Otro factor que llamaría espeluznante sería el desempacar,
lo que a duras penas podías “enclaustrar” entre las paredes moldeables de tu
equipaje, acorde al peso permitido por la línea aérea, con un previo sentido de
“mea culpa”[1],
de que dejo, que le cedo a amistades, familiares, a personas que solo conoces o
no, pero que le serán útiles, algo así como el “maná caído del cielo”[2],
que entregas con gusto, con agrado, sintiendo en lo personal un alto grado de
satisfacción de ayudar a quien más lo necesita.
Y, ¿dónde guardar las cosas, acorde a la naturaleza del
producto? Obligatoriamente con un alto nivel de cientificidad – convirtiéndote en
un tipo de detective estilo Sherlock Holmes[3]
o Hércules Poirot[4] -
iniciar un proceso de investigación de almacenaje de gavetas y closet y comenzar a repartir como
parte de un primer ensayo, que no será el último, con el riesgo de olvidar
donde guardaste…, y comenzar una nueva y otra más revisión, tratando de dejar
lo material lo más organizado posible (tarea con alto riesgo de improbabilidad de
éxito)
El tiempo obviamente te resultará escaso, ya que tratarás de
organizar todo tomando como patrón de referencia, la que dejaste en tu lugar de
residencia anterior; pero también buscaras reducir tus ratos de desasosiego,
donde paralelamente a todo lo anterior una prioridad resultará conectarte al “mundo
exterior” mediante el servicio de alguna empresa de telecomunicaciones,
entretenimiento, servicios en la nube, streaming y comercio electrónico, anteponiendo
entre otros, correos, chats, donde la frase célebre, será: ¡llegamos bien, no
se preocupen!, acompañado de alguna imagen (fotos) y de ser posible visualizarse
en vivo – a pesar de las diferencias en los usos horarios en algunos casos - donde proporcionas un leve recorrido virtual
de tu nueva vivienda.
Hasta aquí diría que el inicio de un principio, ya que
resulta necesario, la búsqueda de trabajo donde una vez más recurre al envío de
tu hoja de vida o curriculums vitae (CV), actualizado (nueva dirección,
teléfono, con la opción de modificar la foto que usaste durante años, buscando
siempre el mejor aspecto exterior, imagen o estilo propio, en especial en el
vestir)
Lo que no resta el mantener tus compromisos laborales
anteriores y la búsqueda de nuevos, luchando contra “los molinos de vientos” versus
edad – experiencia.
A la par de todo lo anterior, porque son muchas cosas – de tener
hijos, el cambio de escuela, colegio, instituto o universidad, con la
posibilidad de riesgo de atraso según el período escolar – y finalmente los
trámites migratorios pertinentes, que te permitan una estabilidad formal como
ciudadano ante tu nuevo hábitat.
[1] Mea
culpa es una locución latina que se traduce literalmente como «por mi culpa» y
usada generalmente como “mi culpa” o “mi propia culpa”.
[2] Según
el libro del Éxodo, el maná (hebreo: מן) era el pan enviado por Dios a los
israelitas todos los días durante los cuarenta años que estos deambularon por
el desierto.
[3] Detective
privado de ficción creado en 1887 por el escritor británico Arthur Conan Doyle.
Personaje inglés de finales del siglo XIX que destaca por su inteligencia, su
hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos
difíciles.
[4] Hércules
Poirot, detective privado belga creado por Agatha Christie.
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