lunes, 20 de enero de 2025

Creer o no creer…

El título pareciera ser al de William Shakespeare, en la obra (de teatro) Hamlet, donde expresa: "To be, or not to be” / "Ser o no ser", que se parece, pero no es igual; el termino creer, entiéndase «Tener algo por cierto sin conocerlo de manera directa o sin que esté comprobado o demostrado», nos lleva a muchos planos por ejemplo, el religioso, pero de ampliar el espectro y en particular a las orientaciones y enseñanzas que nos transmiten nuestros padres y docentes, que por supuesto han de resultar esencialmente educativas, formativas, la credibilidad se acercará a la realidad, siendo confirmada en el tiempo.

También creemos en la información que nos brindan los textos escolares, ya en las redes las cosas cambian, donde en muchos casos hay desbalance entre lo verdadero en cuanto a información y las falsas noticias (fake news), teniendo en cuenta el abrumador número de personas que comentan, que opinan, y que distorsionan un tanto el mundo en el que vivimos.

Pero, ¿y en el caso de los horóscopos[1]?, he dado clic en el buscador y me han aparecido n periódicos, n, lo que me conduce a pensar que son muchas las personas que recurren al mismo para ¿confiar?, en como le irá en el día; si bien esta carta astrológica o natal, constituyen un método de predicción, aunque no demostrado que se basa en la posición arbitraria de los astros al momento de nacer, considerándose por algunos una pseudociencia.

¿Y realmente es efectivo lo que nos enuncian? ¿lo que me dicen en el trabajo, con que signos eres afín o no, en la salud, en lo económico y en el amor? La creencia en la efectividad del horóscopo se ve potenciada por un fenómeno psicológico normal, la apofenia, que se caracteriza por la tendencia a encontrar patrones y conexiones entre cosas que no están relacionadas, nos conllevan a un análisis de la situación actual – el entorno – para valorar si atinó o no.

Los supuestos “vaticinios” – con frecuencias anuales, mensuales y diarias -, a la que posiblemente mientras más amplio el período, posiblemente se desvanezca la credibilidad… «… si claro si el horóscopo me dijo que en el segundo semestre mejoraría mi…» o sea hago que pasó, pero si recurrimos a una más estricta, que, es el hoy, como será "mi día", si te sale que en el amor que «… la tensión se disipará y logrará que la atracción facilite un encuentro sinigual», ¿se perfumará ese día más?

Que en trabajo y negocio «el clima laboral será cooperativo y facilitará proyectos» y resultas que eres jubilado, cuando difícilmente encuentres trabajo y pases a cuestionar tal clima, ¿el laboral?, no será ¿el del hogar?, donde la cooperación es poca, los nietos por encima de los muebles, juguetes desordenados…

En negocios, «… momento para ahorrar…» y resulta que con dificultad le alcanzará el dinero para comprar los útiles escolares, el pago de la mensualidad de la escuela; ¿y si está próximo a casarse y la persona seleccionada para "que hasta la muerte nos separe", resulta que no es compatible o afín con los signos zodiacales, ¿renunciará al matrimonio, ¿cuándo ya las invitaciones fueron enviadas, los anillos seleccionados, el alquiler de los trajes, …?

Por lo visto con todas las interrogantes anteriores ante los enunciados "horoscopeños u horoscopenses", podrán poner en duda o reafirmar el vaticinio del correcto ordenamiento de los astros.

No obstante, cuando he leído, «tenga cuidado al manejar, ya que podría sufrir un accidente…», ese día me traslado más despacio… ni modo.



[1] El horóscopo se originó en Babilonia hace aproximadamente 2.500 años. Los babilonios desarrollaron una forma primitiva de astrología, observando los movimientos de los planetas y las estrellas para predecir eventos terrestres; Port su parte los griegos fueron los encargados de sistematizar la técnica del horóscopo tal y como la conocemos hoy.

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