
Y para muestra un botón: entraba casualmente por una de las dos
puertas (en esta ocasión por la trasera) a un laboratorio de computadoras de la
institución todas con conexión a internet, fijado su uso en horarios libres
para el uso de los estudiantes - ¿Qué esperaba encontrar, dada mi entrada no
sorpresiva?
Pequeños grupos aglutinados en función de algún trabajo investigativo, otros trabajando individualmente tomando notas de lo que visualizaban, lo cual era la respuesta apropiada, pero… si me llamó la atención escuchar con algunos decibeles fuera de lo normal, frases entrecortadas de varios estudiantes sentados en diferentes filas, tales como “… te maté, … beep, beep, beep….jajajajaja, ….beep, beep, beep….gran…beep,beep, beep….….” expresiones que no necesariamente escuchaban el resto dado el uso de audífonos.
Me trasladé al frente del local y los “combatientes” al darse cuenta de mi presencia, automáticamente detuvieron la “guerra” y se logró felizmente alcanzar la "paz".
Pequeños grupos aglutinados en función de algún trabajo investigativo, otros trabajando individualmente tomando notas de lo que visualizaban, lo cual era la respuesta apropiada, pero… si me llamó la atención escuchar con algunos decibeles fuera de lo normal, frases entrecortadas de varios estudiantes sentados en diferentes filas, tales como “… te maté, … beep, beep, beep….jajajajaja, ….beep, beep, beep….gran…beep,beep, beep….….” expresiones que no necesariamente escuchaban el resto dado el uso de audífonos.
Me trasladé al frente del local y los “combatientes” al darse cuenta de mi presencia, automáticamente detuvieron la “guerra” y se logró felizmente alcanzar la "paz".
Si comienzo a auto flagelarme el hecho que este grupo de jóvenes
“alimenten” su tiempo, con dicho gasto de energías (¿mental?), lo considero
positivo, ya que es mejor estar ahí que no en otro tipo de vida, como es el
caso de las drogas. ¿Pero acaso lo anterior, no es una droga en sí, con
posibles consecuencias nada agradables?
Posiblemente para una persona suficiente madura y responsable
podrá olvidar - tal vez - de manera instantánea el haberse entretenido en haber
“liquidado”a cientos de extraterrestres o mercenarios, pero si no pudo lograr
la muerte total del “mal”, algunas de sus células cerebrales estarán
“planificando“ para mañana que estrategia seguir para vencer; peor en los más
adolescentes, que si sus padres, simplemente por responsabilidades laborales, no
le pueden seguir la pista a lo que ellos hacen en la casa realmente en tiempo
de estudio .

Cuando es así, ello permite rescatar el contacto con la realidad y a la vez estimulan conocimientos que complementan los objetivos de las instituciones educativas. Entonces, tanto el profesor como los padres cambian, y comienzan a orientar el uso de los mismos.
Por eso, antes
de comprar un videojuego, lo importante es confirmar que la edad para la que
van destinados sea la correcta, precisar el tiempo que se les dedicará, evaluar
los contenidos antes de emplearlos y diseñar actividades complementarias
pertinentes y todavía más en tiempos de pandemia.
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