que puede restringirse a una variedad de prácticas muy diversas -, pero preferido cuando nos situamos en un entorno más amplio a diferencia del científico.

Otra acepción: «La práctica de la atención plena»[4], entiéndase, nos ayuda a desarrollar la quietud en medio de la actividad, sin aferrarnos temerosamente al pasado […] ni en ir a la deriva de un lado a otro, sino en permanecer despierto instante tras instante, considerándolo, con una mente abierta y receptiva, como algo nuevo y único, convirtiéndonos en una forma de ser que llevamos con nosotros en todos y cada uno de los instantes de nuestra vida de forma amable y bondadosa lo cual nos permitirá descubrir nuevas posibilidades y despertar la capacidad de vivir de un modo más sabio, amoroso, compasivo y pleno.

¡Alto! Si regreso al párrafo anterior y no por gusto subrayado, realmente cuesta, solo pensar en el presente – no así en el futuro, dado la duda de lo que puede suceder mañana -, pero no regresar al pasado… mmmmm...

Recientemente tras una invitación a almorzar o bien en el momento que ingería plácidamente aquella torre de mariscos, siendo presente, automáticamente fui trasladado (sin máquina del tiempo) a muchos años atrás (¿tenía 6 años?), cuando mi madre me acompañaba a la entrada de la escuela – no le agarraba de la mano, para que mis amigos, no pensaran que, ¡yo era un fiñe (chavalito, patojo…) !, dónde justamente enfrente vendían refrigerios o meriendas.

Una que no podía faltar era la galletica preparada (galletas en cuyo interior, llevaba jamón y queso) y un vasito de ostiones[5], este último difícil de tragar, pero de un solo – tipo tequilazo - y divino.

Es cierto que, al recordar - según un proverbio celta “el recuerdo no envejece” y, como decían los clásicos “lo que permanece en el recuerdo, nunca muere”. Esto quiere decir que “recordar es vivir” – traemos al presente, buenos momentos, rescatando dentro de los malos (fallecimiento de un ser querido, por ejemplo) los mejores vividos.

Nuestra mente es algo prodigioso, no queda duda alguna, pero sí retomando una vez más la última acepción sobre Mindfulness… «La práctica de la atención plena», nos ayuda a desarrollar la quietud en medio de la actividad, …, considerándolo, con una mente abierta y receptiva, como algo nuevo y único, convirtiéndonos en una forma de ser que llevamos con nosotros en todos y cada uno de los instantes de nuestra vida de forma amable y bondadosa lo cual nos permitirá descubrir nuevas posibilidades y ¡despertar la capacidad de vivir de un modo más sabio, amoroso, compasivo y pleno!

¡Piénselo y disfrute la vida!, se lo aconsejo, en la medida de las posibilidades.


[1] Jon Kabat-Zinn profesor emérito de Medicina. Sus prácticas de zen, yoga, y sus estudios con diversos maestros budistas lo condujeron a integrar partes de esas enseñanzas con las de la ciencia occidental, creando la técnica de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena.

[2] Guy Armstrong profesor en el Insight Meditation Society, con formación y experiencia en meditación desde los años 80.

[3] (Simón, 2007)

[4] También conocida como «meditación de la visión penetrante»

[5] Género de molusco que contiene nutrientes como minerales, vitamina B12 y ácidos grasos omega-3, importantes para el buen funcionamiento del corazón, del sistema nervioso central y para una piel saludable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario