“Papá, ¡…te tienen
miedo…! La respuesta “muda” fue en ese momento una breve sonrisa poco
detectable a la par de una reflexión, que me hiciese responder con algo
tangible. Pudiera ser cierto lo que dices, pero te comento que en lo personal,
tienen ellas razón en la seriedad, pero no en lo accesible. ¿Bromear?, no
mucho.
En una ocasión – hace muchos años - donde evaluaron mi
desempeño, uno de los señalamientos fue: “colectivista, pero solo en grupos
afines”, lo cual fue y sigue siendo cierto, pero además de colectivista,
respetuoso con mis compañeros de trabajo y amigos.
Antes de entrar en materia, en cuanto a este valor tan
importante en la vida cotidiana de todos, recuerdo en el caso de un docente –
tal vez joven para mi edad – donde me preguntaba; ¿Cómo me ganaba el respeto?
Interrogante, no respondida en ese instante, ya que ameritaba realmente tiempo,
sobre todo cuando algo tan personal adquirido, lleva tiempo.
La palabra respeto proviene del latín respectus y significa
“atención” o “consideración”; valor que se asocia con aceptar, cumplir – por
cierto, no me agrada el término acatar - que se hace a alguien, donde se anexa
prestar atención y cortesía.
Hay personas sobre todo adultas que expresan a través de las
redes, en espacios públicos, que hay un problema serio actual en cuanto a la
falta de respeto de los jóvenes, inclusive adolescentes, que “antes”, no era
así.
Sí hablamos de redes, que realmente en algunos casos “enredan”,
suelen apreciarse videos – hoy vemos lo que antes no veíamos, pero sucedía –
violencia entre adultos, pleitos, discusiones, agresiones, por lo que realmente
la falta de respeto no es más que una pandemia social de generaciones, cuya
“vacuna” se encuentra en la familia, en los docentes y autoridades.
¿Cómo lograr el respeto con los demás? Primero, diría que dándose
a respetar; pero, ¿cómo?, mostrando aprecio y cuidado por el valor de algo o de
alguien, sus derechos, reconociendo los valores positivos, relacionado con
sugerencias a enmendar cuando existen errores ante normas, reglamentos
establecidos por parte de la persona con quien analizas la problemática que
pudo haberse presentado.
¿Acciones concretas para inculcar el respeto en los demás?
·
Mirar con respeto a todas las personas que se
cruzan en nuestro camino, deteniéndose, saludando, mirando a la persona a los
ojos, deseándole un buen día, o simplemente dándole las gracias con sinceridad;
expresándole preocupación por las personas de su entorno afectadas por
problemas de salud.
·
Aceptar las diferencias personales (religión,
preferencia sexual, gustos, nacionalidad, forma de vida), recordando que todos
tienen derecho a ser como son.
·
Evitar el abuso, la difamación, la burla a
través de las redes sociales.
·
Apoyar a las personas (adultos, enfermos,
discapacitados, niños)
·
Ayudar al necesitado.
·
Cuidar los bienes materiales, animales,
plantas.
·
Evitar daños al medio ambiente.
·
Escuchar con atención y sin el ánimo de
cuestionar las ideas de las personas de tu entorno.
·
Guardar silencio en determinadas
circunstancias o respetar las áreas y servicios creados para las personas
discapacitadas.
·
Ser discreto.
·
Ser puntual.
¿Y para ser uno respetuoso?
·
Darse espacio a sí mismo y a los demás.
·
Permanecer estable internamente, sin una
sensación errónea de inferioridad o superioridad.
·
Desprenderse y no presionar a los demás para
satisfacer sus deseos.
·
Expresarse con dulzura, naturalidad y
espontaneidad, pero con honestidad y coraje.
·
Procurar que sus palabras y acciones estén
llenas de consideración, discerniendo siempre qué es lo más preciso para decir
o hacer, de modo que nadie se sienta herido ni molesto.
·
Cumplir con lo acordado.
·
Respetar a los demás.
Para concluir, te propongo algo: Construye una lista de cotejo, haciendo uso de los términos de ser respetuoso y respetado; a continuación, tres columnas encabezadas por Si, No, Observaciones.
Llénalas con detenimiento y siendo autocrítico, saca tus propias conclusiones, cuyo resultado será aprender de ti mismo, para ser un ciudadano muy responsable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario