Todo este comportamiento atenta significativamente a la
conducta del individuo que se “separa” en el mejor de los casos de la familia y
en el peor de los casos si los miembros de la familia también se encuentran
ensimismada en el empleo de ¿un celular?, en un momento tan crucial como puede
ser sentarse a almorzar, donde para colmo la mamá le envía a uno de sus hijos el
siguiente mensaje “… hijo, puedes traer de la cocina dos cubiertos que se me
quedaron, ¿porfi?”
La respuesta del menor, no es tan elocuente, ni inmediata,
sencillamente su rostro se encuentra direccionado hacia el teclado luminoso
donde con sus dedos pulgares presiona una y otra vez siendo testigo de ello el
sonar de las vibraciones táctiles, para responder a la solicitante: “…mamá no
puedo, déjame de terminar esto”
¿Resultado? Cero solidaridades, apoyo, colaboración, diría
de una tecnología que se encarga de dividir, cayendo en el campo de la
antítesis[2].
Obviamente soluciones tecnológicas existen para
contrarrestar el individualismo, así como la obsesión que raya en el vicio y
corresponde a los juegos o actividades lúdicas[3]
que compromete al logro de lo que se desee alcanzar (diferentes niveles,
recompensas, etc.) guiadas y orientadas por el docente para temas específicos que
requieren de una organización previa, además de una adecuada planificación
plasmado en el plan clase o planeamiento didáctico.
Otra herramienta válida resulta el estudio de idiomas[4]
que, si bien la participación es individual, te permite competir con otros
usuarios, lo cual estimula su aprendizaje, además del valor añadido de aprender
aplicando, traducir textos – oraciones pequeñas – donde de cometer errores
estos te son señalados; repetir oraciones del idioma los cuales te son
evaluados.
Si debo aclarar que muchas de estas aplicaciones en función
de un aprendizaje: consolidación de contenidos, un nuevo idioma y otros, unos
son gratuitos y otros pagados, con la limitante que si deseas pasar a un nivel
superior la propia aplicación te reorienta a la que has de pagar, quedando en
manos bien de la institución hacer la compra o del usuario.
El individualismo, sus logros no han de ser tan relevantes – a pesar de determinadas experiencias donde se resalta a la persona, “edulcorándola” cuando realmente detrás de todo ello muchos han sido los “anónimos” que pusieron su granito de arena-, luego ¿lo real?: ¡El trabajo en equipo!
[1] Algo
necesario que debe retomar mucha fuerza: el trabajo en equipo. Parte II.
[2] La
palabra antítesis se origina del griego αντίθεσις o antíthesis que significa
“contraposición” u “oposición”, y está compuesta por las raíces anti-, que
expresa “contra”, y thesis, que significa “colocación o posicionamiento”.
[3]
Ejemplo: Kahoot
[4]
Ejemplo: Duolingo
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