Si bien no soy crítico de cine, pero
si (creo que) caigo dentro de la clasificación fans, analizando la misma, la
primera hora, cumplió su cometido; tensión; pero la segunda hora de la misma,
ya era de levantarme del asiento, porque las exageraciones de lo sobrenatural,
ya no daba para más.
Sin embargo, opté por
finalizarla, una hora más sentado bajo techo con aire acondicionado, en un
asiento extensible, recuperar el costo de la inversión, bien valía la pena;
además la tranquilidad de que en esa tanda, nos encontrábamos solamente una
familia integrada por una abuela, hija y nieto, los tres mega tiburones y yo.
Le comenté el resultado a parte
de mi familia, que no malgasten ni tiempo, ni dinero, pero obviamente era a
modo de sugerencia, que tal vez para los nietos era admisible… en fin quedaba a
criterio de ellos asistir o no[2].
Al día siguiente, con mi café
programado para las 9 am – después de 4 horas de
haber ingerido el primero de la mañana – daba lectura al periódico (en un mundo
complejo donde los seres humanos no logramos ponernos de acuerdo) y en la
página donde se mezcla la cinematografía, con la farándula, una película sobre
una muñeca, tras 17 días de estrenada superaba en ganancias la cifra de $1000
millones de dólares.
Película anterior, ligado a una fuerte campaña de historias, tráiler o avances, donde primaba el color rosado, es decir todo un mercado de convencimiento – consumo muy bien planificado –, que conllevaba a una asistencia masiva de personas.
¿Realmente estoy equivocado en
cuanto a mis gustos, cuando tropecé con la misma piedra una vez más al asistir
a una película – la primera - tan incolora (sin color) e insípida (sin sabor) como
el agua (a pesar que predominaba un entorno acuático) ?; ¿están acaso equivocados
los cientos de miles, millones de personas que han asistido tras el juguete
rosado donde a través de la misma se destaca la feminidad?
¿Recuerdan que planteaba que la “musa”
había desaparecido? Sin embargo, un “pececito” de 25 metros de largo fue en
este caso el causante del presente artículo.
Les soy honesto, casi no he dormido la noche anterior, pero aquí está el artículo del cual usted es testigo.
[1]
En la mitología griega, las musas son, según los escritores más antiguos, las
divinidades inspiradoras de las artes: cada una de ellas está relacionada con
ramas artísticas y del conocimiento.
[2] Las críticas no estuvieron del lado del tiburón gigante, ya que la película fue catalogada por algunos como predecible y carente de emociones auténticas. Sin embargo, a nivel global recaudó un poco más 145 millones de dólares.
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