No queda duda que para los jóvenes la tecnología le resulta mucho más motivadora en varios sentidos, por ejemplo, jugar; escuchar música; apreciación de videos; comunicarse (¿o mal comunicarse?), donde ocupan mucho de su tiempo, mucho, que tal vez los docentes quisiéramos que nos atendieran más para el estudio, que no para el ¡desgaste del tiempo!
Pero son jóvenes, hay que entenderlos, pero la
Educación ha de ser una prioridad siendo necesario para ello tratar de contrarrestar
y desviar la atención hacia las clases y que felizmente han sido elaborado un
sinnúmero de aplicaciones para ello[1]
A lo anterior se suman un sinnúmero de estrategias
de enseñanza-aprendizaje que buscan reforzar con ello la comprensión y
aplicación del estudiantado, además de promover una mayor participación
(individual y colectiva), creatividad, en los jóvenes esencialmente, alejando
con ello el tradicionalismo que aún perdura lamentablemente: el docente
habla y los estudiantes escuchan[2].
¿Recuerdan cuando un docente decía «para mañana se
leen del libro de la página X hasta la Y o los tres primeros capítulos»? Nota:
¿Todavía se hace esto?
Casualmente como nos estamos refiriendo a las
acciones de hablar -Articular sonidos y palabras [una persona] para expresarse
o comunicarse-, y escuchar -Prestar atención a lo que uno oye-, abordaré una
herramienta que articula la posibilidad de ambas, y es el audiolibro[3].
El audiolibro es un medio de comunicación útil cuando la lectura directa no es posible.
¿Qué otras ventajas, tiene?
o
Permite conservar materiales que de
otra manera podrían deteriorarse y perderse.
o
Fomenta la lectura y promociona el
contenido más que el formato escrito.
o
Permite llevar a cabo otras
actividades mientras se los ejecuta: conducir ¡CON MUCHO CUIDADO!, caminar, tomar
sol, cocinar, etc.
Siendo utilizado ¿para? Escuchar un cuento, una
conferencia, un curso, un artículo, un ensayo, un diálogo, etc.
¿Y además de las ventajas, que otras utilidades pudieran
asociarse[4]?
o
Niños y jóvenes, muy familiarizados
con los medios audiovisuales y que necesitan un mayor estímulo para prestar
atención.
o
Personas sin hábito de lectura.
o
Personas ocupadas, con falta de tiempo
para leer.
o
Nos acercan de una manera más vívida y
personal la información de los libros, facilitando así su recuerdo.
¡Interesante!, Pero
si retomo su definición (audiolibro) «Medio de comunicación útil cuando la
lectura directa no es posible», me atrevería a retocar la planteando: «Modalidad
de escucha asincrónica para el reforzamiento del aprendizaje»
Herramienta que deberá ir acompañada de
orientaciones por parte del docente, de forma tal que permita en el estudiantado
una mayor atención versus distracción; a lo anterior se suma que la escucha –
entiéndase número de páginas-, deberá de ser gradual con la variante que sea el
propio lector quien programe su tiempo (más, menos) con una fecha límite establecido
por el docente.
Sincrónica |
Asincrónica |
Observaciones |
El/la docente deberá presentar la obra la cual será analizada mediante el
uso del audiolibro. Deberá proporcionar el link para que el mismo sea descargado. |
Enviar las instrucciones pertinentes vía chat u otra herramienta de
comunicación. La presentación del libro Autor (remembranza sobre el mismo) Fecha de publicación Lista de cotejo
que comprenda etapas para la escucha del libro y calendario. |
Por la extensión de la modalidad – en función de la extensión del texto seleccionado
- el docente deberá tener en cuenta con la antelación necesaria debidamente
articulada con los contenidos para lo cual ha sido empleado el documento. El docente deberá evaluar a sus estudiantes reenviando resultados. Sugerencia: emplear la técnica del Portafolio. |
[1] Aplicaciones para juegos como el caso de Kahoot
[2]
Tradicionalismo aproximadamente de unos 900 años.
[3] Es
necesario que esta modalidad es un tanto incipiente en América Latina sin
embargo en Europa se cuentan con plataformas tales como: Audible, empresa de
Amazon donde puedes acceder a miles de audiolibros y podcast. Desde 2020, esta
empresa ha entrado en España con un gran catálogo de títulos, de hecho,
actualmente cuentan con un catálogo de más de 90.000 títulos, de los cuales más
de 7.000 de ellos están en español.
[4] Nota: el autor del artículo ha limitado otras utilidades, centrando la atención en la “lectura-escuchada”; otras utilidades, por ejemplo: Personas con dificultades en la visión o incapacitadas para entender signos como en el caso de los disléxicos; Personas que no están todavía alfabetizadas, como un paso para aumentar la capacidad de atención y la concentración; Personas estudiantes de idiomas como el español o el inglés o cualquier otra lengua, a las que les convenga escuchar textos leídos en esos idiomas como ejercitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario