En otras ocasiones he abordado la importancia de los números, su aplicación la cual le proporciona un sentido tangible a la vida, al propio aprendizaje, pero a la vez ser rechazada por muchos jóvenes con el estudio de las matemáticas que desfavorablemente se sigue enseñando con mucho tradicionalismo…,
El profe: «… la regla
de tres simple consta de cuatro términos, dos magnitudes proporcionales entre
sí, y una tercera magnitud. A partir de estos, averiguaremos el cuarto término
de la proporcionalidad»; y por supuesto el ejemplo: Si necesito 8 litros de
pintura para pintar 2 habitaciones, ¿cuántos litros necesito para pintar 5
habitaciones? Y… ¡ya! , finalmente el docente lo resuelve.
El estudiante: «….
Profe, ¡que aburrido!»
No hay mejor aula que
el mundo – e inclusive ¿porque no dar una clase a modo de resumen fuera de
ella? - que nos rodea, ir a un super mercado o mall, por ejemplo.
El profe:
«estudiantes, cuadernos en mano, pasemos a retirar una carretilla, cada equipo
estará conformados por tres participantes y seleccionarán en las diferentes
áreas de la tienda, 3 productos enlatados o envasados, en cuyas etiquetas
contengan números por ejemplo fecha de caducidad, peso de los productos, etc.;
pero además describirán la utilidad del producto; nos vemos en 15 minutos»; los
estudiantes ni corto ni perezoso, van en la búsqueda de los productos.
En un área alejada
del local – previa solicitud a la administración del lugar, para no interrumpir
el paso de los transeúntes – nos reunimos y comenzamos el cumplimiento de la
tarea asignada; poco a poco fueron exponiendo los diferentes equipos, pero como
siempre podría suceder hay un estudiante bromista.
El estudiante:
«Profe, de este producto – papel sanitario en mano – ya averigüé cuantos rollos
trae el empaque, fecha de caducidad, el peso, pero…me llamó la atención un
número y es el siguiente: cada rollo mide de extensión 250 metros, ¿para qué
ese dato?
La respuesta –
mientras que el resto de los estudiantes, se reían no de forma estruendosa, ante
el reto – demoró unos segundos, la cual debía ser seria, pero a la vez de forma
jovial.
El profe: «¿a que le
atribuyes que pongan la extensión?» El estudiante bromista permaneció en
silencio, no lo esperaba; ¿otro estudiante le puede ayudar?
La estudiante:
«Profesor, la respuesta es sencilla, mientras más sea la extensión del rollo,
¡más la durabilidad del mismo!, pero además añadió, «y eso ayudará a la
competencia entre los fabricantes, más extenso, más ventas y menos gastos para
el consumidor»
Lo que parecía que todo quedaría en una broma sin respuesta, lo dicho por la estudiante nos dejó, repito NOS DEJÓ con la boca abierta; pero hay más, el equipo de la joven en cuestión la aplaudieron de forma espontánea, yo me sumé, el resto también.
En lo personal sentí
por dentro mucha alegría, ya que había logrado motivar a los jóvenes a PENSAR,
pero sobre todo que APLIQUEN los conocimientos y no las reglas de forma
dogmática.
Usted estimado
docente, si usted (inclusive los padres de familia), nunca dude que nuestros
estudiantes no saben, que no lo van a responder, no, NO DUDE; nuestros chicos
son excepcionales, ¡LO SON!, El secreto está en que ‘extraigan’ con
procedimientos y metodologías, de los mismos eso que tienen guardado, su
entendimiento, inteligencia, discernimiento, consciencia, razón, intuición,
saber, su erudición, cultura, sabiduría, competencia, ...; y para aquellos que dado
los niveles de aprendizaje difieren, deberán ser apoyados por sus propios
compañeros, atención individual del docente y… de los propios padres.