La película[2]
a la que hago colación se llama justamente como el título del artículo de hoy, cuya
síntesis (+ o -) es la siguiente: La llegada al planeta Tierra de un objeto
volante no identificado (OVNI), que aterriza en un parque, y que al ser
informado por radio y televisión desata el pánico entre los ciudadanos.
Del interior de la nave surge una
figura antropomorfa vestida con una ropa de apariencia metálica, y tras él sale
un robot de tres metros de altura llamado Gort; al parque al cual asisten
cientos de militares armados, tanques, se alistan para repeler un posible
ataque por parte del extraterrestre, sin embargo su misión (la del visitante)
es impedir que los terrestres inventen armas nucleares más poderosas que la
bomba atómica, con lo que llegarían a suponer tal amenaza para el resto de los
planetas habitados que estos se verían obligados a destruir la Tierra y que
para confirmar su misión, como advertencia, haría algo muy llamativo, pero sin
dañar a los humanos.
¿La misión? Quitar la
electricidad del mundo (excepto los sistemas vitales) en coches, trenes,
barcos, electrodomésticos, semáforos, todo lo que funcione con electricidad,
cuya dirección será por 30 minutos. transcurrido ese lapso, todo volvería a la
normalidad.
¿Qué hacer en 30 minutos, hoy en
día sin electricidad? Lo primero: guardar el celular, guardarlo, evitando con
ello que estén a la expectativa de si ya vino la luz; lo segundo: dependiendo
de la hora, (luz natural o artificial), salir al patio de la casa o área que
permita reunirse la familia y… conversar e inclusive ingerir alimentos,
sencillamente como ¡Dios manda! (¿?): papá y mamá sentados a la mesa la cual ha
sido alistada con antelación (cubiertos, vasos, servilletas, etc.), los hijos llevan
los alimentos, indagando si lo servido es correcto o no a cada usuario;
decíamos conversar (¿sobre?) que tal la escuela, los docentes, las relaciones
de amistad, planificar alguna actividad conjunta (donde esté toda la familia).
Los padres – dada la alta carga
de trabajo laboral de ambos – referirse a la necesidad de realizar una
redistribución de los quehaceres domésticos, más allá de la intensidad de
estudio que tengan cada uno de ellos e inclusive en función de los tiempos los
mayores, llevar y traer a los menores a la escuela, así como atenderlos en el
hogar; en el caso de los hijos (as) que laboren, asumir costos de ciertas actividades,
aunque sean básicas.
Ah caramba, ya voy por el minuto 29, me quedan 60 segundos…, ¡Algo importante!, que no puede faltar: comuniquémonos más, los problemas que tengamos, conversémoslo ¡EN VIVO!, nada de celular, que si fuese el caso (extremo, reitero EXTREMO) vía internet (zoom, meet, etc.); problemas en
búsqueda de soluciones, y que si no los hubiese, aunque sean por corto tiempo, nos saludemos, ¡buenos días!; ¡mami no te preocupes, ¡hoy voy a cocinar yo!; ¿Qué tal si esta noche, vamos al cine o vemos la película JUNTOS? Nota: No importa, pueden ir los novios.Nota recibida de un docente: … pudieran por favor extender el no uso del internet por 23 horas, y en el caso de la hora que falta, para que realicen las tareas. ¡Gracias!
[1]
En 1889, Kodak patentó la producción de una película de celuloide recubierta de
una emulsión fotográfica que sería el inicio de la fotografía instantánea, y de
la cinematografía.
[2] Película estadounidense de 1951 del género de ciencia ficción, basada en el cuento de Harry Bates “El amo ha muerto” (Farewell to the Master, 1940). Considerada una de las obras de ciencia ficción más influyentes de la edad de oro del cine; Fue galardonada con el premio Globo de Oro 1952 a la mejor película promotora del entendimiento internacional.
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