lunes, 13 de septiembre de 2021

Juego complicado… el ajedrez con la vida.

El ajedrez juego complejo en su aprendizaje, con una alta cientificidad de jugadas en manos de los competidores que suelen en su mente indagar “n” jugadas posibles: “Si hiciese esto o esto, mi respuesta sería…”; cuyo origen corresponde a los siglos V y VI[1], juego importante a lo largo del Renacimiento y Siglos de Oro en España, que desde esa época datan las reglas actuales del juego de ajedrez.

Para ganar ha de vencerse al rey, apoyándose en el reto de las piezas (peón, caballo, alfil y la reina), que dé inicio los peones – que se sitúan en primera fila – suelen ser los que comienzan la “batalla”.

Hoy nuestro planeta – estableciendo un paralelismo[2], entre el juego y la pandemia COVID-19, que nos afecta a todos por igual – se ve excesivamente golpeado por las pérdidas humanas, que salen “del juego”, como piezas que “desaparecen” (¿peones, alfiles, reinas, caballos, torres = niños, jóvenes, personas adultas, ancianos?) causando un daño inimaginable en los familiares y amigos.

Daño de la persona consciente que posee la enfermedad – estrés, miedo, angustia -; daño de la persona que acompaña a la persona afectada o contagiada que se apega tanto o más que la persona que posee el virus; daño en la sensibilidad humana de quienes le rodean o lo conocen.

Da pesar, conversar con una persona, dándole o brindándole optimismo “vas a salir de esto…, estoy seguro de ello”, “Te queremos”, inclusive de verlo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y hablarle, aunque no te escuche, llorar, aunque no te vea. Eso nadie te lo puede robar de tu conciencia, ni de tu corazón, NADIE.

Si bien el ajedrez – considerado en sus comienzos como un juego de batalla -, hoy la batalla de los seres humanos es contra el SARS-CoV-2, cuyas armas descritas hasta la saciedad por los organismos, ministerios, secretarias y sin embargo no hay una respuesta lo suficientemente sólida por parte de la población, que la haga reflexionar, ¿o es necesario que se afecte el miembro de una familia, para que en ese momento se tomen las medidas pertinentes?

En el campo de la Educación, los contendientes – docentes y estudiantes – la batalla del cuido es y debe ser gigantesca, sea presencial o virtual, ¿Qué se afecte la calidad del aprendizaje? Sí, siendo una probabilidad ante tantos factores que puedan incidir en el desarrollo de la clase, razonable y lógico de entender.

¿Qué impartir? Lo básico y priorizando la consolidación; ¿Qué evaluar? NADA, bajo la modalidad tradicional, entiéndase exámenes escritos o virtuales. Pocos realmente tendrán la capacidad adecuada de prestar atención, en estos momentos. No hablo de suspender o detener clases, hablo que las clases deberán estar acompañadas de reflexiones – más allá de los contenidos - por docentes tolerantes, prudentes, comprensibles, pacientes, creativos.

A los docentes que sabemos que aman la profesión, que inclusive anteponen el problema de sus estudiantes a los suyos, que pudiendo ser asintomático a la enfermedad, no se separan de la pizarra o de la computadora, hoy la prioridad es que el Rey – estudiante, no se rinda, ni tampoco ustedes. ¡Larga vida a los reyes y reinas que imparten clases y a quienes lo reciben! CUÍDENSE.



[1] La leyenda cuenta que el rey Belkib, de la India, le pidió a uno de sus sabios que inventara un juego para no aburrirse.

[2] Curiosamente en la historia del ajedrez, reyes o dirigentes de algunos países les gustaba jugar al ajedrez humano. Es decir, con personas y caballos de verdad. Ejemplo Rusia 1924.

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