¿Fecha? Podía variar dependiendo
de tradiciones de cada país: navidad, inicio de un nuevo año y sobre todo dependiendo
de quién los traía: Papá Noel, Santa Claus, los reyes Magos, que en mi caso
eran estos últimos que al ser tres posiblemente los regalos eran repartidos
muchos más rápidos siendo trasladados en camellos, a diferencia de los
anteriores transportadores que lo hacían en trineos halados por renos.
La dificultad posiblemente entre
ambos animales donde iban los juguetes es que unos se trasladaban por tierra y
los otros por aire, otro que Santa Claus o papá Noel entraba por una chimenea,
siendo un tanto grueso ¿cabría?, ¿y si la casa no tenía chimenea? En fin, la
respuesta estaba en la magia de la inocencia y la fantasía.
¿Qué escribiría en esta ocasión
ya siendo una persona adulta y en particular docente? Voy con mi carta:
“Niño Dios, lo que te voy a
pedir es un poco difícil pero muy necesario ya que en nuestro planeta Tierra tenemos
serios problemas en la educación, de aquí que necesito que me apoyes en los
siguiente:
1.
Que todos los niños y niñas tengan acceso
a asistir a una escuela bien habite en la ciudad o en el campo.
2.
Tener acceso a los servicios básicos como
la nutrición, el asesoramiento, el agua saneamiento e higiene.
3.
Que
tengan acceso a una educación gratuita contando con los materiales necesarios
(cuadernos, libros, etc.)
4.
Que las escuelas tengan acceso a internet
y que al menos los niños y niñas disponga de algún recurso tecnológico, por
ejemplo, un local con computadoras donde puedan realizar sus tareas, investigar
y aprender complementariamente a lo que el maestro o docente me enseña fundamentalmente
para ser aplicado.
5.
Que cada escuela o institución tenga su
biblioteca.
6.
Que a mis padres o tutores se les
capaciten de forma gradual y sistemática, dependiendo de su nivel de escolaridad
(y si es necesario alfabetizarlos), pero haciendo énfasis que ellos son los
primeros responsables de mi educación
7.
En el caso de mis profesores que sean
ampliamente capacitados y actualizados – además de contar con los recursos
necesarios - para que sus clases sean muy atractivas, creativas y bonitas.
8.
Que los grupos de clase no sean tan
numerosos, ya que eso me dificulta el aprendizaje.
9.
Que me enseñen primero en ser una persona
de bien, que más allá de la asignatura que impartan los primerito sean los
valores a través de las habilidades blandas o socioemocionales.
10.
Que las instituciones y la sociedad le
den el debido mérito a mis profesores por todo el esfuerzo que realizan,
inclusive priorizándonos a nosotros los estudiantes por encima de sus problemas
personales.
11.
Que el presupuesto a la educación y a la
salud sean los más altos destinados por cada país.
Posiblemente se me olviden algunas cosas porque no quiero que se me vayan los camellos o el trineo; ¿te puedo hacer una sugerencia? A lo mejor si los regalos me los envías por Amazon, lleguen más rápido y además como son tantos…”
¡Ya me acorde! “…que no sé
dónde ubicarlo en cuanto a lugar de pedidos, pero no deja de ser menos
importante… ¡Que prime la felicidad, el amor…!
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