lunes, 29 de julio de 2024

El erotismo, acompañado de habilidades blandas Parte 3.

Para lograr sentir y provocar deseo y placer en los seres humanos, asi como una comunicación especial, se requieren de determinados aspectos como:

o   El uso de una clave erótica.

o   Un ambiente adecuado.

o   Pensamientos y fantasías.

Analizados en el artículo anterior; conversemos en esta ocasión sobre:

o   Las zonas erógenas.

o   El beso.

¡Iniciamos!

En el erotismo juega un papel importante la estimulación de ciertas zonas corporales preparadas para responder con facilidad a la estimulación sexual. Estas zonas se denominan zonas erógenas.

Donde encontramos dos tipos de zonas erógenas, respecto a los estímulos que provienen de la piel y las mucosas:

·         Las primarias (genitales y perineo)

·         Las generales (resto del cuerpo)


Todo nuestro cuerpo es una gran zona erógena, tan grande como nosotros queramos dejarla ser.

Hablar de estimulación sensorial y reducirla a la piel y a los genitales supone una visión limitada de nuestra capacidad de disfrutar del placer sexual.

Descubrir nuestras zonas erógenas y las de nuestra pareja y aprender la mejor manera de estimularlas nos reportará mucha satisfacción.

Será necesario observar la respuesta del cuerpo; nos lo dirá todo: con los gestos, los sonidos, la relajación, la excitación, la satisfacción...

Cada persona sabe lo que más le gusta, las zonas que para ella son más erógenas, la secuencia de las caricias y el ritmo en la estimulación que le hacen sentir más a gusto, más relajada y más receptiva a la estimulación, de aquí la importancia de una excelente comunicación (asertiva y efectiva), como parte de las habilidades blandas.

Para disfrutar de cualquier tipo de estimulación necesitamos darnos permiso para sentir placer y disfrutar del juego sexual.

Recuerda, ¡No somos máquinas y nuestras zonas erógenas tampoco son interruptores!


Finalmente llegamos al beso y en particular en el rol del juego erótico.

Las sensaciones eróticas y el deseo se activan cuando besamos y nos besan. Es una interacción de sensaciones – esencialmente de comunicación y compenetración - que, crecen en potencia a medida que se hace más profundo y lleno de intensidad, generando que se exciten y la pareja con ello se estimule, y ambos cuerpos quedarán conectados.

Un beso romántico aumenta la sensación de bienestar, incrementa el deseo y mejora la flexibilidad muscular, energía, sube la frecuencia cardíaca mejorando la oxigenación de los tejidos y también se eleva la oxitocina, que es la hormona del apego, reduce el estrés y el sueño.

¿Luego?

Para concluir – con la buena intención de hacer entender que el erotismo es necesario en la pareja –, no queda dudas que hay mucho que abordar por parte de los padres de familia con sus hijos, como parte de la educación sexual, y más entre la propia pareja dentro del marco del respeto, la ética, la comunicación de una manera clara, sencilla, donde exista un consenso por ambas partes.

Siendo necesario tratar de contrarrestar la gran avalancha de información gráfica “subida de tono” que circulan esencialmente en las redes sociales y otros medios audiovisuales, las cuales son prácticamente imposible de regular y que nos denota o desvirtúa la realidad de un adecuado disfrute del placer, del deseo en los seres humanos.

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