lunes, 8 de septiembre de 2025

¿Dulce o salado?

Uno u otro, no queda duda que son sabores diametralmente opuestos, ambos determinados principalmente por sensaciones químicas detectadas por el gusto (lengua) así como por el olfato (olor) y en particular por los sensores específicos existentes en diferentes partes de la lengua, llamados papilas gustativas, donde el humano posee unas 10,000.

Papilas que se distribuyen en zonas o áreas de la lengua, por ejemplo, los sabores dulces se perciben con mayor intensidad en la punta, mientras que los salados en sus zonas laterales.

El mecanismo de sabor es muy sencillo, cuando ingerimos alimentos, al masticar, estos se desmenuzan, desprendiéndose aromas que ascienden mediante la faringe a la nariz (causando la sensación de sabor-olorosa) y sustancias químicas que afectan a los sensores específicos de la lengua.  

Hasta aquí, parece ser una clase de Anatomía - ciencia que estudia la estructura de los seres vivos, incluyendo su forma, la disposición y relación de sus partes y órganos-; sin embargo, por analogía, daré un “giro” analizando a las personas catalogadas como “dulces o saladas”

Comencemos por las “dulces”, ¿cualidades?, afable, amable, cariñosa y considerada con los demás, caracterizada por su gran capacidad para comprender y compartir los sentimientos de otros, su presencia suele calmar y transmitir tranquilidad, con disposición constante de ayudar de forma voluntaria y sin esperar nada a cambio; por otra parte, suelen ser personas con una perspectiva más positiva y con una actitud optimista ante la vida.

¿Y en el caso del “salao[1]”? De forma coloquial, persona, con mala suerte[2]; le caen todas las desgracias, no sale de un problema para entrar en otro, sus pensamientos serán muy negativos, padecerá de baja autoestima, estresado hasta llegar a la ansiedad o depresión.

"¡Atiza!" (diría una persona de nacionalidad española) - interjección coloquial que expresa sorpresa, admiración o contrariedad, similar a decir "¡Vaya!" o "¡Caramba!", ante la situación de ambas personas: una dulce y otra salada.

No diría contradictorias, ni antagónicas, son sencillamente conductas que en el caso de la primera (dulce), se llevan las palmas ante la posibilidad de interactuar para bien con las personas que necesitan que le den “una mano”, como es el de ayudar a una persona “salada”.

Tanto uno como otro sabor, perdón persona, no son excluyentes una de la otra, una persona puede ser amable, atenta…, pero también ésta puede verse afectada por malas rachas que pueden afectar diversas áreas de la vida como la salud, el trabajo o las relaciones personales.


¿Solución? Brindarle la mano, al que la necesita, en el momento adecuado, sin necesariamente llegar al don máximo de la “dulzura”; recuerde que saber conjugar lo dulce con lo salado es tan común como ingerir una pizza hawaiana con jamón y piña, el clásico melón con jamón, el queso con uvas o guisos de carne con salsas de vino dulce.
 


[1] Salao es una variante fonética coloquial e informal de "salado", común en el habla popular de ciertas regiones, y no es una palabra aceptada en la lengua formal.

[2] Empleado este término en algunos países hispanoamericanos; en otros, se considera una persona graciosa, ocurrente o con mucha chispa.

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