Temor que puede evidenciarse con estrés cuando deben
calcular; es más solamente llegar a realizar un cálculo se ha demostrado
científicamente que activa el cerebro, los centros del miedo, así como las
áreas que reaccionan al peligro y el dolor.
Pero las letras, que componen la secuencia escrita, que nos
ayudan además a representar los fonemas, que se manifiestan en el habla en
forma sonidos distintivos, tampoco a otros les agrada, ¿leer?, ¿escribir?, donde
posible esto último se limite a presionar teclas y no lápices o bolígrafos, sin
importar que escriba komo o como, ¡si suenan iguales!
Pero, ¿acaso no podemos vivir armónicamente con ambas? Por
ejemplo: un estudiante de primaria tiene 5 años, otro de su mismo grupo tiene
uno más. ¿Cuántos años tiene el segundo niño? Para responder conociendo que la
palabra más (adverbio de cantidad), implica 5 +1 = 6.
Ejemplo que parece sencillo y que solía encontrar – según me
argumentaba un excompañero de trabajo y profesor de matemática, que impartía
clases en primer año como asignatura de estudios generales - en estudiantes de
primer año, donde presentaban serias dificultades en las operaciones básicas,
como la suma, resta, multiplicación y división. ¡BÁSICAS!
Viéndolo desde otro ángulo, era a la hora de proporcionar
una respuesta numérica empleando para ello letras, por ejemplo: en vez de doscientos
treinta y cinco, escribían doscientos trenta y cinco. Nota: como pueden
apreciar al escribir el corrector ortográfico de la computadora me señala error
en trenta.
Hecho que pudiera materializarse, de realizar una evaluación,
donde el estudiante haga uso de su bolígrafo en un papel, evidenciándose un
error ortográfico por supuesto no corregido y que el docente debiera calificar.
¿Qué decir en el peor de los casos, cuando una monografía,
para graduarse de la universidad, presenta errores, no solo ortográficos sino
también de redacción (del verbo redactar: se refiere al acto de componer textos
escritos mediante el uso adecuado de la expresión verbal escrita)
No queda duda que, errores de un bando u otro, o de forma simultánea, pondrá en tela de juicio a los usuarios en cuanto a sus conocimientos adquiridos, sin importar la edad. Luego docentes de matemática y español (o comunicación y lenguaje) en manos de ustedes está que calculemos, escribamos, leamos, interpretemos, redactemos bien.
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