lunes, 23 de junio de 2025

Contando ovejas

Mis ojos – al verme en el ‘espejo’ de mi celular (gracias a una app) – estaban rojos, la visión era borrosa, se evidenciaba una sequedad ocular, así como dificultad para enfocar, donde tal vez la culpa misma es de la exposición prolongada a la pantalla de mi computadora, al teléfono, y la luz azul emitida y al esfuerzo de enfoque constante.

Necesitaba dormir, (aunque honestamente soy una persona que duerme poco de 4 – 6 horas en el día), pero ya sentía el cansancio del día, para lo cual recurría a mi medicamento mágico, que al parecer la glándula pineal situada en el cerebro no liberaba lo suficiente, y me indicaba que era hora de dormir y para ello nada más y nada menos que el suplemento: la melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño-vigilia.

Muchas las veces que, mirando al techo, trataba de contar ovejas, ¿ovejas?, si ese mamífero cuadrúpedo ungulado doméstico, utilizado como ganado, que son artiodáctilos, o animales con pezuñas. Es cierto son bonitas, lanuditas, blanquitas, pero ¿por qué con ovejas? Diversas religiones las asocian con la pureza, la inocencia, la docilidad y la obediencia. También puede simbolizar la fe, la unidad, la guía espiritual, bendiciones, abundancia, prosperidad, liderazgo, responsabilidad, cuidar de la familia y la comunidad. Nota: por lo visto tienen tantas bondades, que al enumerarlas ya debo levantarme.

¿Y de dónde saqué lo de contar ovejas, se preguntará? Recurro a un cuento oriental, edad media siglo XII, por cierto, recomendado por los terapeutas de la época, llamado ‘El contador de ovejas’, del cual le muestro algunos extractos…; un rey que tenía problemas para dormir (mmmmm…), «Un campesino que vivía en lo alto de una montaña, bajó la colina para comprar ovejas. Llegó a un pueblo vecino y con todo lo que tenía ahorrado, consiguió comprar nada más y nada menos que dos mil ovejas.

Feliz, con su gran rebaño, se dirigió a su casa, pero por el camino se dio cuenta de que se había producido una inundación. ¿Cómo iba a cruzar con sus ovejas sin que se ahogara ninguna? El campesino vio una pequeña barca. Tan pequeña, que solo cabía él y una oveja. Así que se armó de paciencia y comenzó a cruzarlas una a una. Y para comprobar que estaban todas, decidió contarlas. Así que según cruzaba iba diciendo para sí: – Uuuuuuna. Dooooooos. Treeeeees. Cuaaaaatro. Ciiiiiinco. Seeeeeeis. Sieeeeeete. Ooooocho. Nueeeeeeeve. Dieeeeeeeez. ¡Y quien se quedó dormido fue el fabulista!

Pero el rey, le reclamó. ¡Sigue con tu historia!; el narrador le contestó: – Seguiré en cuanto termine su majestad de contar todas las ovejas. No debemos perder la cuenta. Sigamos por once… Y cuando termine, muy gustoso seguiré con la historia… y el rey se durmió.

Al parecer, la fabula es válida, debido a la actividad que como tal puede ser monótona, aumentar la fatiga y la somnolencia; se plantea que las ovejas pueden desencadenar asociaciones y emociones positivas, que promueven la relajación, anulando los pensamientos negativos, pero también puede generar lo contrario, ya que el contar requiere concentración, resultando más estresante que relajante. 

Entonces, ¿brincan o no brincan?, ¿cuento o no cuento?, ¿una alternativa? Viajar de ensueño, digamos un viaje onírico - experiencia, ya sea real o imaginaria, que se asemeje a un sueño, donde la realidad se entrelaza con elementos fantásticos o surrealistas -, por ejemplo, un viaje físico o a una exploración interna, como un proceso de introspección o autoconocimiento.

Imaginarte un lugar bello y tranquilo donde podrás dirigir tus pensamientos positivamente y alejarte de las preocupaciones, el estrés y los problemas cotidianos, reduciendo significativamente la presión para contar correctamente y podrás sumergirte por completo en tu visión relajante.

¿El mamífero cuadrúpedo ungulado doméstico brincando la cerca o un manantial cuya agua corre entre los verdes campos…?, ¿Pruebas?

lunes, 16 de junio de 2025

Cuando te cuidas.


En su piel no podían faltar las manchas seniles o de ‘la edad’, como evidencia palpable como habitante del planeta Tierra de haber orbitado alrededor del Sol durante muchas vueltas, durante muchas décadas.

Donde cada mañana – dándole gracias a Dios, por un día más de vida -, tras levantarse, asearse, se dirige a la cocina para preparar una buena taza de café, tras la espera que la misma cafetera ‘anuncie’, que el brebaje descubierto siglos atrás (IX) por el pastor etíope Kaldi, ya está listo; y por supuesto la mejor, la primera colada, donde las restantes tal vez no ya tan frías, seguirán siendo sus acompañantes como recordatorio de esa mezcla de sabores (ácido, amargo, dulce, así como notas afrutadas, terrosas, o de chocolate), aunque ella lo desconozca.

Taza en mano firme, no temblorosa, se dirigía a su sillón hoy todo de madera, antes con partes de mimbre, sillón que fue testigo de muchas generaciones, nietos(as), bisnietos(as), ‘balanceados’ para recibir su toma de leche y en el mejor de los casos conciliar el sueño de estos(as), como preámbulo de ser dirigido a las cunas; que en el momento de trasladarse, llevaba su dedo a los labios en señal de que todos hiciésemos silencio, todos, ni chistar, que si alguien lo intentaba, su respuesta era sencilla, abrir sus ojos grandes.

Tras cumplir parte de su faena en la mañana, saliendo de la cocina y con mucho cuidado aguantarse como de una especie de agarradera, dado la existencia de un desnivel para pasar a la sala; próximo a su sillón ¿milenario?, se encuentra la cajita de sus medicinas: contra el dolor en la rodilla, para la presión, contra la alergia …, ¿qué hora es?, «No, aún no me tocan»; reflexión interrumpida al sonar el celular… lo cual estaba programado para que al recibir cualquier notificación sus luces parpadearan, dado problemas de audición (nota: que al parecer a algunos nos ha tocado ese gen, de pérdida progresiva de poder escuchar bien).

Se colocaba sus anteojos, y con mucha atención, daba lectura a lo recibido – la señora había ‘crecido’, en una época (década del 30, siglo pasado) donde como medio de comunicación se desarrollaba la radio y como medio único de respuesta en el área rural, el telégrafo, siendo una exclusividad el teléfono -, sí, en el celular, medio digital que manejaba a la perfección, tal era así que su respuesta o bien solicitaba conectarse vía WhatsApp por llamada telefónica o video o bien, enviar su correo de voz.

Tras el almuerzo – y su consabida siesta, algo así como una fiesta (individual) religiosa y muy respetada por sus vecinos -, al despertar, algo soñoliente y con mucho cuidado, iba por su otra taza de café; ya la tarde iba en declive, con la puerta de la sala abierta, apreciaba las nubes un tanto grises, amenazando con algo de lluvia, lo cual venía como anillo al dedo para refrescar la caliente mañana.

Una vez más era la hora de balancearse, encender su televisión de pantalla plana con su control remoto respectivo, ‘dando un paseíto’, por los diferentes canales, viendo la programación y detenerse en las noticias nacionales y las de ‘afuera’.

Ya pensaba en que cenar, pero no, aun era muy temprano, le daba tiempo a escribir vía chat a sus amigas para ver si había alguna nueva novedad en el barrio y si mañana irían a practicar ejercicios en el parque y por supuesto un día más, a la espera que la Tierra rotara sobre su eje.

lunes, 9 de junio de 2025

¿Un reglamento vigente?

Hurgar o indagar en la historia siempre ha sido una interrogante, una curiosidad personal para aprender, conocer y no simplemente una sucesión de fechas y eventos lejanos sin relevancia en tu vida diaria, resulta la clave para entender quiénes somos, cómo hemos llegado hasta aquí y hacia dónde podríamos ir.

A través del estudio de los eventos pasados, podemos conocer los procesos que han dado forma a la humanidad y a las diferentes sociedades a lo largo del tiempo, que no solo se limita a los acontecimientos políticos y militares, sino que abarca todos los aspectos de la vida humana, como la economía, la cultura, el arte y la ciencia.

Al analizar documentos y fuentes históricas, podemos reconstruir los hechos y obtener una visión más precisa del pasado. La historia también nos ayuda a desarrollar una conciencia histórica, alimentando la capacidad crítica y el diálogo constante para comprender nuestro propio contexto e identidad; de igual forma, al debatir sobre estos temas, prácticas y mejoras tu habilidad para comunicarte y escuchar a los demás con empatía y respeto.

Aprendido o recordado lo anterior pasemos al meollo de nuestro artículo; recientemente un excelente amigo, educador, me compartió la nota de un periódico (imagen) del siglo pasado – exactamente unos 101 años[1] - donde se mostraba un reglamento o normas para damas, para poder ejercer la profesión como docentes, siendo estas las siguientes:

1.        No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.

2.       No andar en compañía de hombres.

3.       Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana a menos que sea para atender función escolar.

4.       No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.

5.       No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de delegados.

6.      No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.

7.       No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.

8.       No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.

9.      No vestir ropas de colores brillantes.

10.    No teñirse el pelo.

11.      Usar al menos 2 enaguas[2].

12.    No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.

13.     No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.

Es posible que en este momento usted asuma o responda con gestiones de asombro, sonrisas o risas en tono de burlas, en base a un sinnúmero de limitantes que, si bien respondieron a una época, tratando de ¿magnificar? el magisterio como una muestra de ‘pulcritud’, dignidad, el propósito central era evidenciar como parte del claustro un personal idóneo para la formación y educación de los estudiantes.

No queda dudas que ser docente resulta una profesión excepcional en cuanto a los deberes legales, morales y sociales que las mismas sociedades nos exigen, eso es un hecho real, indiscutible: ser ejemplo, un buen ejemplo a seguir.

Ser docente no contradice el correcto vestir – muchas escuelas, colegios, instituciones – hacen uso de uniformes, que se apoyan en normas – aparte, pero no excluyente es su vida personal y sobre todo (nos los exigen las sociedades) el saber evidenciar un comportamiento dentro del marco del RESPETO, relaciones cordiales, disciplinado, honesto, etc.; pero que además se les garanticen sus derechos, por ejemplo:

o   Acceder a oportunidades de capacitación y actualización profesional, lo que les permite mejorar sus habilidades pedagógicas y mantenerse al día con las últimas tendencias educativas.

o   Ser incluidos en los procesos de toma de decisiones que afecten a la institución educativa. Esto implica la colaboración en la planificación curricular, la selección de materiales didácticos y la implementación de políticas educativas.

o   Ser evaluados de manera justa y objetiva, utilizando criterios transparentes y relevantes.


En fin, una profesión compleja, muy exigente con quienes asumimos dicho rol, pero también una bendición.



[1] Fuentes: Archivo Ministerio de Educación de la Nación; Memoria e Historia de la Educación Argentina, Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros; "Las ideas pedagógicas a comienzos del siglo XX en San Juan", Fabiana Puebla, FFHA, UNSJ (2018).

[2] Prenda de vestir femenina que se ajusta a la cintura y cubre las piernas o parte de ellas.

lunes, 2 de junio de 2025

La necesidad de estar con nuestros hijos

 

La vida moderna nos ha llenado de ocupaciones y de “necesidades”. Tenemos que estudiar, trabajar, leer la prensa, ver la televisión, hablar con los amigos, asistencia a reuniones, comer aquí, viajar allá... Algunos viven bajo la presión nueva y excitante de la computadora: hay que probar nuevos programas, “navegar” en Internet, estar al día con revistas de informática... Total, que no tenemos tiempo para casi nada, ni para atendernos nosotros mismos, menos, ni para los hijos...

Más de una vez nos habrá ocurrido algo parecido a esta escena. Una hija le pide a su padre que le ayude en las tareas de la escuela. Respuesta casi automática: “ahorita no tengo tiempo, cariño”. De repente, suena el teléfono. “Esposa, me voy, una emergencia en el hospital…”   ¿Hemos de esperar a una urgencia para darnos cuenta de que podemos dejar de lado mucho de lo que hacemos para invertir el tiempo en algo más importante? En otras palabras, ¿no podríamos descubrir la urgencia de invertir tiempo, lo mejor de nuestro tiempo, en estar con nuestros hijos?

Desde luego, cuando uno vuelve cansado del trabajo, no es que tenga muchas ganas de ponerse a gatas para jugar a carreras de autos con los niños, o que pueda sentarse al lado de quien no tiene ganas de estudiar para hablar en serio, “de hombre a hombre” o “de mujer a mujer”. Y con ello no queremos decir que se trate de estar siempre con los niños. Lo que sí es importante es dejar tiempos, invertir los mejores tiempos -en momentos claves del día, en los fines de semana, en las vacaciones- para los hijos. Y eso es posible.
 

¿Cuál podría ser un segundo paso? En qué invertir ese tiempo. Es decir, ¿qué espera un hijo de sus padres? Podrá darse el caso que usted esté tres horas con su hijo para resolver problemas de matemáticas, pero no darle el cariño que él le pide, o puede estar dos minutos con el pequeño que tiene miedo antes de dormir, y con un beso, un apretón de manos y un detalle -que van desde un dulce hasta un pequeño regalo para sus sueños infantiles- para que el niño sienta, de verdad, que su padre lo ama como nadie en el mundo.

Muchas veces lo que más quiere el niño es poder hablar, expresarse, contar su vida. A veces sufre traumas en la escuela que no se atreve a descubrir en casa porque siempre papá y mamá “están muy ocupados”. Bastaría con tener algún momento al día o varios momentos a la semana para que el niño cuente lo que le han enseñado, a qué ha jugado, quiénes son sus amigos, si hay algún maestro que no lo trata correctamente, o si algún que otro estudiante, compañero de aula le molesta constantemente.
 

Un padre y una madre que aman captarán en seguida los problemas que puedan darse, y podrán empezar a buscar soluciones que, en los problemas más graves, cuanto antes se tomen mejor. Si nos miramos al espejo y somos sinceros con nosotros mismos, nos daremos cuenta de que, cuando nos tocan el corazón, sacaremos tiempo perfectamente, hasta de debajo de las piedras.

lunes, 26 de mayo de 2025

Ondeando el cabello

¿Ondear? Identificando acepciones a dicho verbo, encontramos: 1. Mover algo, especialmente una bandera o un pañuelo, formando ondas (verbo transitivo); 2. Dicho del agua: Hacer ondas impelida por el viento o por el impacto de algún agente (verbo intransitivo).

¿Y en el caso de la palabra onda? ‘Cada una de las curvas, a manera de eses, que se forman natural o artificialmente en algunas cosas flexibles, como el pelo, las telas, etcétera’. ¡Bingo! “… como el pelo”

No queda dudas que, a las féminas de cabello largo, liso, sin distinción de color, apreciarles ondeando su pelo resulta un atractivo, por supuesto para personas que se identifican con este tipo de cabello en particular en cuanto a gusto.

El cabello – cuenta la historia - ha tenido un significado cultural, social y estético fundamental, desde las civilizaciones antiguas hasta la actualidad, siendo un reflejo de estatus, belleza y, en algunos casos, espiritualidad; En Grecia las mujeres cuidaban su cabello con gran elaboración, inspirados en las diosas Artemisa y Atenea; los romanos ofrecían su cabello a los dioses del mar como ofrendas.

Recientemente en la visita de un mandatario a un país árabe (Emiratos Árabes Unidos, EAU), éste era recibido por las altas autoridades del país, donde como parte del protocolo, a un lado y otro de la alfombra roja, se apreciaban féminas jóvenes vestidas de blanco, ondeando su cabellera de forma armónica al vaivén del sonido de un sinnúmero de instrumentos de fondo como el riq (pandereta), el qanun, el nay (flauta), la darbuka (tambor de copa) y el rebab.

¡Interesante!, pero también me surgió la duda del ¿por qué el rostro descubierto y más ante una persona procedente del mundo occidental, cuyas tradiciones culturales suelen ser poco entendibles e inclusive antagónicas, referente al papel o rol de la mujer en el Mundo oriental (oriente medio y regiones del norte de áfrica)

En EAU, la tradición y el arte dictan que las mujeres deben cubrirse desde los hombros hasta los tobillos y llevar el cabello recogido bajo un velo, aunque esto no es una obligación estricta para extranjeras o durante eventos internacionales, costumbre basada en los principios islámicos que promueven la modestia y la protección de la mujer frente a miradas ajenas, como se detalla en el Sagrado Corán; cubrir el cabello es una señal de respeto y devoción, y forma parte de la identidad cultural y religiosa de la región.

Siendo así, ¿por qué fue una excepción en el recibimiento del mandatario occidental? La respuesta resulta sencilla considerando que el gesto de ondear el cabello durante la ceremonia de bienvenida tuvo un significado especial siendo interpretado como una muestra de hospitalidad, además de apertura hacia los visitantes internacionales mediante protocolos diplomáticos que buscan crear un ambiente de cordialidad y respeto mutuo, simbolizando alegría, libertad y celebración llamada la danza Al Ayala, con el movimiento del cabello expresando entusiasmo en la acogida.

Lo cual no es aislado cuando se suma la música, los militares enfrascados en sus trajes típicos, portando lanzas, espadas, fusiles; con un entorno totalmente pulcro en cuanto a arquitectura, puertas y lámparas gigantescas, primando colores claros y en particular el resplandor del oro incrustado en diversos espacios.

¿Cómo aprendizaje? Tal vez la realidad de un cuento de hadas y príncipes tangible visualmente donde se nos muestra una cultura relevante, digna de respetar en cuanto a sus costumbres haciendo énfasis en mostrarle al mundo occidental “en vivo”, cómo es en lo observado.

lunes, 19 de mayo de 2025

Una estrella que brilla.

Es poco probable que usted en alguna vez de su vida no haya visualizado una o más estrellas - objeto astronómico luminoso con forma de esferoide, que mantiene debido al equilibrio hidrostático alcanzado por su propia gravedad -, acostados en el césped de un jardín o campo junto a su futura esposa, o en el menor de los casos en una clase de astronomía, que, de no haberla cursado, no se preocupe ya que está a tiempo de abrir la ventana junto a su cónyuge después de haber celebrado un aniversario más de boda.

¿Acaso es una tradición hacerlo?, ¿de dónde surge?, ¿Por qué lo vio en una película o serie?

Las estrellas, al igual que los humanos, tienden a agruparse en pareja; todo es cuestión de atracción, en este caso gravitatoria. Una fiesta es un buen lugar para conocer a nuevas personas y establecer nuevos lazos amorosos. Con las estrellas ocurre lo mismo, cuando hay una acumulación grande de ellas, por ejemplo, en los llamados cúmulos estelares, hay más probabilidad de que se formen nuevas parejas de estrellas. A estas parejas los astrofísicos las llamamos estrellas binarias.

En nuestra sociedad hay muchos tipos de parejas, y la personalidad de los implicados define el tipo de relación. Aún no conocemos las “personalidades” de las estrellas, pero sí observamos que algunas son más “cariñosas” y otras son más “independientes”.

Dependiendo de la zona de influencia del campo gravitatorio de las estrellas, conocida en astronomía como lóbulo de Roche, se definen tres tipos de relaciones entre parejas de estrellas: en la primera -binarias separadas-, las implicadas son muy independientes, pero están ligadas gravitatoriamente (como si fuera una relación a distancia); en el segundo tipo -binarias semi separadas-, una invade el espacio gravitatorio de la otra y esta última absorbe parte de su atmósfera, (como en muchas relaciones, donde uno de los implicados “jala” más que el otro); en el tercer tipo -binarias en contacto-, ambas se invaden el espacio gravitatorio, y hay un intercambio de materia en ambos sentidos, es decir, se trata de una relación muy fogosa.

Las binarias separadas son muy independientes y el hecho de estar en pareja casi no influye en su evolución personal/estelar. Sin embargo, cuando hablamos de parejas donde hay más contacto, como en las binarias semi separadas, la relación sí influye en las personalidades de los implicados. Es decir, sus propiedades físicas, como por ejemplo su velocidad de rotación o la composición química de sus atmósferas, pueden modificarse. Por último, las binarias en contacto comparten su atmósfera (viven juntas en la misma casa) y ambas se influencian considerablemente.

Las parejas, tanto las estelares como las de personas, evolucionan. El ser humano, al principio de una relación suele ser más cariñoso, sacar lo mejor de sí mismo en todos aspectos, incluso hasta llevamos el desayuno a la cama para dar los buenos días. Con el tiempo la situación va cambiando, no quiere decir que las situaciones mejoren o empeoren, simplemente cambian.

Hay muchísimos factores que influyen sobre el desarrollo de la pareja, por ejemplo, la madurez de las personas involucradas en la relación, o lo que es lo mismo, la edad de las estrellas que forman la pareja. También influye la distancia, evidentemente no es lo mismo una relación cuando habitan en casas separadas por motivos de trabajo u otros.

En las estrellas pasa lo mismo, dependiendo de la distancia entre ambas, la relación evolucionará hacia lugares diferentes. Por supuesto, la atracción física es fundamental en ambos tipos de relación.

Y a modo de conclusión: al igual que gran parte de los seres humanos buscan compartir con alguien su camino a lo largo de la vida, existe una “atracción estelar” que suscita que muchas de las estrellas de nuestra galaxia también tengan una “relación de pareja”, o lo que es lo mismo, un poco de compañía durante su aventura por el universo, lo cual dependerá si usted es una "Estrella binaria separada, semi separada o binaria en contacto".

lunes, 12 de mayo de 2025

Para los que a veces no escuchan.

¿Cuántas ideas nos pueden surgir como seres pensantes que somos, ¿acaso todas serán buenas o malas? Tal vez quienes puedan juzgar o dar respuesta a esta última interrogante, dependerá si logramos convencer a la persona que actúa como receptor de la información.   ¿Posibles receptores? Padres y madres de familia en un primer plano en relación con sus hijos e hijas, los cuales en sus primeros años de vida suelen ser una “aspiradora” de preguntar el porqué de todas las cosas, cuando comienzan a conocer no solo el entorno de todo lo que le rodea, sino sus propios cambios como parte de la pubertad.

Que decir, cuando somos más “grandecitos”, entiéndase ya vinculados a actividades laborales, donde ya una vez sensibilizados, teniendo conocimientos de cómo funciona todo o casi todo a lo interior de la empresa o institución, quieren ser partícipe de las soluciones de los problemas  y no necesariamente somos escuchados, porque podría darse el caso de que aquellos y aquellas que son los responsables de las tomas de decisiones, no les oyen, bien por el volumen de trabajo de los mismos o bien porque subestiman las opiniones de sus subordinados.  

Posiblemente para el emisor – persona que desea aportar sus ideas, sus opiniones - tan pronto como sea capaz de decir lo que piensa, y ser escuchado y aceptado, se quitará un gran peso de encima. Es como si una molestia física desapareciese de repente; pero en el caso de no ser escuchado y por ende incomprendido, surgirá  la decepción, ¿para qué me “maté”, tratando de ser parte de la solución? 

Hoy en día no podemos ignorar que una herramienta básica lo constituye la tecnología y en particular el uso del correo electrónico donde envías mensajes opiniones, ideas, solicitudes que nunca suelen ser respondidas, por ejemplo cuando aplicas a una plaza o empleo donde tu posición de desempleado, de por si tensa, y casi desesperanzado dudas de dar enter y cuando lo haces, posiblemente hasta cierras los ojos, recurriendo a Dios para ser escuchado o cruzando los dedos y que algún día no muy lejano, el Señor de forma espiritual o el receptor , aquel que está detrás de una computadora y que él o ella traslada a alguien o a un colectivo que decide y emite un veredicto. 

Sin embargo, la respuesta pocas veces suele ser devuelta, cualquiera sea la misma, “para bien o para mal”. (Nota: nadie puede dudar de la importancia de este medio de comunicación, pero uno de sus defectos es la impersonalidad, es decir que no tiene o no manifiesta personalidad u originalidad, desde el momento en que no responde) 

Si nos trasladamos al aula de clase –entorno de alta complejidad- el cual depende de diversos factores como son la cantidad de estudiantes, la habilidad como parte de la metodología que utiliza el profesor o profesora para atender toda la problemática de dudas, respuestas a las posibles soluciones bien de los ejercicios o interrogantes que suelen surgir en el momento mismo de la clase, que inclusive el docente no logró prever al planificar su clase. 

Todo lo antes expuesto constituye una invitación para que usted, si su comunicación no resulta óptima en la relación emisor – receptor, la mejore.