No queda dudas que el verbo negociar, procede de la palabra negocio, cuyo significado nos expresa «método de formar u obtener dinero a cambio de productos, servicios, o cualquier actividad que se quiera desarrollar»
De analizar sus acepciones, nos
encontramos:
·
«Tratar y comerciar,
comprando y vendiendo o cambiando géneros[1],
mercancías o valores para aumentar el caudal»
·
«Tratar asuntos
públicos o privados procurando su mejor logro»
Si hago referencia al
nombre del artículo, identifico que «El arte de la
negociación es una estrategia fundamental en la toma de decisiones y un proceso
mediante el cual las partes, en todas las áreas de la vida y en todas las
disciplinas y profesiones, intentan resolver conflictos y llegar acuerdos,
compatiblemente con sus necesidades e intereses»
Pero, ¿resulta sencillo negociar?, no
necesariamente si analizamos que este rol se ve acompañado de un sinnúmero de
competencias propias de su entorno, así como socioemocionales, siendo éstas
últimas:
o
Empatía o
Escucha activa o
Asertividad o
Capacidad argumentativa y persuasiva o
Paciencia o
Confianza en uno mismo |
o
Flexibilidad o
Tolerancia al riesgo o
Capacidad de adaptación o
Persuasivo o
Saber concretar |
A lo anterior se suma que un buen negociador
no debe perder, (aunque en ocasiones perdiendo los resultados pueden ser mucho
más beneficiosos para los diferentes actores), para lo cual existen
determinadas técnicas – que por problemas de espacio no profundizaremos – pero
que al menos nos inducen a otras competencias, siendo estas la negociación
colaborativa (ganar-ganar), competitiva (ganar-perder), flexible (perder –
ganar) y evitativa (perder-perder).
Y, ¿en el caso de los
que ejercemos la docencia? Si analizamos las habilidades o competencias
socioemocionales antes referidas, apostaría a que son necesarias para la 'investidura´
de un profesional de la educación.
¿Acaso no solemos
establecer las reglas o normas de conducta en la clase que impartimos,
vinculadas al reglamento institucional e inclusive algunas propias, sin la
necesidad de leerles el documento como tal?
Les cito un ejemplo,
como es la puntualidad – que al menos en lo particular, le doy mucho valor - 'estudiantes
al aula, se requiere entrar a la misma 5 minutos antes de su comienzo´,
lo cual constituye un proceso de crear el hábito y hacerlo costumbre.
Por supuesto no todos lo cumplirán en un primer momento, pero con mucha paciencia, sin la necesidad de 'cerrar la puerta', entrará el proceso de negociación, que apoyándome en una de sus definiciones «Tratar asuntos … privados procurando su mejor logro», será necesario conversar.
Para lo cual se requiere de mucha paciencia, tolerancia e inclusive exigencia, y ¿para los casos de estudiantes cuya conducta o comportamiento no es consecuente con sus actos?, sencillo, habrá que hacerles entender que será necesario continuar fortaleciendo su desempeño en valores.
[1] Conjunto
de seres que tienen uno o varios caracteres comunes.
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