La clase comenzaba 8 am y terminaba 1 pm, nada más y nada
menos ¡que 5 horas!, donde cada docente y estudiantes nos “refugiábamos” tras
una pantalla de un recurso tecnológico: computadora/tableta/celular, donde se
mostraba en un caso el rostro del facilitador (o en el peor de los casos del
que dictaba), hablando y hablando, evacuada dudas, cuando alguno osaba
preguntar, cuando en realidad la mayoría de las cámaras y micrófonos se
encontraban apagados, de un solo lado.
Correspondía el día del examen en el próximo encuentro – así
dicho por el docente – y … finalizó la clase, con una orientación: “muchachos
estudien”; por supuesto el día que correspondía la evaluación primaba la
incertidumbre en n cosas, n, por no decir m(iles). ¿Qué se iba a evaluar?, ¿cómo
se iba a evaluar?, ¿Cuánto duraba la evaluación?
En el módulo siguiente me sentí más aliviado, la docente en
este caso después de presentarse, estableció las “reglas del juego”: puntualidad,
crear condiciones para micrófonos y cámaras encendidas, tiempos de receso y
otras orientaciones necesarias, pero tal vez insuficientes, como analizaremos
más adelante.
No pretendo “gastar” muchas palabras en el rol actual de la
tecnología, que resulta imperante en todos los sectores, pero mucho más en la
Educación, más ante el paso exponencial de la Educación presencial a la
virtual.
Me resultaría imposible cuestionar, no a los docentes que me
impartieron e imparten estos módulos, no puedo por un problema eminentemente
ético ante personas tan calificadas, que estoy seguro que hacen un esfuerzo
extraordinario en el mundo de la tecnología, pero requieren estos más apoyos
por parte de las instituciones tanto a los docentes, como a los estudiantes.
Tal vez dedicarle tiempo a la actualización por parte del
propio docente en cuanto a contenidos, avances en el campo de sus
especialidades es una responsabilidad intrínseca pero que es más “digerible”,
pero en el caso del manejo de las TIC, no funciona siempre el espíritu positivo
ante el autodidactismo.
¿Qué resulta sencillo? Mmmmmmm, dudas no tengo, lo asevero
que tengo dudas y mis compañeros profesores, también las tienen y para muestra
de lo que llamo preparación insuficiente, me remito primero a una experiencia
vivida hace varios años atrás; me encontraba impartiendo una clase de Física
sobre plano inclinado, donde el estudiante debía tener conocimientos previos de
Geometría - parte de la matemática que se encarga de estudiar las propiedades y
las medidas de una figura en un plano o en un espacio – avanzaba en la clase y
los rostros de los y las jóvenes o miraban al techo en señal de no comprensión,
o comenzaban a distraerse de alguna forma u otra. Nota: por suerte no había celulares
en ese entonces.
¿Qué sucedió en el segundo módulo, cuando la profesora que
había solicitado en el encuentro anterior, exposiciones de los estudiantes,
para ella y para el resto de los estudiantes, que compartieran pantallas? El
sismo en la escala Richter, en ese instante, superó los 7 grados.
No todos estaban preparados, los estudiantes, más allá del
consejo de la docente, que tenían que aprender por su cuenta…, etc. No veo otra
de la necesidad de que las direcciones de los centros educativos, empresas, se
dediquen seriamente a la preparación de docentes y estudiantes. URGE.
No se debe perder de vista que las TIC son solo in medio, por tanto hay que capacitar a los docentes en la inserción de esos medios a las estrategias de aprendizaje en función de otros factores que son muy particulares de cada institución. Gracias
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, las estrategias de enseñanza son básicas para mas efectividad en el proceso de aprendizaje
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